使徒行传 5 – CCB & NVI

Chinese Contemporary Bible 2022 (Simplified)

使徒行传 5:1-42

欺骗圣灵

1一个名叫亚拿尼亚的人与妻子撒非喇也把田产卖了。 2他私自留下一部分钱,然后把其余的拿去交给使徒,这件事他妻子也知道。 3彼得说:“亚拿尼亚,为什么撒旦充满了你的心,以致你欺骗圣灵,私自留下一些卖地的钱呢? 4田产没有卖的时候属于你,即使卖了,卖地的钱也由你支配。你怎么想到做这种事呢?你不是欺骗人,你是欺骗上帝!” 5亚拿尼亚听见这话,当场倒地而死。听见这件事的人都非常惧怕。 6有几个青年上前把他的尸体裹起来,抬出去埋葬了。

7大约过了三个小时,亚拿尼亚的妻子也进来了,她还不知道发生了什么事。 8彼得问她:“你们卖田地的钱就这么多吗?”她说:“是的,就这么多。”

9彼得说:“你们二人怎么串通起来试探主的灵呢?埋葬你丈夫的人就到门口了,他们也要把你抬出去。” 10撒非喇立刻倒在彼得脚前死了。那些青年进来看见她已经死了,便把她抬出去葬在她丈夫的旁边。 11整个教会和听见这件事的人都非常惧怕。

神迹奇事

12主借着使徒们在百姓中行了许多神迹奇事,大家同心合意地在所罗门廊那里聚会。 13其他人不敢接近他们,不过百姓都很敬重他们。 14信主的人数不断增加,男女都很多。 15人们甚至把病人抬到街上,放在床上或垫子上,希望彼得路过时的影子可以落在病人身上。 16还有大群的人从耶路撒冷附近的城镇带着病人和被污鬼搅扰的人赶来,他们都得了医治。

使徒受迫害

17大祭司和他的同党撒都该人看见这情形,妒火中烧, 18便把使徒拘捕,关在监牢。 19当晚,有一位主的天使把狱门打开,领他们出来, 20说:“你们到圣殿去,把这生命之道传给百姓。” 21使徒遵从命令,在黎明的时候进入圣殿开始教导众人。

大祭司和他的同党召集了公会5:21 公会是犹太人的最高立法与司法机关。的全体以色列长老,然后派人去监狱把使徒押来。 22差役来到监狱时,发现使徒已经不见了,就回去禀告,说: 23“我们看见牢门紧锁,守卫都站在门外,但打开门一看,里面却空无一人!”

24圣殿护卫长和祭司长听后,都很困扰,不知道是怎么回事。 25这时有人来报告说:“你们关押在牢里的人正在圣殿里教导人!” 26圣殿护卫长和差役再去把使徒带来。这次他们不敢动粗,生怕百姓会用石头打他们。

27使徒被带来之后,站在公会前,大祭司盘问他们,说: 28“我们不是严禁你们奉耶稣的名去教导百姓吗?你们竟然在耶路撒冷各处传道,还想把杀那人的血债归到我们身上!”

29彼得和其他使徒申辩说:“我们要服从的是上帝,而非人。 30你们钉死在十字架上的耶稣,我们祖先的上帝已经使祂复活了。 31上帝把祂提升到自己的右边,立祂为君王和救主,好赐给以色列人悔改的机会,使他们的罪得到赦免。 32我们就是这些事的见证人,上帝赐给顺服祂之人的圣灵也同样做见证。”

33他们听了,怒气冲天,打算杀掉使徒。 34公会中有一位名叫迦玛列的法利赛人,是个德高望重的律法教师。他站起来,叫人把使徒暂且押到外面, 35然后说:“以色列人啊,你们应当慎重处置这些人。 36之前,有个名叫杜达的人起来自立山头,吸引了差不多四百个跟随者,但他被杀之后,那些跟随者就各奔东西,销声匿迹了。 37后来,又有个加利利犹大在户口登记期间鼓动百姓跟随他造反。他被杀之后,那些跟随者也烟消云散了。 38所以,像现在这种情形,我劝大家还是不要管他们,随他们去吧。他们的计划和行为如果是出于人意,终必失败; 39但如果是出于上帝,你们不但无法阻止他们,恐怕发现自己是在抵挡上帝!”

40公会采纳了他的意见,于是把使徒召回来打了一顿,再次警告他们不可奉耶稣的名传道,才放了他们。 41使徒欢欢喜喜地离开公会,因为他们在主看来配得上为祂的名受辱。 42他们每天在圣殿里及各家各户教导人,不断地传扬耶稣是基督。

Nueva Versión Internacional

Hechos 5:1-42

Ananías y Safira

1Un hombre llamado Ananías, con su esposa Safira, también vendió una propiedad. 2En complicidad con su esposa, se quedó con parte del dinero y puso el resto a disposición de los apóstoles.

