Jeremías 29:24-32, Jeremías 30:1-24, Jeremías 31:1-14 NVI

Jeremías 29:24-32

Mensaje de Semaías

«También a Semaías, hijo de Nejelán, le comunicarás que así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: “Tú, en tu propio nombre, enviaste cartas a todo el pueblo que está en Jerusalén, al sacerdote Sofonías, hijo de Maseías, y a todos los sacerdotes. En esas cartas decías: ‘El Señor te ha puesto como sacerdote en lugar del sacerdote Joyadá, para que vigiles en el Templo del Señor. A todo loco que se haga pasar por profeta, lo pondrás en el cepo y en el calabozo. ¿Por qué, pues, no has reprendido a Jeremías de Anatot, que entre ustedes se hace pasar por profeta? Resulta que él nos envió un mensaje a Babilonia, el cual decía: La deportación va a durar mucho tiempo; así que construyan casas y habítenlas; planten huertos y coman de su fruto’ ”».

El sacerdote Sofonías leyó esta carta al profeta Jeremías. Entonces vino a Jeremías la palabra del Señor:

«Comunícales a todos los deportados que así dice el Señor acerca de Semaías de Nejelán: “Puesto que Semaías ha profetizado sin que yo lo haya enviado y les ha hecho confiar en una mentira, yo, el Señor, castigaré a Semaías de Nejelán y a su descendencia porque ha incitado al pueblo a rebelarse contra mí. Ninguno de su familia vivirá para contar el bien que haré a mi pueblo”», afirma el Señor.

Read More of Jeremías 29

Jeremías 30:1-24

Restauración de Israel

Esta es la palabra que vino a Jeremías de parte del Señor: «Así dice el Señor, el Dios de Israel: “Escribe en un libro todas las palabras que te he dicho. Porque vienen días —afirma el Señor—, cuando yo haré volver del cautiverio a30:3 haré volver del cautiverio a. Alt. restauraré la fortuna de. mi pueblo Israel y Judá; los traeré a la tierra que di a sus antepasados y la poseerán”», afirma el Señor.

Esto fue lo que el Señor dijo a Jeremías acerca de Israel y Judá: «Así dice el Señor:

»“Hemos escuchado un grito de espanto;

no hay paz, sino terror.

Pregunten y vean

si acaso los varones dan a luz.

¿Por qué, pues, veo a todos los hombres

con las manos sobre el vientre,

como mujeres con dolores de parto?

¿Por qué han palidecido

todos los rostros?

¡Ay! Será un día terrible,

un día sin comparación.

Será un tiempo de angustia para Jacob,

pero será librado de ella.

»”En aquel día”, afirma el Señor de los Ejércitos,

“quebraré el yugo que mi pueblo lleva sobre el cuello,

romperé sus ataduras,

y ya no serán esclavos de extranjeros.

Servirán al Señor su Dios,

y a David, a quien pondré como su rey.

»”No temas, Jacob, siervo mío;

no te asustes, Israel”,

afirma el Señor.

“A ti, Jacob, te libraré de ese país lejano;

a tus descendientes los libraré del exilio.

Volverás a vivir en paz y seguridad

y ya nadie te infundirá temor.

Porque yo estoy contigo para salvarte”,

afirma el Señor.

“Destruiré por completo a todas las naciones

entre las que te había dispersado.

Pero a ti no te destruiré del todo,

sino que te disciplinaré con justicia;

de ninguna manera quedarás impune”.

»Así dice el Señor:

»“Tu herida es incurable,

tu llaga no tiene remedio.

No hay quien defienda tu causa;

no hay remedio para tu mal

ni sanidad para tu enfermedad.

Todos tus amantes te han olvidado;

ya no se ocupan de ti.

Por causa de tu enorme iniquidad,

y por tus muchos pecados,

te he golpeado como a un enemigo,

te di un castigo cruel.

¿Por qué te quejas de tus heridas

si tu dolor es incurable?

