Salmo 132:1-18 NVI

Salmo 132:1-18

Salmo 132

132:8-102Cr 6:41-42

Cántico de los peregrinos.

Señor, acuérdate de David

y de todas sus penurias.

Acuérdate de sus juramentos al Señor,

de sus promesas al Poderoso de Jacob:

«No entraré a mi casa

ni iré a mi cama;

no me permitiré cerrar los ojos,

ni siquiera el menor pestañeo,

antes de hallar un lugar para el Señor,

una morada para el Poderoso de Jacob».

En Efrata oímos hablar del arca;132:6 del arca. Lit. de ella; véase 1S 7:1.

dimos con ella en los campos de Yagar:132:6 Yagar. Es decir, Quiriat Yearín.

«Vayamos hasta su morada;

postrémonos ante el estrado de sus pies».

Levántate, Señor; ven a tu lugar de reposo,

tú y tu arca poderosa.

¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes!

¡Que tus fieles canten jubilosos!

Por amor a David, tu siervo,

no des la espalda a132:10 no des la espalda a. Lit. no vuelvas el rostro de. tu ungido.

El Señor ha hecho a David

un firme juramento que no revocará:

«A uno de tus propios descendientes

lo pondré en tu trono.

Si tus hijos cumplen con mi pacto

y con los mandatos que les enseñaré,

también sus descendientes

te sucederán en el trono para siempre».

El Señor ha escogido a Sión;

su deseo es hacer de este monte su morada:

«Este será para siempre mi lugar de reposo;

aquí pondré mi trono, porque así lo deseo.

Bendeciré con creces sus provisiones,

y saciaré de pan a sus pobres.

Revestiré de salvación a sus sacerdotes

y jubilosos cantarán sus fieles.

»Aquí haré renacer el poder132:17 poder. Lit. cuerno. de David

y encenderé la lámpara de mi ungido.

A sus enemigos los cubriré de vergüenza,

pero él lucirá su corona esplendorosa».

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