Atalía y Joás
11:1-21 – 2Cr 22:10–23:21
1Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, tomó medidas para eliminar a toda la familia real. 2Pero Josaba, que era hija del rey Jorán y hermana de Ocozías, raptó a Joás hijo de Ocozías cuando los príncipes estaban a punto de ser asesinados. Metiéndolo en un dormitorio con su nodriza, logró esconderlo de Atalía, de modo que no lo mataron. 3Seis años estuvo Joás escondido con su nodriza en el templo del Señor, mientras Atalía reinaba en el país.
4En el séptimo año, el sacerdote Joyadá mandó llamar a los capitanes,11:4 capitanes. Lit. jefes de cien; también en vv. 9,10,15,19. a los quereteos y a los guardias, para que se presentaran ante él en el templo del Señor. Allí en el templo hizo un pacto con ellos y les tomó juramento. Luego les mostró al hijo del rey, 5y les dio estas órdenes: «Haced lo siguiente: Una tercera parte de los que están de servicio el sábado vigilará el palacio real; 6otra tercera parte, la puerta de Sur; y la otra tercera parte, la puerta detrás del cuartel. Haréis la guardia del templo por turnos. 7Los dos grupos que están libres el sábado protegerán al rey en el templo del Señor. 8Arma en mano, rodead por completo al rey; y, si alguien se atreve a penetrar las filas,11:8 las filas. Alt. los precintos; también en v. 15. matadlo. ¡No dejéis solo al rey, vaya donde vaya!»
9Los capitanes cumplieron con todo lo que el sacerdote Joyadá les había ordenado. Cada uno reunió a sus hombres, tanto a los que estaban de servicio el sábado como a los que estaban libres, y se presentaron ante Joyadá. 10Este repartió entre los capitanes las lanzas y los escudos del rey David, que estaban guardados en el templo del Señor. 11Arma en mano, los guardias tomaron sus puestos alrededor del rey, cerca del altar, y desde el lado sur hasta el lado norte del templo.
12Entonces Joyadá sacó al hijo del rey, le puso la corona y le entregó una copia del pacto.11:12 le puso … pacto. Alt. y le puso la corona y las insignias. Luego lo ungieron, y todos aplaudieron, gritando: «¡Viva el rey!»
13Cuando Atalía oyó el griterío de los guardias y de la tropa, fue al templo del Señor, donde estaba la gente. 14Al ver que el rey estaba de pie junto a la columna, como era la costumbre, y que los capitanes y músicos estaban a su lado, y que toda la gente tocaba alegre las trompetas, Atalía se rasgó las vestiduras y gritó: «¡Traición! ¡Traición!»
15Entonces el sacerdote Joyadá, como no quería que la mataran en el templo del Señor, ordenó a los capitanes que estaban al mando de las fuerzas: «Sacadla de entre las filas; y, si alguien se pone de su lado, ¡matadlo a filo de espada!» 16Así que la apresaron y la llevaron al palacio por la puerta de la caballería, y allí la mataron.
17Luego Joyadá hizo un pacto entre el Señor, el rey y la gente para que fueran el pueblo del Señor; también hizo un pacto entre el rey y el pueblo. 18Entonces toda la gente fue al templo de Baal y lo derribó. Destruyeron los altares y los ídolos, y enfrente de los altares degollaron a Matán, sacerdote de Baal.
El sacerdote Joyadá apostó guardias en el templo del Señor 19y, acompañado de los capitanes y de los quereteos, los guardias y todo el pueblo, llevó al rey desde el templo del Señor hasta el palacio real. Entraron juntos por la puerta del cuartel, y Joás se sentó en el trono real. 20Todo el pueblo estaba alegre, y tranquila la ciudad, pues habían matado a Atalía a filo de espada en el palacio.
21Joás tenía siete años cuando ascendió al trono.
Atalia e Joás
(2 Cr 22.10-12)
1Quando Atalia, mãe do rei Acazias de Judá, soube que o seu filho tinha morrido, matou os filhos deste. 2Houve contudo um, Joás, que devia ter um ano de idade, que escapou, porque a sua tia Jeoseba, irmã do rei Acazias, filha do rei Jeorão, que era o pai de ambos, o salvou. Ela escondeu o menino e a sua ama numa câmara do templo, de tal forma que Atalia não o conseguiu matar. 3Joás ficou escondido no templo do Senhor durante 6 anos. Entretanto, Atalia governava como rainha regente.
Rainha Atalia deposta e morta
(2 Cr 23.1-21)
4No sétimo ano da regência de Atalia, o sacerdote Jeoiada convocou os oficiais da guarda e a guarda pessoal da rainha para um encontro no próprio templo; fê-los jurarem segredo absoluto e mostrou-lhes o filho do rei. 5Depois deu-lhes instruções: “Um terço dos que estiverem de serviço ao sábado deverão fazer a guarda do palácio. 6O outro terço guardará a porta de Sur e o outro terço ficará de guarda na porta que está por detrás dos outros guardas. Assim guardarão por turnos o templo. 7As duas outras unidades que não estejam de serviço no sábado devem ficar de sentinela no templo, para proteger o rei. 8Coloquem um corpo de guarda em redor do rei e tenham as vossas armas à mão. Matem todo aquele que se tentar abrir caminho. Mantenham-se sempre junto ao rei para onde quer que ele vá!”
9Os oficiais seguiram estas indicações. Trouxeram a Jeoiada os homens que iam sair de serviço no sábado e também os que iam entrar. 10Armaram-nos com as lanças e os escudos do próprio templo que tinham pertencido ao rei David. 11Os guardas, armados, formaram uma linha, de um lado ao outro, na frente do templo e em volta do altar.
12Jeoiada trouxe fora o príncipe, colocou-lhe uma coroa na cabeça, entregou-lhe uma cópia do testemunho e, imediatamente, o proclamaram rei e o ungiram. Toda a gente bateu as palmas e gritou: “Viva o rei!”
13Atalia, ao ouvir as aclamações, correu para o templo para ver o que se passava, 14Lá estava o rei, junto ao pilar da entrada, como era costume nas coroações, com os oficiais do exército e os trombeteiros a rodeá-lo. O povo que vinha de toda a parte manifestava a sua alegria, ao mesmo tempo que se ouvia o toque das cornetas. Atalia rasgou os vestidos e gritou: “Traição! Traição!”
15“Tirem-na daqui”, ordenou Jeoiada aos oficiais da guarda. “Não a matem aqui no templo e matem quem quer que seja que tente livrá-la!”
16Levaram-na para as cavalariças do palácio e ali a mataram. 17Jeoiada fez então uma promessa solene perante o Senhor, o rei e o povo, que haveriam de ser o povo do Senhor. Fez também uma aliança com o rei e com o povo. 18Depois toda a gente se dirigiu ao templo de Baal para derrubá-lo, destruindo os altares e as imagens, e mataram Matã, o sacerdote de Baal, diante dos altares.
Jeoiada pôs guardas no templo do Senhor. 19Então ele, os oficiais da guarda, o corpo da guarda e todo o povo escoltaram o rei desde o templo, pelo caminho do quartel da guarda, até ao palácio e sentaram-no no trono real. 20Toda a gente ficou feliz e a cidade se pacificou, após a morte de Atalia no palácio.
Joás rei de Judá
(2 Cr 24.1-3)
21Joás tinha 7 anos quando começou a reinar.