3—Ananías —le reclamó Pedro—, ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón para que mintieras al Espíritu Santo y te quedaras con parte del dinero que recibiste por el terreno? 4¿Acaso no era tuyo antes de venderlo? Y una vez vendido, ¿no estaba el dinero en tu poder? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? ¡No has mentido a los hombres, sino a Dios!

5Al oír estas palabras, Ananías cayó muerto. Y un gran temor se apoderó de todos los que se enteraron de lo sucedido. 6Entonces se acercaron los más jóvenes, envolvieron el cuerpo, se lo llevaron y le dieron sepultura.

7Unas tres horas más tarde entró la esposa sin saber lo que había ocurrido.

8—Dime —le preguntó Pedro—, ¿vendieron ustedes el terreno por tal precio?

—Sí —dijo ella—, por tal precio.

9—¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? —le recriminó Pedro—. ¡Mira! Los que sepultaron a tu esposo están a la puerta y ahora te llevarán a ti.

10En ese mismo instante ella cayó muerta a los pies de Pedro. Entonces entraron los jóvenes y, al verla muerta, se la llevaron y le dieron sepultura al lado de su esposo. 11Y un gran temor se apoderó de toda la iglesia y de todos los que se enteraron de estos sucesos.

Los apóstoles sanan a muchas personas

12Por medio de los apóstoles ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón. 13Nadie entre el pueblo se atrevía a juntarse con ellos, aunque los elogiaban. 14Y seguía aumentando el número de los que creían en el Señor. 15Era tal la multitud de hombres y mujeres que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos. 16También de los pueblos vecinos a Jerusalén acudían multitudes que llevaban personas enfermas y atormentadas por espíritus malignos, y todas eran sanadas.

Persiguen a los apóstoles

17El sumo sacerdote y todos sus partidarios, que pertenecían a la secta de los saduceos, se llenaron de envidia. 18Entonces arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel común. 19Pero en la noche un ángel del Señor abrió las puertas de la cárcel y los sacó. 20«Vayan —les dijo—, preséntense en el Templo y comuniquen al pueblo todo sobre esta nueva vida».

21Conforme a lo que habían oído, al amanecer entraron en el Templo y se pusieron a enseñar. Cuando llegaron el sumo sacerdote y sus partidarios, convocaron al Consejo, es decir, a la asamblea general de los líderes religiosos de Israel, y mandaron traer de la cárcel a los apóstoles. 22Pero al llegar los guardias a la cárcel, no los encontraron. Así que volvieron con el siguiente informe: 23«Encontramos la cárcel cerrada, con todas las medidas de seguridad, y a los guardias firmes a las puertas; pero cuando abrimos, no encontramos a nadie adentro».

24Al oírlo, el capitán de la guardia del Templo y los jefes de los sacerdotes se quedaron perplejos, preguntándose en qué terminaría todo aquello. 25En esto, se presentó alguien que les informó: «¡Miren! Los hombres que ustedes metieron en la cárcel están en el Templo y siguen enseñando al pueblo». 26Fue entonces el capitán con sus guardias y trajo a los apóstoles sin recurrir a la fuerza, porque temían ser apedreados por la gente. 27Los llevaron ante el Consejo y el sumo sacerdote reclamó:

28—Terminantemente les hemos prohibido enseñar en ese nombre. Sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas, y se han propuesto echarnos la culpa a nosotros de la muerte5:28 muerte. Lit. sangre. de ese hombre.

29—¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres! —respondieron Pedro y los demás apóstoles—. 30El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron colgándolo de un madero. 31Dios lo exaltó a su derecha como Príncipe y Salvador, para que diera a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. 32Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen.

33Los que oyeron se enojaron mucho y querían matarlos. 34Pero un fariseo llamado Gamaliel, maestro de la Ley muy respetado por todo el pueblo, se puso de pie en el Consejo y mandó que hicieran salir por un momento a los apóstoles. 35Luego dijo: «Hombres de Israel, piensen dos veces en lo que están a punto de hacer con estos hombres. 36Hace algún tiempo surgió Teudas, jactándose de ser alguien, y se le unieron unos cuatrocientos hombres. Pero lo mataron y todos sus seguidores se dispersaron y allí se acabó todo. 37Después de él surgió Judas el galileo, en los días del censo, y logró que la gente lo siguiera. A él también lo mataron y todos sus secuaces se dispersaron. 38En este caso aconsejo que dejen a estos hombres en paz. ¡Suéltenlos! Si lo que se proponen y hacen es de origen humano, fracasará; 39pero si es de Dios, no podrán destruirlos, y ustedes se encontrarán luchando contra Dios».

Se dejaron persuadir por Gamaliel. 40Entonces llamaron a los apóstoles y, luego de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron.

41Así, pues, los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre. 42Y día tras día, en el Templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas noticias de que Jesús es el Cristo.