耶利米书 32 – CCB & NVI

Chinese Contemporary Bible 2022 (Simplified)

耶利米书 32:1-44

耶利米买田

1犹大西底迦第十年,就是尼布甲尼撒第十八年,耶和华的话传给了耶利米2那时,巴比伦王的军队正围攻耶路撒冷耶利米先知被囚禁在犹大王宫中护卫的院子里。 3犹大西底迦囚禁了他,责问他为什么预言说:“耶和华说,‘看啊,我要把这座城交在巴比伦王手中,他必攻占这座城。 4犹大西底迦逃不出迦勒底人的手心,必落入巴比伦王手中,与他面对面、眼对眼地说话。 5他必把西底迦带到巴比伦西底迦要住在那里,直到我惩罚他。你们和迦勒底人作战注定要失败。这是耶和华说的。’”

6耶利米说:“耶和华对我说, 7‘看啊,你叔父沙龙的儿子哈拿篾会来找你,让你买下他在亚拿突的那块田地,说你是他的近亲,理当买下它。’” 8果然如耶和华所言,我堂兄弟哈拿篾到护卫的院子里对我说:“我在便雅悯境内的亚拿突有一块田,求你买下它,因为你有权承接和买赎。求你买下吧!”我知道这是耶和华的旨意。 9-10于是,我从堂兄弟哈拿篾手里买了亚拿突的那块田。我签订了契约,封好,请来证人并秤了四两银子给他。 11我拿着列明条款、一份加了封印和一份没有加封印的地契, 12当着堂兄弟哈拿篾、在地契上签名的证人和护卫院子里所有犹大人的面,把地契交给玛西雅的孙子、尼利亚的儿子巴录13我当众对巴录说: 14以色列的上帝——万军之耶和华吩咐你把封印的和没有封印的两份地契放在一个瓦瓶里,长期保存。 15因为以色列的上帝——万军之耶和华说,将来必有人在这里重新买房屋、田地和葡萄园。”

16我把地契交给尼利亚的儿子巴录之后,便向耶和华祷告说: 17“主耶和华啊,看啊,你伸出臂膀以大能创造天地,你无所不能。 18你恩待千万人,也向后世的子孙追讨他们祖先所犯的罪。伟大全能的上帝啊!你名叫万军之耶和华。 19你有伟大的计划和大能的作为,你鉴察世人的一举一动,按照各人的行为施行赏罚。 20你曾在埃及行神迹奇事,现今仍在以色列和世人中间行神迹奇事,使自己威名远扬,正如今日。 21你伸出臂膀用大能的手行神迹奇事及可畏的事,领你的以色列子民出了埃及22你信守对他们祖先的应许,赐给他们这奶蜜之乡。 23他们进入并得到这块土地之后,却不听你的话,也不遵行你的律法,对你的吩咐置若罔闻,因此你使他们大祸临头。 24看啊,敌人已经修筑高台要攻打这城,这城要因刀剑、饥荒和瘟疫而落入迦勒底人手中。你所说的都应验了,你也看见了。 25主耶和华啊!虽然这城快要落入迦勒底人手中了,可是你还要我在证人面前买下这块地。”

26耶和华对耶利米说: 27“看啊,我是耶和华,是所有世人的上帝,难道有我做不到的事吗? 28看啊,我要把这城交在巴比伦尼布甲尼撒和他率领的迦勒底人手中,让他们攻取这城。这是耶和华说的。 29攻城的迦勒底人必放火焚城,把城中的房屋付之一炬,城中的居民曾在房顶上向巴力烧香、向其他神明奠酒,惹我发怒。 30以色列人和犹大人自幼就行我视为恶的事,以色列人的所作所为惹我发怒。这是耶和华说的。 31这城自从建立以来直到如今一直惹我发怒,以致我决意从眼前毁灭它。 32以色列犹大的君王和官长、祭司和先知、犹大百姓和耶路撒冷居民的恶行让我愤怒。 33他们不是面向我而是背对我,我不厌其烦地教导他们,他们却不肯听,不受教。 34他们把可憎的神像放在我的殿中,玷污了我的殿; 35他们在欣嫩子谷为巴力建丘坛,用自己的儿女作祭物献给摩洛,使犹大陷入罪中。我从未吩咐他们做如此可憎之事,连想都没想过。

