耶利米書 4 – CCBT & NVI

Chinese Contemporary Bible 2023 (Traditional)

耶利米書 4:1-31

1耶和華說:「以色列啊,

如果你回轉,

回轉歸向我,

從我眼前除掉可憎的神像,

不再離開我;

2如果你本著誠實、正直、公義,

憑永活的耶和華起誓,

你必成為萬國的祝福,

得到他們的尊敬4·2 「你必成為萬國的祝福,得到他們的尊敬」或譯「萬國必得到耶和華的祝福,並以祂為榮」。。」

3耶和華對猶大人和耶路撒冷人說:

「要開墾你們的荒地,

不要在荊棘中撒種。

4猶大人和耶路撒冷的居民啊,

你們要自行割禮,

除掉心中的污垢,歸向耶和華。

不然,我必因你們的惡行而發烈怒,如火燃燒,

無人能夠撲滅。

5「你們要在猶大傳講,在耶路撒冷宣告,

『要在全國吹響號角。』

高聲呼喊,

『要集合起來,

我們要逃進堅城。』

6你們要向錫安舉起旗幟,

趕快逃亡,不要遲延,

因為我要從北方降下災禍,

大肆毀滅。」

7毀滅列國者已出動,

如獅子衝出巢穴,

要使你們的土地荒涼,

城邑淪為廢墟,無人居住。

8為此,你們要腰束麻布,

嚎啕大哭,

因為耶和華向我們發的烈怒還沒有止息。

9耶和華說:「到那天,君王必嚇壞,官長必喪膽,祭司和先知必驚駭。」 10我說:「唉!主耶和華啊,你完全欺騙了這群百姓和耶路撒冷人,因為你說,『你們會安享太平。』其實劍鋒已抵著他們的咽喉了。」

11那時,耶和華必對這群百姓和耶路撒冷人說:「一陣熱風從荒野光禿的山頭吹向我的子民,不是為揚場、吹淨糠秕。 12那是我發出的一陣強風。現在我要宣告我對他們的審判。」

13看啊,仇敵必如雲湧來,

他的戰車快如旋風,

他的戰馬比飛鷹還快。

我們有禍了!

我們滅亡了!

14耶路撒冷啊,

要洗去你內心的邪惡,

這樣你才能得救。

你心懷惡念要到何時呢?

15傳來消息,

以法蓮山區報出惡訊。

16耶和華說:「你們去通知列國,

耶路撒冷宣告,

『圍攻的人從遠方來,

猶大的城邑高聲喊殺,

17像看守田園一樣包圍耶路撒冷

因為耶路撒冷背叛了我。』

這是耶和華說的。

18你的所作所為給你招致這災禍,

你是罪有應得,你會痛徹心肺!」

19我的心啊,我的心啊!

我傷心欲絕,煩躁不安。

我無法保持緘默,

因為我聽見了號角聲和戰爭的吶喊。

20惡訊頻傳,山河破碎,

我的帳篷忽然倒塌,

幔子頃刻破裂。

21我還要看這旌旗、

聽這號聲到何時呢?

22耶和華說:「我的子民愚頑,

不認識我,

是蒙昧無知的兒女,

善於行惡,不知行善。」

23我俯瞰大地,

只見一片空虛混沌;

我觀看天空,毫無亮光。

24我眺望群山,只見大山在顫抖,

小山在搖晃。

25我四下觀看,只見杳無人煙,

飛鳥絕跡。

26我四下觀看,只見良田變荒野,

城邑都在耶和華的烈怒下淪為廢墟。

27耶和華說:「遍地將要荒涼,

然而我不會徹底毀滅大地。

28因此,地要悲哀,

天要昏暗,

因為我言出必行,

我心意已決,絕不反悔。」

29各城的人聽到騎兵和弓箭手的吶喊,

都紛紛逃命。

有的跑入叢林,有的爬進巖洞。

各城荒棄,無人居住。

30你這荒涼的城啊!

你在做什麼?

縱然你穿上紅袍,

戴上金飾,

描眉畫眼,

又有什麼用呢?

你的情人藐視你,

要殺害你。

31我聽見好像婦人分娩時的喊叫聲,

好像婦人生頭胎時的痛苦呻吟。

那是少女錫安的喊叫聲,

她在喘息,伸出雙手說:

「噢!我有禍了,

我要死在殺戮者手上了。」

Nueva Versión Internacional

Jeremías 4:1-31

1«Israel, si piensas volver,

vuélvete a mí»,

afirma el Señor.

«Si quitas de mi vista tus ídolos abominables

y no te alejas de mí,

2si con fidelidad, justicia y rectitud

juras diciendo: “Tan cierto como que el Señor vive”,

entonces en él serán benditas las naciones

y en él se gloriarán».

