NĂºmeros 7:1-65 NVI

NĂºmeros 7:1-65

Ofrendas para la consagración del santuario

Cuando Moisés terminó de levantar el santuario, lo consagró ungiéndolo junto con todos sus utensilios. También ungió y consagró el altar y sus utensilios. Entonces los jefes de Israel, es decir, los jefes de las familias patriarcales y de las tribus, que habían presidido el censo, hicieron una ofrenda y la llevaron al santuario para presentarla ante el Señor. La ofrenda consistía en una carreta por cada dos jefes y un buey por cada uno de ellos; eran, en total, seis carretas cubiertas y doce bueyes.

El Señor dijo a Moisés: «Recibe estas ofrendas que te entregan, para que sean usadas en el ministerio de la Tienda de reunión. Tú se las entregarás a los levitas, según lo requiera el trabajo de cada uno».

Moisés recibió las carretas y los bueyes, y se los entregó a los levitas. A los guersonitas les dio dos carretas y cuatro bueyes, como lo requería su ministerio. A los meraritas les dio cuatro carretas y ocho bueyes, como lo requería su ministerio. Todos ellos estaban bajo las órdenes de Itamar, hijo del sacerdote Aarón. A los coatitas no les dio nada, porque la responsabilidad de ellos era llevar las cosas sagradas sobre sus propios hombros.

Ofrendas para la dedicación del altar

Cuando el altar fue consagrado, los jefes llevaron una ofrenda de dedicación y la presentaron ante el altar, porque el Señor había dicho a Moisés: «Para presentar su ofrenda de dedicación del altar, cada jefe tendrá su propio día».

La ofrenda de Judá

El primer día le tocó presentar su ofrenda a Naasón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.

Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite.

Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.7:13 Es decir, aprox. 1.5 kg y 805 g, respectivamente. Así en el resto de este capítulo.

También presentó una bandeja de oro de diez siclos,7:14 Es decir, aprox. 115 g; así en el resto de este capítulo. llena de incienso.

Para el holocausto presentó un ternero, un carnero y un cordero de un año.

Para el sacrificio por el perdón de pecados presentó un macho cabrío.

Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.

Esta fue la ofrenda de Naasón, hijo de Aminadab.

La ofrenda de Isacar

El segundo día le tocó presentar su ofrenda a Natanael, hijo de Zuar, jefe de la tribu de Isacar.

Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite.

Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.

También presentó una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso.

Para el holocausto presentó un ternero, un carnero y un cordero de un año.

Para el sacrificio por el perdón de pecados presentó un macho cabrío.

Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.

Esta fue la ofrenda de Natanael, hijo de Zuar.

La ofrenda de Zabulón

El tercer día le tocó presentar su ofrenda a Eliab, hijo de Helón, jefe de la tribu de Zabulón.

Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite.

Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.

También presentó una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso.

Para el holocausto presentó un ternero, un carnero y un cordero de un año.

Para el sacrificio por el perdón de pecados presentó un macho cabrío.

Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.

Esta fue la ofrenda de Eliab, hijo de Helón.

La ofrenda de Rubén

El cuarto día le tocó presentar su ofrenda a Elisur hijo de Sedeúr, jefe de la tribu de Rubén.

Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite.

Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.

También presentó una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso.

Para el holocausto presentó un ternero, un carnero y un cordero de un año.

Para el sacrificio por el perdón de pecados presentó un macho cabrío.

Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.

Esta fue la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeúr.

La ofrenda de Simeón

El quinto día le tocó presentar su ofrenda a Selumiel, hijo de Zurisaday, jefe de la tribu de Simeón.

Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite.

Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.

También presentó una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso.

Para el holocausto presentó un ternero, un carnero y un cordero de un año.

Para el sacrificio por el perdón de pecados presentó un macho cabrío.

Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.

Esta fue la ofrenda de Selumiel hijo de Zurisaday.

La ofrenda de Gad

El sexto día le tocó presentar su ofrenda a Eliasaf, hijo de Deuel, jefe de la tribu de Gad.

Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite.

Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.

También presentó una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso.

Para el holocausto presentó un ternero, un carnero y un cordero de un año.

Para el sacrificio por el perdón de pecados presentó un macho cabrío.

Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.

Esta fue la ofrenda de Eliasaf, hijo de Deuel.

La ofrenda de Efraín

El séptimo día le tocó presentar su ofrenda a Elisama, hijo de Amiud, jefe de la tribu de Efraín.

Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite.

Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.

También presentó una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso.

Para el holocausto presentó un ternero, un carnero y un cordero de un año.

Para el sacrificio por el perdón de pecados presentó un macho cabrío.

Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.

Esta fue la ofrenda de Elisama, hijo de Amiud.

La ofrenda de Manasés

El octavo día le tocó presentar su ofrenda a Gamaliel, hijo de Pedasur, jefe de la tribu de Manasés.

Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite.

Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.

También presentó una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso.

Para el holocausto presentó un ternero, un carnero y un cordero de un año.

Para el sacrificio por el perdón de pecados presentó un macho cabrío.

Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.

Esta fue la ofrenda de Gamaliel, hijo de Pedasur.

La ofrenda de Benjamín

El noveno día le tocó presentar su ofrenda a Abidán, hijo de Gedeoni, jefe de la tribu de Benjamín.

Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite.

Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.

También presentó una bandeja de oro de diez siclos, llena de incienso.

Para el holocausto presentó un ternero, un carnero y un cordero de un año.

Para el sacrificio por el perdón de pecados presentó un macho cabrío.

Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año.

Esta fue la ofrenda de Abidán, hijo de Gedeoni.

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