Mateo 21:1-17 NVI

Mateo 21:1-17

La entrada triunfal

21:1-9Mr 11:1-10; Lc 19:29-38

21:4-9Jn 12:12-15

Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagué, al monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos con este encargo: «Vayan a la aldea que tienen enfrente. Ahí mismo encontrarán una burra atada y un burrito con ella. Desátenlos y tráiganmelos. Y si alguien les dice algo, respóndanle que el Señor los necesita, pero que ya los devolverá».

Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta:

«Digan a la hija de Sión:

“Mira, tu rey viene hacia ti,

humilde y montado en un burro,

en un burrito, cría de una bestia de carga”».21:5 Zac 9:9.

Los discípulos fueron e hicieron como había mandado Jesús. Llevaron la burra y el burrito y pusieron encima sus mantos, sobre los cuales se sentó Jesús. Había mucha gente que tendía sus mantos sobre el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las esparcían en el camino. Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba:

—¡Hosanna21:9 Expresión hebrea que significa «¡Salva!» y que llegó a ser una exclamación de alabanza; también en v. 15. al Hijo de David!

—¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!21:9 Sal 118:26.

—¡Hosanna en las alturas!

Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió.

—¿Quién es este? —preguntaban.

—Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea —contestaba la gente.

Jesús en el Templo

21:12-16Mr 11:15-18; Lc 19:45-47

Jesús entró en el Templo21:12 Es decir, en el área general del Templo; también en vv. 14, 15 y 23. y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas. «Escrito está —dijo—: “Mi casa será llamada casa de oración”,21:13 Is 56:7. pero ustedes la han convertido en “cueva de ladrones”».21:13 Jer 7:11.

Se le acercaron en el Templo ciegos y cojos y los sanó. Pero, cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley vieron que hacía cosas maravillosas y que los niños gritaban en el Templo: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron.

—¿Oyes lo que esos están diciendo? —protestaron.

—Claro que sí —respondió Jesús—; ¿no han leído nunca:

»“En los labios de los pequeñitos

y de los niños de pecho

has puesto tu alabanza”?».21:16 Sal 8:2.

Entonces los dejó y, saliendo de la ciudad, se fue a pasar la noche en Betania.

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