Ezequiel 20:45-49, Ezequiel 21:1-32, Ezequiel 22:1-22 NVI

Ezequiel 20:45-49

Profecía contra el sur

La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, mira hacia el sur y en esa dirección profetiza contra el bosque del Néguev. Dile: “Escucha, bosque del Néguev, la palabra del Señor. Así dice el Señor y Dios: ‘En medio de ti voy a prender un fuego que devorará todos los árboles, tanto los secos como los verdes. Este incendio no se podrá apagar; quemará toda la superficie, de norte a sur. Todos los mortales verán que yo, el Señor, lo he encendido y no podrá apagarse’ ”».

Entonces yo exclamé: «¡Ay, Señor y Dios, todo el mundo anda diciendo que tan solo cuento parábolas!».

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Ezequiel 21:1-32

La espada justiciera

La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, mira hacia Jerusalén; clama contra sus santuarios, profetiza contra la tierra de Israel, anúnciale que así dice el Señor: “Yo estoy contra ti. Desenvainaré mi espada y mataré a justos y a malvados por igual. Puesto que he de exterminar de ti tanto al justo como al malvado, mi espada saldrá contra todos, desde el sur hasta el norte. Así todos sabrán que yo, el Señor, he desenvainado la espada y no volveré a envainarla”.

»Y tú, hijo de hombre, con el corazón quebrantado y delante de ellos, llora con amargura. Y, cuando te pregunten por qué lloras así, diles que es por la noticia de lo que va a suceder. Esta noticia hará que todos los corazones desfallezcan y todas las manos caigan; que todos los ánimos decaigan y todas las rodillas tiemblen. ¡Ya está por llegar! ¡Ya es una realidad! Yo, el Señor y Dios, lo afirmo».

La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, profetiza y proclama que así dice el Señor:

»“¡La espada, la espada,

afilada y pulida!

Afilada para masacrar

y pulida para fulgurar.21:10 y pulida para fulgurar (véanse LXX, Vetus Latina y Siríaca); TM de difícil traducción.

»”¿Hemos de alegrarnos cuando el cetro de mi hijo menosprecia toda vara?

»”La espada está lista para ser pulida

y ser empuñada;

afilada y pulida

para las manos del asesino.

¡Grita y gime, hijo de hombre,

que la espada se perfila contra mi pueblo

y contra todos los príncipes de Israel!

Han sido arrojados contra la espada,

lo mismo que mi pueblo.

Por tanto, ¡golpéate el pecho!

»”¡La prueba viene! ¿Y qué, si el bastón de autoridad deja de ser? El Señor y Dios afirma.21:13 El TM incluye frases de difícil traducción.

»”Hijo de hombre, profetiza

golpea una mano contra la otra;

que la espada hiera dos

y hasta tres veces.

Es la espada de la muerte

que a todos mantiene amenazados,

para que el corazón desfallezca

y aumente el número de víctimas.

Ya he colocado en las puertas

la espada asesina.21:15 asesina. Palabra de difícil traducción.

Es la espada bruñida para centellear

y afilada para matar.

Hiere a la derecha

y a la izquierda,

dondequiera que gire la espada.

También yo golpearé mano contra mano

y aplacaré mi furor.

Yo, el Señor, lo he dicho”».

La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Tú, hijo de hombre, traza dos caminos para que llegue por ellos la espada del rey de Babilonia. Estos dos caminos partirán del mismo país y a la entrada de cada uno de ellos colocarás una señal que indique a qué ciudad conduce. Traza un camino para que la espada llegue contra Rabá de los amonitas y contra Jerusalén, la ciudad fortificada de Judá. El rey de Babilonia se ha colocado en la bifurcación del camino y consulta como el adivino: sacude las saetas, consulta los ídolos21:21 ídolos. Lit. terafines. y examina el hígado de un animal. Con su mano derecha ha marcado el destino de Jerusalén: prepara arietes para derribar las puertas, levanta rampas y edifica torres de asalto; alza la voz en grito de batalla y da la orden para la matanza. Por las alianzas ya hechas, los habitantes de Jerusalén creerán que se trata de una falsa visión; pero aquel rey les recordará la iniquidad por la que serán capturados.

»Por eso dice el Señor y Dios: “Se les ha recordado su iniquidad, y han quedado al descubierto sus rebeliones; expuestas están sus acciones pecaminosas, y por eso serán capturados.