36“你们说这座城要因刀剑、饥荒和瘟疫而落入巴比伦王手中,但以色列的上帝耶和华说, 37‘看啊,我曾在怒气、义愤和烈怒中把他们驱散到各地,我也必招聚他们,领他们回到故土,使他们安居乐业。 38他们要做我的子民,我要做他们的上帝。 39我要使他们同心合意,永远敬畏我,使他们和子孙得到福乐。 40我要与他们立永远的约,永远恩待他们,使他们对我心存敬畏,不再背弃我。 41我必以恩待他们为乐,全心全意在这地方培育他们。’

42“耶和华说,‘我曾降下这一切灾祸给他们,我也要把我应许的福乐赐给他们。 43你们说这地方落在了迦勒底人手中,变得一片荒凉,人畜绝迹。但将来这地方必再有人置买田产。 44便雅悯境内,耶路撒冷周围和犹大的城邑,以及山区、丘陵、南地的城邑中,必有人用银子置买田地,签订地契,盖封印,请人作证,因为我必使被掳的人回到故土。这是耶和华说的。’”

Nueva Versión Internacional

Jeremías 32:1-44

Parábola del terreno

1Esta es la palabra del Señor, que vino a Jeremías en el año décimo del reinado de Sedequías en Judá, es decir, en el año dieciocho de Nabucodonosor. 2En aquel tiempo el ejército del rey de Babilonia mantuvo sitiada a Jerusalén y el profeta Jeremías estuvo preso en el patio de la guardia del palacio real.

3Sedequías, el rey de Judá, lo tenía preso y le reprochaba: «¿Por qué andas profetizando: “Así dice el Señor”? Andas proclamando que el Señor dice: “Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia. Él la capturará 4y Sedequías, rey de Judá, no escapará de la mano de los babilonios,32:4 Lit. caldeos. sino que será entregado en manos del rey de Babilonia y hablará con él cara a cara y lo verá con sus ojos. 5El Señor afirma que Sedequías será llevado a Babilonia; allí se quedará hasta que yo vuelva a ocuparme de él. Si ustedes combaten contra los babilonios, no vencerán”».

6Jeremías respondió: «La palabra del Señor vino a mí 7y me dijo: “Janamel, hijo de tu tío Salún, vendrá a pedirte que le compres el campo que está en Anatot, pues tienes el derecho y la responsabilidad de rescatarlo por ser el pariente más cercano”.32:7 el derecho … más cercano. Lit. el derecho de rescate para comprarlo; también en v. 8 (véase Lv 25:25-28).

8»En efecto, conforme a la palabra del Señor, mi primo Janamel vino a verme en el patio de la guardia y me dijo: “Compra ahora mi campo que está en Anatot, en el territorio de Benjamín, ya que tú tienes el derecho y la responsabilidad de rescatarlo por ser el pariente más cercano”.

»Entonces comprendí que esto era palabra del Señor, 9y compré a mi primo Janamel el campo de Anatot; pesé y pagué diecisiete siclos32:9 Es decir, aprox. 196 g. de plata. 10Reuní a los testigos, firmé la escritura, la sellé y pesé la plata en la balanza. 11Luego tomé la copia sellada y la copia abierta de la escritura con las condiciones de compra 12y se las entregué a Baruc, hijo de Nerías y nieto de Maseías, en presencia de mi primo Janamel, de los testigos que habían firmado la escritura y de todos los judíos que estaban sentados en el patio de la guardia.

13»Con ellos como testigos, ordené a Baruc: 14“Así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: ‘Toma la copia sellada y la copia abierta de esta escritura y guárdalas en una vasija de barro para que se conserven mucho tiempo’. 15Porque así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: ‘De nuevo volverán a comprarse casas, campos y viñedos en esta tierra’ ”.

