創世記 43 – CCBT & NVI

Chinese Contemporary Bible 2023 (Traditional)

創世記 43:1-34

約瑟的哥哥們再下埃及

1那地方的饑荒仍然非常嚴重, 2他們從埃及帶回來的糧食吃完了,他們的父親對他們說:「你們再去買些糧食吧。」 3猶大說:「那人嚴厲地警告我們,『不把你們的弟弟帶來,你們就不要再來見我。』 4你若讓弟弟跟我們同去,我們就去給你買糧。 5你若不讓他跟我們同去,我們就不去給你買糧。因為那人說,『你們不把弟弟帶來,就不要再來見我。』」

6以色列說:「你們為什麼這樣害我,告訴他你們還有一個弟弟呢?」 7他們回答說:「那人詳細詢問我們和我們家人的情況,問我們的父親是否在世,還有沒有弟兄。我們如實回答,怎會想到他非要我們把弟弟帶去呢?」

8猶大對父親以色列說:「你就讓這孩子跟我同去吧,我們好立刻動身,這樣我們一家老小才能保住性命,不致餓死。 9我親自擔保他的安全,你可以向我要人。我若不把他帶回來見你,情願一生擔罪。 10我們若是沒有耽擱的話,現在已經往返兩趟了。」

11他們的父親以色列說:「事到如今,只好這樣了。你們袋子裡帶一些上好的乳香、蜂蜜、香料、沒藥、榧子和杏仁等土產,去送給那人作禮物吧。 12你們還要帶雙倍的錢,好歸還上次留在你們口袋中的錢,那次可能是弄錯了。 13帶你們的弟弟去見那人吧! 14願全能的上帝叫那人憐憫你們,讓西緬便雅憫回來。我若喪子就喪子吧!」

15於是,他們就帶著便雅憫、禮物和雙倍的錢去埃及約瑟16約瑟看見便雅憫和他們同來,就對管家說:「你帶他們到我家裡去,宰殺牲畜,預備宴席,中午他們要跟我一起吃飯。」 17管家照約瑟的吩咐,帶他們到約瑟家裡。 18他們被帶到約瑟家後非常害怕,說:「他把我們帶到這裡來,是因為上次放回我們口袋的錢。他想害我們,強迫我們做他的奴僕,搶我們的驢。」

19他們走到約瑟的管家跟前,在房門口對他說: 20「主啊,我們上次曾來這裡買糧。 21但在回家的途中住宿時,我們打開口袋,發現我們帶來買糧的錢分毫不少地放在那裡。我們把這些錢帶回來了, 22又另外帶了一些錢來買糧。我們不知道誰把買糧的錢放進了我們的口袋。」

23管家說:「你們放心,不要害怕,你們口袋裡的錢財是你們的上帝,你們父親的上帝賜給你們的。我已經收了你們買糧的錢。」他就把西緬帶出來見他們, 24接著帶他們進約瑟的家,給他們水洗腳,給他們的驢餵草料。 25他們知道要在那裡吃午餐,就預備好禮物,等約瑟中午回來。

26約瑟回到家裡後,他們就把帶來的禮物獻給他,向他俯伏下拜。 27約瑟向他們問好,然後說:「你們提起過你們的老父親,他安康嗎?還健在嗎?」 28他們回答說:「你僕人——我們的父親仍然健在,安康。」說完了,又向他下拜。 29約瑟抬眼看見了自己的同胞弟弟便雅憫,就問道:「這就是你們所說那位最小的弟弟嗎?」他又對便雅憫說:「孩子,願上帝施恩給你。」 30約瑟愛弟之心油然而生,急忙出去找哭的地方。他到自己的房間裡哭了一場。

31他洗過臉出來,控制著自己的感情,吩咐人擺飯。 32約瑟自己一桌,他的弟兄們一桌,那些和他們一起吃飯的埃及人一桌,因為埃及人厭惡希伯來人,不與他們同席。 33約瑟讓他的弟兄們按照長幼次序在他對面坐,他們面面相覷,非常驚訝。 34約瑟吩咐人把自己面前的菜餚分給他們,便雅憫得的那份比其他弟兄多五倍。他們盡情地和約瑟一同吃喝。

Nueva Versión Internacional

Génesis 43:1-34

Los hermanos de José vuelven a Egipto

1El hambre seguía aumentando en aquel país. 2Llegó el momento en que se les acabó el alimento que habían llevado de Egipto. Entonces su padre dijo:

—Vuelvan a Egipto y compren un poco más de alimento para nosotros.

3Pero Judá le recordó:

—Aquel hombre nos advirtió claramente que no nos presentáramos ante él, a menos que lo hiciéramos con nuestro hermano menor. 4Si tú nos permites llevar a nuestro hermano menor, iremos a comprarte alimento. 5De lo contrario, no iremos. Aquel hombre fue muy claro en cuanto a no presentarnos ante él sin nuestro hermano menor.