3Así dice el Señor a los habitantes de Judá y de Jerusalén:

«Abran surcos en terrenos no labrados

y no siembren entre espinos.

4Habitantes de Judá y de Jerusalén,

circunciden sus corazones:

circuncídense para honrar al Señor,

no sea que por la maldad de sus obras

mi furor se encienda como el fuego

y arda sin que nadie pueda apagarlo.

La amenaza del norte

5»¡Anúncienlo en Judá, proclámenlo en Jerusalén!

¡Toquen la trompeta por toda esta tierra!

Griten a voz en cuello:

“¡Reúnanse y entremos

en las ciudades fortificadas!”.

6¡Alcen la señal para ir a Sión!

¡Busquen refugio, no se detengan!

Porque yo traigo del norte

calamidad y gran destrucción».

7Un león ha salido del matorral,

un destructor de naciones se ha puesto en marcha;

ha salido de su lugar de origen

para desolar tu tierra;

tus ciudades quedarán en ruinas

y totalmente despobladas.

8Por esto, vístanse de luto,

laméntense y giman,

porque la ardiente ira del Señor

no se ha apartado de nosotros.

9«En aquel día desfallecerá

el corazón del rey y de los oficiales;

los sacerdotes se llenarán de pánico

y los profetas quedarán atónitos»,

afirma el Señor.

10Yo dije: «¡Ah, mi Señor y Dios, cómo has engañado a este pueblo y a Jerusalén! Dijiste: “Tendrán paz”, pero tienen la espada en el cuello».

11En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: «Desde las lomas desoladas del desierto sopla un viento abrasador en dirección a mi pueblo. No es el viento que sirve para aventar ni para limpiar el trigo; 12el viento que haré venir es demasiado fuerte para eso, porque yo mismo dictaré sentencia contra ellos».

13¡Mírenlo avanzar como las nubes!

¡Sus carros de guerra parecen un huracán!

¡Sus caballos son más veloces que las águilas!

¡Ay de nosotros! ¡Estamos perdidos!

14Jerusalén, limpia de maldad tu corazón

para que seas salvada.

¿Hasta cuándo hallarán lugar en ti

los pensamientos perversos?

15Una voz anuncia desgracia

desde Dan y desde las montañas de Efraín.

16«Adviertan a las naciones,

proclámenlo contra Jerusalén:

“De lejanas tierras vienen sitiadores

lanzando gritos de guerra contra las ciudades de Judá”.

17La rodean como quien cuida un campo,

porque ella se rebeló contra mí»,

afirma el Señor.

18«Tu conducta y tus acciones

te han causado todo esto.

Este es tu castigo.

¡Qué amargo es!

¡Cómo te ha calado en el propio corazón!».

19¡Qué angustia, qué angustia!

¡Me retuerzo de dolor!

Mi corazón se agita.

¡Ay, corazón mío!

¡No puedo callarme!

Puedo escuchar el toque de trompeta

y el grito de guerra.

20Un desastre llama a otro desastre;

toda mi tierra está devastada.

De repente fueron destruidas

las cortinas y las tiendas donde habito.

21¿Hasta cuándo tendré que ver la bandera

y escuchar el toque de la trompeta?

22«Mi pueblo es necio,

no me conoce;

son hijos insensatos

que no tienen entendimiento.

Son hábiles para hacer el mal;

no saben hacer el bien».

23Miré a la tierra

y estaba sin forma y vacía;

miré a los cielos

y no había luz.

24Miré las montañas

y estaban temblando;

¡se sacudían todas las colinas!

25Miré y no quedaba nadie;

habían huido todas las aves del cielo.

26Miré y la tierra fértil era un desierto;

estaban en ruinas todas las ciudades,

por la acción del Señor,

por causa de su ardiente ira.

27Así dice el Señor:

«Toda la tierra quedará desolada,

pero no la destruiré por completo.

28Por eso la tierra estará de luto

y los altos cielos se oscurecerán,

pues ya lo dije y no me retractaré;

lo he decidido y no me volveré atrás».

29Ante el ruido de jinetes y arqueros

huye toda la ciudad.

Algunos se meten en los matorrales,

otros trepan por los peñascos.

Toda la ciudad queda abandonada;

¡no queda un solo habitante!

30¿Qué piensas hacer, ciudad devastada?

¿Para qué te vistes de color púrpura?

¿Para qué te pones joyas de oro?

¿Para qué te maquillas los ojos?

En vano te embelleces,

pues tus amantes te desprecian;

solo buscan tu muerte.

31Oigo el grito como de parturienta,

quejidos como de primeriza.

Es el grito de la hija de Sión, que respira con dificultad;

que extiende los brazos y dice:

«¡Ay de mí, que desfallezco!

¡Estoy en manos de asesinos!».