申命记 9 – CCB & NVI

Chinese Contemporary Bible 2022 (Simplified)

申命记 9:1-29

以色列人的悖逆

1以色列人啊,你们要听!今天你们要过约旦河,去赶出那些比你们强大的民族。他们住在城墙高耸入云的大城里, 2是长得高大威猛的亚衲人。你们了解他们,也听人说过,‘谁能抵挡亚衲人呢?’ 3但今天你们要知道,你们的上帝耶和华要走在你们前面,像烈火一样吞噬他们。祂要制服他们,使你们迅速赶走他们,毁灭他们,正如祂对你们的应许。

4“你们的上帝耶和华从你们面前赶走他们以后,你们心里不要以为耶和华带领你们占领那片土地是因为你们公义,其实是因为那里的民族邪恶,耶和华才将他们从你们面前赶走。 5你们能占领他们的土地并非因为你们公义、行为正直。你们的上帝耶和华从你们面前赶走那些民族,是因为他们邪恶,也是为了实现祂给你们祖先亚伯拉罕以撒雅各的誓言。 6你们要知道,耶和华赐给你们那佳美之地不是因为你们公义。其实你们是顽固不化的人。

7“要牢记你们在旷野怎样触怒你们的上帝耶和华。从你们离开埃及那天来到这里,你们屡屡背叛耶和华。 8何烈山,你们触怒了耶和华,以致祂要毁灭你们。 9那时,我上山去接受耶和华与你们立约的石版,在山上待了四十昼夜,没吃也没喝。 10耶和华把两块立约的石版交给我,上面刻着那天你们聚会时祂在山上的火焰中对你们说的话,是祂用手指刻上去的。 11四十昼夜后,耶和华把那两块刻着约的石版交给我, 12对我说,‘快下山吧,因为你从埃及领出来的百姓已经败坏了。他们这么快就偏离了我吩咐他们走的道,为自己铸造了神像。’

13“耶和华又对我说,‘我已看出,这是顽固不化的百姓。 14不要拦我,我要毁灭他们,从世上抹去他们的名字。我要使你成为一个比他们更强大的民族。’ 15我双手拿着那两块约版,转身从烈火熊熊的山上下来, 16看见你们为自己铸造了牛犊像,得罪了你们的上帝耶和华,这么快就偏离了耶和华吩咐你们走的道, 17就当着你们的面摔碎了那两块石版。

18“我又俯伏在耶和华面前,四十昼夜不吃不喝,因为你们犯了大罪,做耶和华憎恶的事,惹祂发怒。 19耶和华向你们发烈怒,要毁灭你们,我非常惧怕。但耶和华再次垂听了我的祈求。 20耶和华对亚伦非常愤怒,以致要杀掉他,于是我也为他祈求。 21我焚烧了你们铸造的罪恶之物牛犊像,把它打碎、磨成粉末,撒在从山上流下来的溪水中。

22“你们在他备拉玛撒基博罗·哈他瓦三番四次地触怒耶和华。 23你们的上帝耶和华吩咐你们离开加低斯·巴尼亚,去占领祂赐给你们的土地,你们却违背祂的命令,不信靠祂,也不听从祂。 24自从我认识你们以来,你们就不断地背叛耶和华。

25“因为耶和华说要毁灭你们,我就俯伏在耶和华面前四十昼夜, 26向祂祈求说,‘主耶和华啊,求你不要毁灭你的子民!他们是你的产业,是你用大能的手从埃及救赎并带出来的。 27求你看在你仆人亚伯拉罕以撒雅各的份上,不要计较这个民族的顽固、邪恶和罪过, 28免得你带领我们离开之地的人说,你不能把他们领到你应许给他们的地方,你憎恶他们,所以把他们带到旷野杀了。 29他们毕竟是你的子民,你的产业,是你伸出大能的臂膀从埃及带出来的。’

Nueva Versión Internacional

Deuteronomio 9:1-29

El mérito no es de Israel

1Escucha, Israel: ahora vas a cruzar el Jordán para entrar y conquistar naciones más grandes y fuertes que tú que habitan en grandes ciudades con muros que llegan hasta el cielo. 2Esa gente es poderosa y de gran estatura; ¡son los anaquitas! Tú ya los conoces y sabes que de ellos se dice: «¿Quién puede oponerse a los anaquitas?». 3Pero tú, entiende bien hoy que el Señor tu Dios avanzará al frente de ti, y que los destruirá como fuego consumidor y los someterá a tu poder. Tú los expulsarás y los aniquilarás enseguida, tal como el Señor te lo ha prometido.