16»Después de entregarle la escritura a Baruc, hijo de Nerías, oré al Señor:

17»¡Ah, mi Señor y Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible. 18Muestras tu gran amor a multitud de generaciones, pero también castigas la maldad de los padres en sus descendientes. ¡Oh Dios, grande y fuerte; tu nombre es el Señor de los Ejércitos! 19Tus proyectos son grandiosos y magníficas tus obras. Tus ojos observan todo lo que hace la humanidad para dar a cada uno lo que merece, según su conducta y los frutos de sus acciones. 20Tú hiciste señales milagrosas y prodigios en la tierra de Egipto y hasta el día de hoy los sigues haciendo, tanto en Israel como en todo el mundo; así te has conquistado la fama que hoy tienes. 21Tú sacaste de Egipto a tu pueblo con gran despliegue de poder, señales milagrosas, prodigios y gran terror. 22Diste a Israel esta tierra, donde abundan la leche y la miel, tal como se lo habías jurado a sus antepasados. 23Pero, cuando entraron y tomaron posesión de ella no te obedecieron ni acataron tu Ley; tampoco hicieron lo que habías ordenado. Por eso les enviaste toda esta desgracia.

24»Ahora las rampas de ataque han llegado hasta la ciudad para conquistarla. A causa de la espada, el hambre y la pestilencia, la ciudad caerá en manos de los babilonios que la atacan. Todo lo que habías anunciado se está cumpliendo; tú mismo lo estás viendo. 25Mi Señor y Dios, a pesar de que la ciudad caerá en manos de los babilonios, tú me has dicho: “Cómprate el campo al contado en presencia de testigos”».

26Entonces vino la palabra del Señor a Jeremías: 27«Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí? 28Por eso, así dice el Señor: Voy a entregar esta ciudad en manos de los babilonios y de Nabucodonosor, su rey, y él la tomará. 29Los babilonios que ataquen esta ciudad entrarán en ella y le prenderán fuego, así como a las casas en cuyas azoteas se quemaba incienso a Baal y donde para provocar mi ira se derramaban ofrendas líquidas a otros dioses.

30»Porque desde su juventud el pueblo de Israel y el de Judá solamente han hecho lo malo ante mí. El pueblo de Israel no ha dejado de provocar mi ira con la obra de sus manos, afirma el Señor. 31Desde el día en que construyeron esta ciudad hasta hoy, ella ha sido para mí motivo de ira y de furor. Por eso la quitaré de mi presencia, 32por todo el mal que han cometido los pueblos de Israel y de Judá: ellos, sus reyes, sus oficiales, sus sacerdotes y sus profetas, todos los habitantes de Judá y de Jerusalén. 33Ellos no me miraron de frente, sino que me dieron la espalda. Y aunque una y otra vez les enseñaba, no escuchaban ni aceptaban corrección. 34Colocaban sus ídolos abominables en la casa que lleva mi Nombre y así la profanaban. 35También construían altares a Baal en el valle de Ben Hinón para sacrificar a sus hijos e hijas a Moloc, cosa detestable que yo no había ordenado y que ni siquiera se me había ocurrido. De este modo hacían pecar a Judá.

36»Por tanto, así dice el Señor, Dios de Israel, acerca de esta ciudad que, según ustedes, caerá en manos del rey de Babilonia por la espada, el hambre y la pestilencia: 37Voy a reunirlos de todos los países adonde en mi ira, furor y terrible enojo los dispersé, y los haré volver a este lugar para que vivan seguros. 38Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. 39Yo les daré un solo corazón y un solo camino, a fin de que siempre me teman, para su propio bien y el de sus hijos. 40Haré con ellos un pacto eterno: nunca dejaré de estar con ellos para mostrarles mi favor; pondré mi temor en sus corazones, así no se apartarán de mí. 41Me regocijaré en favorecerlos y con todo mi corazón y con toda mi alma los plantaré firmemente en esta tierra.

42»Así dice el Señor: Tal como traje esta gran calamidad sobre este pueblo, yo mismo voy a traer sobre ellos todo el bien que he prometido. 43Se comprarán campos en esta tierra, de la cual ustedes dicen: “Es una tierra desolada, sin gente ni animales, porque fue entregada en manos de los babilonios”. 44En la tierra de Benjamín y en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, de la región montañosa, de la llanura y del Néguev, se comprarán campos por dinero, se firmarán escrituras y se sellarán ante testigos —afirma el Señor—, porque yo los haré volver del cautiverio».