Proverbios 3:11-20
Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor
ni te ofendas por sus reprensiones.
Porque el Señor disciplina a los que ama,
como corrige un padre a su hijo querido.
Dichoso el que halla sabiduría,
el que adquiere inteligencia.
Porque ella es de más provecho que la plata
y rinde más ganancias que el oro.
Es más valiosa que las piedras preciosas:
¡ni lo más deseable se le puede comparar!
Con la mano derecha ofrece larga vida;
con la izquierda, honor y riquezas.
Sus caminos son placenteros
y en todos sus senderos hay paz.
Ella es árbol de vida para quienes la abrazan;
¡dichosos los que la retienen!
Con sabiduría afirmó el Señor la tierra,
con inteligencia estableció los cielos.
Por su conocimiento se separaron las aguas
y las nubes dejaron caer su rocío.