Oseas 10:1-15
Israel era una vid frondosa
que daba fruto para sí mismo.
Pero cuanto más aumentaba su fruto,
más altares construía;
cuanto más prosperaba su país,
más hermosas hacía sus piedras sagradas.
Su corazón es engañoso,
pero tendrá que cargar con su culpa.
El Señor destrozará sus altares
y devastará sus piedras sagradas.
Tal vez dirán: «No hemos temido al Señor
y por eso no tenemos rey.
Pero aun si lo tuviéramos,
¿qué podría hacer por nosotros?».
Hacen muchas promesas;
juran con falsedad
y hacen tratos;
por eso florecen los pleitos
como la mala yerba en el campo.
Temen los moradores de Samaria
por el ternero que adoran en Bet Avén.10:5 Véase nota en 4:15.
El pueblo del becerro hará duelo por él
y también los sacerdotes idólatras,
los que se regocijaron por su esplendor,
porque se lo llevarán al destierro.
El becerro será llevado a Asiria
como tributo para el gran rey.
Efraín quedará humillado;
Israel se avergonzará de sus planes.
Samaria y su rey desaparecerán
como rama arrastrada por el agua.
Serán destruidos sus altares paganos,
lugares de pecado de Israel.
Cardos y espinos crecerán sobre sus altares.
Entonces dirán a las montañas: «¡Cúbrannos!»,
y a las colinas: «¡Caigan sobre nosotros!».
«Tú, Israel, has venido pecando desde los días de Guibeá
y allí te has mantenido.
¿No alcanzará la guerra a los malvados en Guibeá?
Cuando yo quiera, los castigaré;
entonces las naciones se juntarán contra ellos
para aprisionarlos por su doble maldad.
Efraín es una ternera adiestrada
a la que le gusta trillar;
pues bien, yo pondré el yugo sobre su hermoso cuello.
Haré que Efraín lleve el yugo,
Judá tendrá que arar
y Jacob preparará la tierra».
¡Siembren para ustedes justicia!
¡Cosechen el fruto del amor inagotable
y abran surcos en terrenos no labrados!
¡Ya es tiempo de buscar al Señor!,
hasta que él venga y les envíe lluvias de justicia.
Pero ustedes sembraron maldad,
cosecharon crímenes
y comieron el fruto de la mentira,
porque confiaron en sus carros
y en la multitud de sus guerreros.
Un estruendo de guerra se levantará contra su pueblo
y todas sus fortalezas serán devastadas,
como devastó Salmán a Bet Arbel en el día de la batalla,
cuando las madres fueron destrozadas junto con sus hijos.
Esto es lo que les sucederá a ustedes, Betel,
a causa de su extrema maldad.
Pues el rey de Israel será destruido por completo
en cuanto amanezca.
Oseas 11:1-12
El amor de Dios por Israel
«Desde que Israel era niño, yo lo amé.
De Egipto llamé a mi hijo,
pero cuanto más lo llamaba,
más se alejaba de mí.11:2 llamaba … de mí (LXX); llamaban … de ellos (TM).
Sacrificaban a los baales
y quemaban incienso a los ídolos.
Fui quien enseñó a caminar a Efraín,
tomándolo de los brazos.
Pero él no quiso reconocer
que era yo quien lo sanaba.
Lo atraje con cuerdas de ternura,11:4 de ternura. Lit. humanas.
lo atraje con lazos de amor.
Le quité de la cerviz el yugo
y con cariño me acerqué para alimentarlo.
»No volverá a tierra de Egipto
y Asiria reinará sobre ellos,
porque no quisieron volverse a mí.
En sus ciudades se blandirán espadas,
que destrozarán los barrotes de sus puertas
y acabarán con sus planes.
Mi pueblo está decidido a rebelarse contra mí.
Aunque me invocan como el Altísimo, no los exaltaré.
»¿Cómo podría yo entregarte, Efraín?
¿Cómo podría abandonarte, Israel?
¿Cómo puedo entregarte como a Admá?
¿Cómo puedo hacer contigo como con Zeboyín?
Dentro de mí, el corazón me da vuelcos,
y se me conmueven las entrañas.
Pero no daré rienda suelta a mi ira
ni volveré a destruir a Efraín.
Porque yo soy Dios y no hombre,
el Santo está entre ustedes;
y no iré contra sus ciudades».
El Señor rugirá como león
y ellos lo seguirán.
Cuando él lance su rugido,
sus hijos vendrán temblando de occidente.
«Vendrán desde Egipto,
temblando como aves;
vendrán desde Asiria, temblando como palomas,
y yo los estableceré en sus casas»,
afirma el Señor.
El pecado de Israel
«Efraín me ha rodeado de mentiras
y el reino de Israel, con fraude;
Judá anda errante, lejos de Dios;
¡lejos del Dios santísimo y fiel!