Génesis 47:13-31, Génesis 48:1-22 NVI

Génesis 47:13-31

La administración de José

El hambre en Egipto y en Canaán era terrible. No había alimento en ninguna parte y la gente estaba a punto de morir. Todo el dinero que los habitantes de Egipto y de Canaán habían pagado por el alimento, José lo recaudó para depositarlo en el palacio del faraón. Cuando a egipcios y cananeos se les acabó el dinero, los egipcios fueron a ver a José y reclamaron:

—¡Denos de comer! ¿Hemos de morir en su presencia solo porque no tenemos más dinero?

Y José contestó:

—Si ya se les acabó el dinero, traigan su ganado y, a cambio, les daré alimento.

Los egipcios llevaron a José su ganado, es decir, sus caballos, vacas, ovejas y asnos. A cambio de ellos, José les dio alimento durante todo ese año. Al año siguiente fueron a decirle a José:

—Señor, no podemos ocultar el hecho de que ya no tenemos más dinero y de que todo nuestro ganado ya es suyo. Ya no tenemos nada que ofrecerle, de no ser nuestros propios cuerpos y nuestras tierras. ¿Va usted a permitir que nos muramos junto con nuestras tierras? Cómprenos usted a nosotros y a nuestras tierras, a cambio de alimento. Así seremos esclavos del faraón junto con nuestras tierras. ¡Pero denos usted semilla, para que podamos vivir y la tierra no quede desolada!

De esta manera José adquirió para el faraón todas las tierras de Egipto, porque los egipcios, obligados por el hambre, le vendieron todos sus terrenos. Fue así como todo el país llegó a ser propiedad del faraón, y todos quedaron reducidos a esclavitud, de un extremo a otro de Egipto.47:21 quedaron … esclavitud (Pentateuco Samaritano, LXX); fueron trasladados a las ciudades (TM). Los únicos terrenos que José no compró fueron los que pertenecían a los sacerdotes. Estos no tuvieron que vender sus terrenos porque recibían una ración de alimento de parte del faraón.

Luego José informó al pueblo:

—Desde ahora ustedes y sus tierras pertenecen al faraón, porque yo los he comprado. Aquí tienen semilla. Siembren la tierra. Cuando llegue la cosecha, deberán entregarle al faraón la quinta parte de lo cosechado. Las otras cuatro partes serán para la siembra de los campos y para alimentarlos a ustedes, a sus hijos y a sus familiares.

—¡Usted nos ha salvado la vida y hemos contado con su favor! —respondieron ellos—. ¡Seremos esclavos del faraón!

José estableció esta ley en toda la tierra de Egipto, que hasta el día de hoy sigue vigente: la quinta parte de la cosecha pertenece al faraón. Solo las tierras de los sacerdotes no llegaron a ser del faraón.

Los israelitas se asentaron en Egipto, en la región de Gosén. Allí adquirieron propiedades, fueron fecundos y llegaron a ser muy numerosos.

Jacob residió diecisiete años en Egipto y llegó a vivir un total de ciento cuarenta y siete años. Cuando Israel estaba a punto de morir, mandó llamar a su hijo José y dijo:

—Si de veras me quieres, pon tu mano debajo de mi muslo y prométeme amor y lealtad. ¡Por favor, no me entierres en Egipto! Cuando vaya a descansar junto a mis antepasados, sácame de Egipto y entiérrame en el sepulcro de ellos.

—Haré lo que me pides —contestó José.

—¡Júramelo! —insistió su padre.

José se lo juró e Israel se reclinó sobre la cabecera de la cama.47:31 Heb 11:21, la LXX dice: e Israel se postró para adorar, apoyado en su bastón.

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Génesis 48:1-22

Bendición de Efraín y Manasés

Poco tiempo después informaron a José que su padre estaba enfermo. Entonces fue a visitarlo y llevó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. Cuando avisaron a Jacob que su hijo venía a verlo, Israel hizo un esfuerzo, se sentó en la cama y dijo a José:

—El Dios Todopoderoso se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán, y me bendijo con esta promesa: “Te haré fecundo, te multiplicaré, y haré que tus descendientes formen una comunidad de naciones. Además, a tu descendencia daré esta tierra como su posesión perpetua”.

Ahora bien, los dos hijos que te nacieron aquí en Egipto, antes de que me reuniera contigo, serán considerados míos. Efraín y Manasés serán tan míos como lo son Rubén y Simeón. Los hijos que tengas después de ellos serán tuyos y a través de sus hermanos recibirán su herencia. Cuando yo regresaba de Padán,48:7 Padán. Es decir, el noroeste de Mesopotamia. se me murió Raquel cerca de Efrata, en tierra de Canaán, y allí la sepulté junto al camino de Efrata, es decir, Belén.

Al ver a los hijos de José, Israel preguntó:

—Y estos chicos, ¿quiénes son?

—Son los hijos que Dios me ha concedido aquí —respondió José a su padre.

Entonces Israel dijo:

—Acércalos, por favor, para que les dé mi bendición.

Israel ya era muy anciano y por su avanzada edad casi no podía ver; por eso José los acercó y su padre los besó y abrazó. Luego dijo a José:

—Ya había perdido la esperanza de volver a verte, ¡y ahora Dios me ha concedido ver también a tus hijos!

José los retiró de las rodillas de Israel y se postró rostro en tierra. Luego tomó a sus dos hijos, a Efraín con la derecha y a Manasés con la izquierda, y se los presentó a su padre. De esta manera Efraín quedó a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha. Pero Israel, al extender las manos, las entrecruzó y puso su derecha sobre la cabeza de Efraín, aunque era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, aunque era el mayor.

Y los bendijo con estas palabras:

«Que el Dios en cuya presencia

caminaron mis padres, Abraham e Isaac,

el Dios que ha sido mi pastor

desde el día en que nací hasta hoy,

el ángel que me ha rescatado de todo mal,

bendiga a estos jóvenes.

Que por medio de ellos sea recordado mi nombre

y el de mis padres, Abraham e Isaac.

Que crezcan y se multipliquen

sobre la tierra».

A José no le agradó ver que su padre pusiera su mano derecha sobre la cabeza de Efraín, así que tomando la mano de su padre, la pasó de la cabeza de Efraín a la de Manasés, mientras reclamaba:

—¡Así no, padre mío! ¡Pon tu mano derecha sobre la cabeza de este, que es el primogénito!

Pero su padre se resistió y contestó:

—¡Ya lo sé, hijo, ya lo sé! También él gestará a un pueblo y llegará a ser importante. Pero su hermano menor será aún más importante y su descendencia dará origen a muchas naciones.

Aquel día Jacob los bendijo así:

«Esta será la bendición que en Israel se habrá de pronunciar:

“Que Dios haga contigo como a Efraín y a Manasés”».

De este modo Israel dio a Efraín la primacía sobre Manasés.

Finalmente, Israel dijo a José:

—Yo estoy a punto de morir, pero Dios estará con ustedes y los hará volver a la tierra de sus antepasados. Y a ti, que estás por encima de tus hermanos, te doy Siquén,48:22 Siquén. Alt. una franja de tierra. Palabra de difícil traducción. tierra que arrebaté a los amorreos con mi espada y con mi arco.

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