6—¿Por qué me han causado este mal? —inquirió Israel—. ¿Por qué le dijeron a ese hombre que tenían otro hermano?

7—Porque aquel hombre nos preguntó específicamente acerca de nuestra familia —respondieron ellos—. “¿Vive todavía el padre de ustedes? —nos preguntó—. ¿Tienen algún otro hermano?”. Lo único que hicimos fue responder a sus preguntas. ¿Cómo íbamos a saber que nos pediría llevar a nuestro hermano menor?

8Judá dijo a su padre Israel:

—Bajo mi responsabilidad, envía al muchacho y nos iremos ahora mismo, para que nosotros y nuestros hijos podamos seguir viviendo. 9Yo te respondo por su seguridad; a mí me pedirás cuentas. Si no te lo devuelvo sano y salvo, yo seré el culpable ante ti para toda la vida. 10Si no nos hubiéramos demorado tanto, ¡ya habríamos ido y vuelto dos veces!

11Entonces Israel, su padre, dijo:

—Ya que no hay más remedio, hagan lo siguiente: Echen en sus costales los mejores productos de esta región y llévenselos de regalo a ese hombre: un poco de bálsamo, un poco de miel, perfumes, mirra, nueces, almendras. 12Lleven también el doble del dinero, pues deben devolver el que estaba en sus bolsas, ya que seguramente fue un error. 13Vayan con su hermano menor y preséntense ante ese hombre. 14¡Que el Dios Todopoderoso permita que ese hombre les tenga compasión y deje libre a su otro hermano, y además vuelvan con Benjamín! En cuanto a mí, si he de perder a mis hijos, ¡qué le voy a hacer! ¡Los perderé!

15Ellos tomaron los regalos, el doble del dinero y a Benjamín; entonces emprendieron el viaje a Egipto. Allí se presentaron ante José. 16Cuando este vio a Benjamín con ellos, dijo a su mayordomo: «Lleva a estos hombres a mi casa. Luego, mata un animal y prepáralo, pues estos hombres comerán conmigo al mediodía».

17El mayordomo cumplió la orden y los llevó a la casa de José. 18Al ver ellos que los llevaban a la casa de José, se asustaron mucho y se dijeron: «Nos llevan por causa del dinero que se puso en nuestras bolsas la vez pasada. Ahora nos atacarán, nos acusarán y hasta nos harán sus esclavos con nuestros asnos».

19Entonces se acercaron al mayordomo de la casa de José y antes de entrar le dijeron:

20—Perdón, señor, nosotros ya vinimos antes para comprar alimento; 21pero a nuestro regreso, cuando acampamos para pasar la noche, descubrimos que en cada una de nuestras bolsas estaba el dinero que habíamos pagado. Pero lo hemos traído para devolverlo. 22También hemos traído más dinero para comprar alimento. ¡No sabemos quién pudo haber puesto el dinero de vuelta en nuestras bolsas!

23—Está bien, no tengan miedo —contestó aquel hombre—. El Dios de ustedes y de su padre habrá puesto ese tesoro en sus bolsas. A mí me consta que recibí el dinero que ustedes pagaron.

El mayordomo llevó a Simeón 24y a todos los hizo pasar a la casa de José. Allí les dio agua para que se lavaran los pies y dio de comer a sus asnos. 25Ellos, por su parte, prepararon los regalos, mientras esperaban que José llegara al mediodía, pues habían oído que comerían allí.

26Cuando José entró en su casa, le entregaron los regalos que habían llevado y se postraron rostro en tierra ante él. 27José les preguntó cómo estaban y añadió:

—¿Cómo está su padre, el anciano del cual me hablaron? ¿Vive todavía?

28—Nuestro padre, su siervo, se encuentra bien y todavía vive —respondieron ellos.

Enseguida se arrodillaron y se postraron ante él para honrarlo. 29José miró a su alrededor y al ver a Benjamín, su hermano de padre y madre, preguntó:

—¿Es este su hermano menor, del cual me habían hablado? ¡Que Dios te bendiga, hijo mío!

30Conmovido por la presencia de su hermano y no pudiendo contener el llanto, José salió de prisa. Entró en su habitación y allí se echó a llorar.

31Después se lavó la cara y, ya más calmado, salió y ordenó: «¡Sirvan la comida!».

32A José le sirvieron en un sector, a los hermanos en otro, y en otro más a los egipcios que comían con José. Los egipcios no comían con los hebreos porque, para los habitantes de Egipto, era una abominación. 33Los hermanos de José estaban sentados frente a él, de mayor a menor, y unos a otros se miraban con asombro. 34Las porciones eran servidas desde la mesa de José, pero a Benjamín se le servían porciones cinco veces más grandes que a los demás. En compañía de José, todos bebieron y se alegraron.