Por causa de tu enorme iniquidad

y por tus muchos pecados,

yo te he tratado así.

»”Pero, todos los que te devoren serán devorados;

todos tus enemigos serán deportados.

Todos los que te saqueen serán saqueados;

todos los que te despojen serán despojados.

Porque yo restauraré tu salud

y sanaré tus heridas”,

afirma el Señor,

“porque te han llamado la desechada,

la pobre Sión, la que a nadie le importa”.

»Así dice el Señor:

»“Restauraré la fortuna de las tiendas de campaña de Jacob

y tendré compasión de sus moradas.

La ciudad resurgirá sobre sus ruinas

y el palacio se asentará en el lugar debido.

Surgirán de ellos cánticos de gratitud

y gritos de alegría.

Multiplicaré su descendencia

y no disminuirá;

los honraré y no serán menospreciados.

Sus hijos volverán a ser como antes;

ante mí será restablecida su comunidad,

pero castigaré a todos sus opresores.

De entre ellos surgirá su líder;

uno de ellos será su gobernante.

Lo acercaré hacia mí y él estará a mi lado,

pues ¿quién arriesgaría su vida por acercarse a mí?”,

afirma el Señor.

“Ustedes serán mi pueblo

y yo seré su Dios”».

La tempestad del Señor

ha estallado con furor;

una tempestad huracanada

se ha desatado sobre los malvados.

La ardiente ira del Señor no pasará

hasta que haya realizado del todo

los propósitos de su corazón.

Todo esto lo comprenderán ustedes

al final de los tiempos.

Read More of Jeremías 30

Jeremías 31:1-14

«En aquel tiempo —afirma el Señor—, seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellas serán mi pueblo».

Así dice el Señor:

«El pueblo que escapó de la espada

ha hallado gracia en el desierto;

Israel va en busca de su reposo».

Hace mucho tiempo31:3 Hace mucho tiempo. Alt. Desde lejos. se me apareció el Señor y me dijo:

«Con amor eterno te he amado;

por eso te he prolongado mi fidelidad,

oh virginal Israel.

Te edificaré de nuevo;

¡sí, serás reedificada!

De nuevo tomarás panderos

y saldrás a bailar con alegría.

Volverás a plantar viñedos

en las colinas de Samaria

y, quienes los planten,

gozarán de sus frutos.

Vendrá un día en que los centinelas

gritarán por las colinas de Efraín:

“¡Vengan, subamos a Sión,

al Señor nuestro Dios!”».

Así dice el Señor:

«Canten jubilosos en honor de Jacob;

griten de alegría por la mejor de las naciones.

Hagan oír sus alabanzas y clamen:

“¡Salva, Señor, a tu pueblo!

¡Salva al remanente de Israel!”.

Yo los traeré del país del norte;

los reuniré de los confines de la tierra.

¡Volverá una gran multitud!

Entre ellos vendrán ciegos y cojos,

embarazadas y parturientas.

Entre llantos vendrán

y entre consuelos los conduciré.

Los guiaré a corrientes de agua

por un camino llano en el que no tropezarán.

Yo soy el padre de Israel;

mi primogénito es Efraín.

»Naciones, escuchen la palabra del Señor,

y anuncien en las costas más lejanas:

“El que dispersó a Israel, lo reunirá;

lo cuidará como un pastor a su rebaño”.

Porque el Señor rescató a Jacob;

lo redimió de una mano más poderosa que él.

Vendrán y cantarán jubilosos en las alturas de Sión;

disfrutarán de las bondades del Señor:

el trigo, el vino nuevo y el aceite,

las crías de las ovejas y las vacas.

Serán como un jardín bien regado,

y no volverán a desfallecer.

Entonces las jóvenes danzarán con alegría

y los jóvenes junto con los ancianos.

Convertiré su duelo en gozo y los consolaré;

transformaré su dolor en alegría.

Colmaré de abundancia a los sacerdotes,

y saciaré con mis bienes a mi pueblo»,

afirma el Señor.

Read More of Jeremías 31