4Cuando el Señor tu Dios los haya arrojado lejos de ti, no vayas a pensar: «El Señor me ha traído hasta aquí, por causa de mi justicia, para tomar posesión de esta tierra». ¡No! El Señor expulsará a esas naciones por la maldad que las caracteriza. 5De modo que no es por tu justicia ni por tu rectitud por lo que vas a tomar posesión de su tierra. ¡No! La propia maldad de esas naciones hará que el Señor tu Dios las arroje lejos de ti. Así cumplirá lo que juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. 6Entiende bien que eres un pueblo terco, que tu justicia y tu rectitud no tienen nada que ver con que el Señor tu Dios te dé en posesión esta buena tierra.

El becerro de oro

7Recuerda esto y nunca olvides cómo provocaste la ira del Señor tu Dios en el desierto. Desde el día en que saliste de Egipto hasta tu llegada aquí, has sido rebelde contra el Señor. 8A tal grado provocaron el enojo del Señor en Horeb, que estuvo a punto de destruirlos. 9Cuando subí a la montaña para recibir las tablas de piedra, es decir, las tablas del pacto que el Señor había hecho con ustedes, me quedé en la montaña cuarenta días y cuarenta noches, y no comí pan ni bebí agua. 10Allí el Señor me dio dos tablas de piedra, en las que él mismo escribió con su dedo todas las palabras que proclamó desde la montaña, en medio del fuego, el día de la asamblea.

11Pasados los cuarenta días y las cuarenta noches, el Señor me dio las dos tablas de piedra; es decir, las tablas del pacto. 12Luego el Señor me dijo: «Levántate y baja de aquí enseguida, porque ese pueblo tuyo que sacaste de Egipto se ha descarriado. Bien pronto se han apartado del camino que les mandé seguir y se han fabricado un ídolo de metal fundido».

13También el Señor me dijo: «He visto a este pueblo y ¡realmente es un pueblo terco! 14Déjame que lo destruya y borre hasta el recuerdo de su nombre. De ti, en cambio, haré una nación más fuerte y numerosa que la de ellos».

15Luego me di vuelta y bajé de la montaña que ardía en llamas. En las manos traía yo las dos tablas del pacto. 16Entonces vi que ustedes habían pecado contra el Señor su Dios, pues se habían fabricado un ídolo fundido con forma de becerro. ¡Bien pronto se habían apartado del camino que el Señor les había mandado! 17Así que tomé las dos tablas que traía en las manos y las arrojé al suelo, haciéndolas pedazos delante de ustedes.

18Nuevamente me postré delante del Señor cuarenta días y cuarenta noches, y no comí pan ni bebí agua. Lo hice por el gran pecado que ustedes habían cometido al hacer lo malo a los ojos del Señor, provocando así su ira. 19Tuve verdadero miedo del enojo y de la ira del Señor, pues a tal grado se indignó contra ustedes que quiso destruirlos. Sin embargo, el Señor me escuchó una vez más. 20Y tan enojado estaba el Señor contra Aarón que quería destruirlo y también en esa ocasión intercedí por él. 21Luego tomé el becerro que ustedes se fabricaron, ese ídolo que los hizo pecar y lo quemé en el fuego; lo desmenucé y lo molí hasta hacerlo polvo; después arrojé el polvo al arroyo que baja de la montaña.

22En Taberá, en Masá y en Quibrot Hatavá ustedes provocaron también la ira del Señor. 23Además, cuando el Señor los envió desde Cades Barnea y les dijo: «Suban y tomen posesión de la tierra que les he dado», ustedes se rebelaron contra la orden del Señor su Dios; no confiaron en él ni le obedecieron. 24¡Desde que los conozco han sido rebeldes al Señor!

25Como el Señor había dicho que los destruiría, yo me quedé postrado ante él esos cuarenta días y cuarenta noches. 26Oré al Señor y le dije: «Señor y Dios, ¡no destruyas tu propia heredad, el pueblo que por tu grandeza redimiste y sacaste de Egipto con gran despliegue de fuerza! 27¡Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob! Pasa por alto la terquedad de este pueblo, su maldad y su pecado, 28no sea que en el país de donde nos sacaste digan: “El Señor no pudo llevarlos a la tierra que les había prometido. Y como los aborrecía, los sacó para que murieran en el desierto”. 29Después de todo, ellos son tu propia heredad; son el pueblo que sacaste con gran despliegue de fuerza y de poder».