»”Y en cuanto a ti, príncipe de Israel, infame y malvado, tu día ha llegado; ¡la hora de tu castigo es inminente! Así dice el Señor y Dios: Quítate el turbante, renuncia a la corona, que todo cambiará. Lo humilde será exaltado y lo excelso será humillado. ¡Ruinas, ruinas, todo lo convertiré en ruinas! Esto no sucederá hasta que venga aquel a quien le asiste el derecho y a quien pediré que establezca la justicia”.

»Y tú, hijo de hombre, profetiza y declara que esto afirma el Señor y Dios acerca de los amonitas y de sus insultos:

»“La espada, la espada

está desenvainada para la masacre;

pulida está para devorar

y centellear como relámpago.

La espada degollará a esos infames malvados,

pues sus visiones son falsas

y sus adivinanzas, mentiras.

Pero su día ha llegado;

¡la hora de su castigo es inminente!

»”¡Espada, vuelve a tu vaina!

Allí, en tu tierra de origen,

donde fuiste creada,

¡allí te juzgaré!

Sobre ti derramaré mi ira,

sobre ti soplaré el fuego de mi furor;

te entregaré en manos de gente

sanguinaria y destructora.

Serás pasto para el fuego,

salpicaré con tu sangre todo el país

y borraré tu memoria de la faz de la tierra.

Yo, el Señor, lo he dicho”».

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Ezequiel 22:1-22

Los pecados de Jerusalén

La palabra del Señor vino a mí y me dijo:

«¿Hijo de hombre, la juzgarás tú? ¿Juzgarás a la ciudad sanguinaria? ¡Denúnciala por todas sus prácticas abominables! Adviértele que así dice el Señor y Dios: “¡Ha llegado tu hora! ¡Ciudad que derramas sangre en tus calles y te contaminas fabricando ídolos! ¡Cómo provocas tu ruina! Te has hecho culpable por la sangre que has derramado, te has contaminado con los ídolos que has fabricado; has hecho que se avecine tu hora, ¡has llegado al final de tus años! Por eso te haré objeto de deshonra y de burla entre las naciones y los pueblos. Ciudad caótica y de mala fama, ¡gente de cerca y de lejos se burlará de ti!

»”Mira, ahí tienes a los príncipes de Israel, que en tus calles abusan del poder solo para derramar sangre. Tratan con desprecio a su padre y a su madre, oprimen al extranjero, explotan al huérfano y a la viuda. Menosprecian mis objetos sagrados, profanan mis sábados. En ti habita gente que con sus calumnias incita a derramar sangre; gente que come en los santuarios de los montes y que comete perversidades. Hay quienes deshonran la cama de su padre y obligan a la mujer a tener relaciones en su período de menstruación. Algunos cometen adulterio con la mujer de su prójimo, otros deshonran con lascivia a sus nueras y hasta hay quienes violan a su hermana, a la hija de su propio padre. También hay entre los tuyos quienes aceptan soborno para derramar sangre. Tú practicas la usura y cobras altísimos intereses; extorsionas a tu prójimo y te olvidas de mí, afirma el Señor y Dios.

»”Pero yo voy a golpear mis manos en contra de las ganancias injustas que has acumulado, y en contra de la sangre que se ha derramado en tus calles. Y cuando yo te haga frente, ¿podrá resistir tu corazón y tendrán fuerza tus manos? Yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré. Te dispersaré entre las naciones, te esparciré entre los pueblos y pondré fin a tu inmundicia. Serás una deshonra frente a las naciones, pero sabrás que yo soy el Señor”».

La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, el pueblo de Israel se ha convertido para mí como la escoria del cobre y del estaño, del hierro y del plomo, que se queda en el horno. ¡Son como la escoria de la plata! Por eso, así dice el Señor y Dios: “Como todos ustedes se han convertido en escoria, los voy a reunir en medio de Jerusalén. Así como la plata, el cobre, el hierro, el plomo y el estaño se juntan y se echan en el horno, y se atiza el fuego para fundirlos, así también yo, en mi ira, los juntaré a ustedes y los fundiré. Los amontonaré y atizaré contra ustedes el fuego de mi ira, los fundiré en medio de la ciudad. Así como se funde la plata en medio del horno, así serán fundidos ustedes en medio de la ciudad; entonces sabrán que yo, el Señor, he derramado mi ira contra ustedes”».

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