Job 38:1-41, Job 39:1-30, Job 40:1-2 NVI

Job 38:1-41

Respuesta de Dios

El Señor respondió a Job desde la tempestad. Le dijo:

«¿Quién es este, que oscurece mi consejo

con palabras carentes de sentido?

Prepárate a hacerme frente;38:3 Prepárate a hacerme frente. Lit. Ciñe ahora, como hombre, tus lomos.

yo voy a interrogarte

y tú me responderás.

»¿Dónde estabas cuando puse las bases de la tierra?

¡Dímelo, si de veras sabes tanto!

¡Seguramente sabes quién estableció sus dimensiones

y quién tendió sobre ella la cinta de medir!

¿Sobre qué están puestos sus cimientos,

o quién puso su piedra angular

mientras cantaban a coro las estrellas matutinas

y todos los ángeles38:7 ángeles. Lit. hijos de Dios. gritaban de alegría?

»¿Quién encerró el mar tras sus compuertas

cuando este brotó del vientre de la tierra?

¿O cuando lo arropé con las nubes

y lo envolví en densas tinieblas?

¿O cuando establecí sus límites

y en sus compuertas coloqué cerrojos?

¿O cuando le dije: “Solo hasta aquí puedes llegar;

de aquí no pasarán tus orgullosas olas”?

»¿Alguna vez en tu vida has dado órdenes a la mañana

o has hecho saber a la aurora su lugar,

para que tomen la tierra por sus extremos

y sacudan de ella a los malvados?

La tierra adquiere forma, como arcilla bajo un sello;

sus rasgos resaltan como los de un vestido.

Los malvados son privados de su luz

y es quebrantado su altanero brazo.

»¿Has viajado hasta las fuentes del océano

o recorrido los rincones del abismo?

¿Te han mostrado las puertas de la muerte?

¿Has visto las puertas de la densa oscuridad?38:17 la densa oscuridad. Lit. la sombra de muerte.

¿Tienes idea de cuán ancha es la tierra?

Si de veras sabes todo esto, ¡dalo a conocer!

»¿Qué camino lleva a la morada de la luz?

¿En qué lugar se encuentran las tinieblas?

¿Puedes acaso llevarlas a sus linderos?

¿Conoces el camino a sus moradas?

¡Con toda seguridad lo sabes,

pues para entonces ya habrías nacido!

¡Son tantos los años que has vivido!

»¿Has llegado a visitar

los depósitos de nieve y de granizo,

que guardo para tiempos de angustia,

cuando se libran guerras y batallas?

¿Qué camino lleva adonde la luz se dispersa

o adonde los vientos del este

se desatan sobre la tierra?

¿Quién abre el canal para las lluvias torrenciales

y da paso a la tormenta,

para regar regiones despobladas,

desiertos donde nadie vive,

para saciar la sed del yermo desolado

y hacer que en él brote la hierba?

¿Acaso la lluvia tiene padre?

¿Ha engendrado alguien las gotas de rocío?

¿De qué vientre nace el hielo?

¿Quién da a luz la escarcha de los cielos?

¡Las aguas se endurecen como rocas

y la faz del mar profundo se congela!

»¿Acaso puedes atar los lazos de las Pléyades

o desatar las cuerdas que sujetan al Orión?

¿Puedes hacer que las constelaciones salgan38:32 las constelaciones salgan. Alt. la estrella de la mañana salga. a tiempo?

¿Puedes guiar a la Osa Mayor y a la Menor?38:32 a la Osa Mayor y a la Menor. Alt. a Leo y a sus cachorros.

¿Conoces las leyes que rigen los cielos?

¿Puedes establecer mi38:33 mi. Lit. su. dominio sobre la tierra?

»¿Puedes elevar tu voz hasta las nubes

para que te cubran aguas torrenciales?

¿Eres tú quien señala el curso de los rayos?

¿Acaso te responden: “Estamos a tus órdenes”?

¿Quién infundió sabiduría al corazón

o dio inteligencia a la mente?38:36 corazón … mente. Palabras de difícil traducción.

¿Quién tiene sabiduría para contar las nubes?

¿Quién puede vaciar los cántaros del cielo

cuando el polvo se endurece

y los terrones se pegan entre sí?

»¿Cazas tú la presa para las leonas

y sacias el hambre de sus cachorros

cuando yacen escondidas en sus cuevas

o se tienden al acecho en sus guaridas?

¿Eres tú quien alimenta a los cuervos

cuando sus crías claman a mí38:41 a mí. Lit. a Dios.

y andan sin rumbo y sin comida?

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Job 39:1-30

»¿Sabes cuándo las cabras monteses tienen sus crías?

¿Has visto el parto de las gacelas?

¿Has contado los meses de su gestación?

¿Sabes cuándo dan a luz?

Al tener sus crías se encorvan

y allí terminan sus dolores de parto.

Se fortalecen sus crías y crecen a campo abierto;

luego se van y ya no vuelven.

»¿Quién deja sueltos a los asnos salvajes?

¿Quién desata sus cuerdas?

Yo les di la llanura del desierto por morada,

el yermo por hábitat.

Se burlan del tumulto de la ciudad;

no prestan atención a los gritos del arriero.

Recorren los cerros en busca de pastos,

en busca de verdes prados.

»¿Crees tú que el toro salvaje se prestará a servirte?

¿Pasará la noche en tus establos?

¿Puedes mantenerlo en el surco con el arnés?

¿Irá en pos de ti labrando los valles?

¿Pondrás tu confianza en su tremenda fuerza?

¿Echarás sobre sus lomos tu pesado trabajo?

¿Puedes confiar en él para que acarree tu grano

y lo junte en el lugar donde lo limpias?

»El avestruz bate alegremente sus alas,

pero su plumaje no es como el de la cigüeña.39:13 su plumaje … cigüeña. Frase de difícil traducción.

Pone sus huevos en la tierra,

los deja empollar en la arena,

sin que le importe que algún pie los pueda aplastar

o que las bestias salvajes los pisoteen.

Maltrata a sus polluelos como si no fueran suyos

y no le importa haber trabajado en vano,

pues Dios no le dio sabiduría

ni le impartió su porción de buen juicio.

Pero, cuando extiende sus alas y corre,

se ríe de jinetes y caballos.

»¿Le has dado al caballo su fuerza?

¿Has cubierto su cuello con largas crines?

¿Eres tú quien lo hace saltar como langosta,

con su orgulloso resoplido que infunde terror?

Patalea con furia, regocijándose en su fuerza,

y se lanza al galope a la batalla.

Se burla del miedo; a nada teme;

no rehúye hacerle frente a la espada.

En torno suyo silban las flechas,

brillan las lanzas y las jabalinas.

En frenética carrera devora las distancias;

al toque de trompeta no es posible refrenarlo.

En cuanto suena la trompeta, resopla desafiante;

percibe desde lejos el fragor39:25 el fragor. Lit. el olor. de la batalla,

los gritos de los comandantes y las órdenes de ataque.

»¿Es tu sabiduría la que hace que el gavilán vuele

y que hacia el sur extienda sus alas?

¿Acaso por tus órdenes remonta el vuelo el águila

y construye su nido en las alturas?

Habita en los riscos; allí pasa la noche;

en escarpadas grietas tiene su baluarte.

Desde allí acecha la presa;

sus ojos la detectan desde lejos.

Sus polluelos se regodean en la sangre;

donde hay un cadáver, allí está él».

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Job 40:1-2

El Señor dijo también a Job:

«¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende?

¡Que responda a Dios quien se atreve a acusarlo!».

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