Salmo 17:6-12
Dios mío, a ti clamo porque tú me respondes;
inclina a mí tu oído y escucha mi oración.
Tú, que salvas con tu diestra
a los que buscan escapar de sus adversarios,
dame una muestra de tu gran amor.
Protégeme como a la niña de tus ojos,
escóndeme bajo la sombra de tus alas
de los malvados que me atacan,
de los enemigos que me han cercado.
Han cerrado su insensible corazón
y profieren insolencias con su boca.
Vigilan de cerca mis pasos,
prestos a derribarme.
Parecen leones ávidos de presa,
leones que yacen al acecho.