Salmo 22:1-11 NVI

Salmo 22:1-11

Salmo 22Sal 22 En el texto hebreo 22:1-31 se numera 22:2-32.

Al director musical. Sígase la tonada de «La gacela de la aurora». Salmo de David.

Dios mío, Dios mío,

¿por qué me has abandonado?

¿Por qué estás lejos para salvarme,

tan lejos de mis gritos de angustia?

Dios mío, clamo de día y no me respondes;

clamo de noche y no hallo reposo.

Pero tú eres santo y te sientas en tu trono;

habitas en la alabanza de Israel.

En ti confiaron nuestros antepasados;

confiaron, y tú los libraste;

a ti clamaron y tú los salvaste;

se apoyaron en ti y no los defraudaste.

Pero yo, gusano soy y no hombre;

la gente se burla de mí,

el pueblo me desprecia.

Cuantos me ven se ríen de mí;

lanzan insultos, meneando la cabeza:

«Este confía en el Señor,

¡pues que el Señor lo ponga a salvo!

Ya que en él se deleita,

¡que sea él quien lo libre!».

Pero tú me sacaste del vientre materno;

me hiciste reposar confiado en el regazo de mi madre.

Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer;

desde el vientre de mi madre mi Dios eres tú.

No te alejes de mí,

porque la angustia está cerca

y no hay nadie que me ayude.

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