Romanos 10:5-21, Romanos 11:1-10 NVI

Romanos 10:5-21

Así describe Moisés la justicia que se basa en la Ley: «Quien practique estas cosas vivirá por ellas».10:5 Lv 18:5. Pero la justicia que se basa en la fe afirma: «No digas en tu corazón: “¿Quién subirá al cielo?”10:6 Dt 30:12. (es decir, para hacer bajar a Cristo), o “¿Quién bajará al abismo?”» (es decir, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). ¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti, la tienes en la boca y en el corazón».10:8 Dt 30:14. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será defraudado».10:11 Is 28:16. No hay diferencia entre judíos y los que no son judíos, pues el mismo Señor es Señor de todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan, porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».10:13 Jl 2:32.

Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien predique? ¿Y cómo predicarán sin ser enviados? Así está escrito: «¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian las buenas noticias!».10:15 Is 52:7.

Sin embargo, no todos los israelitas aceptaron las buenas noticias. Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?».10:16 Is 53:1. Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.10:17 Cristo. Var. Dios. Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí!

«Por toda la tierra se difundió su voz,

¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!».10:18 Sal 19:4.

Pero insisto: ¿Acaso no entendió Israel? En primer lugar, Moisés dice:

«Yo haré que ustedes sientan envidia de los que no son nación;

voy a irritarlos con una nación insensata».10:19 Dt 32:21.

Luego Isaías se atreve a decir:

«Dejé que me hallaran los que no me buscaban;

me di a conocer a los que no preguntaban por mí».10:20 Is 65:1.

En cambio, respecto de Israel, dice:

«Todo el día extendí mis manos

hacia un pueblo desobediente y rebelde».10:21 Is 65:2.

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Romanos 11:1-10

El remanente de Israel

Por lo tanto, pregunto: ¿Acaso rechazó Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. Dios no rechazó a su pueblo, al que de antemano conoció. ¿No saben lo que relata la Escritura en cuanto a Elías? Acusó a Israel delante de Dios: «Señor, han matado a tus profetas y han derribado tus altares. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí también!».11:3 1R 19:10,14. ¿Y qué le contestó la voz divina? «He apartado para mí siete mil hombres que no se han arrodillado ante Baal».11:4 1R 19:18. Así también hay en la actualidad un remanente escogido por gracia. Y si es por gracia, ya no es por obras; porque en tal caso la gracia ya no sería gracia.11:6 no sería gracia. Var. no sería gracia. Pero si es por obras, ya no es gracia; porque en tal caso la obra ya no sería obra.

¿Qué concluiremos? Pues que Israel no consiguió lo que tanto deseaba, pero sí lo consiguieron los elegidos. Los demás fueron endurecidos, como está escrito:

«Dios les dio un espíritu insensible,

ojos con los que no pueden ver

y oídos con los que no pueden oír,

hasta el día de hoy».11:8 Dt 29:4; Is 29:10.

Y David dice:

«Que sus banquetes se les conviertan en red y en trampa,

en tropezadero y en castigo.

Que se les nublen los ojos para que no vean

y se encorven sus espaldas para siempre».11:10 Sal 69:22,23.

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