Génesis 1:1-31, Génesis 2:1-17 NVI

Génesis 1:1-31

La creación

En el principio Dios creó los cielos y la tierra. La tierra no tenía forma y estaba vacía, las tinieblas cubrían el abismo y el Espíritu1:2 Espíritu. Alt. viento o soplo. de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.

Y dijo Dios: «¡Que haya luz!». Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas. A la luz la llamó «día» y a las tinieblas, «noche». Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el primer día.

Y dijo Dios: «¡Que haya una expansión en medio de las aguas y que las separe!». Y así sucedió. Dios hizo la expansión que separó las aguas que están debajo de las aguas que están arriba. A esta expansión Dios la llamó «cielo». Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el segundo día.

Y dijo Dios: «¡Que las aguas debajo del cielo se reúnan en un solo lugar y que aparezca lo seco!». Y así sucedió. A lo seco Dios lo llamó «tierra» y al conjunto de aguas lo llamó «mares». Y Dios consideró que esto era bueno.

Luego dijo Dios: «¡Que haya vegetación sobre la tierra; que esta produzca hierbas que den semilla y árboles que den fruto con semilla, todos según su especie!». Y así sucedió. Comenzó a brotar la vegetación: hierbas que dan semilla y árboles que dan fruto con semilla, todos según su especie. Y Dios consideró que esto era bueno. Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el tercer día.

Y dijo Dios: «¡Que haya luces en la expansión del cielo que separen el día de la noche; que sirvan como señales de las estaciones, de los días y de los años, y que brillen en la expansión del cielo para iluminar la tierra!». Y sucedió así. Dios hizo los dos grandes astros: el astro mayor para gobernar el día y el menor para gobernar la noche. También hizo las estrellas. Dios colocó en la expansión del cielo los astros para alumbrar la tierra. Los hizo para gobernar el día y la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios consideró que esto era bueno. Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el cuarto día.

Y dijo Dios: «¡Que las aguas se llenen de seres vivientes y que vuelen las aves sobre la tierra a lo largo de la expansión del cielo!». Y creó Dios los grandes animales marinos, todos los seres vivientes que se mueven y llenan las aguas; también creó todas las aves, según su especie. Y Dios consideró que esto era bueno y los bendijo con estas palabras: «¡Sean fructíferos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares! ¡Que las aves se multipliquen sobre la tierra!». Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el quinto día.

Y dijo Dios: «¡Que produzca la tierra seres vivientes: animales domésticos, animales salvajes y reptiles, según su especie!». Y sucedió así. Dios hizo los animales domésticos, los animales salvajes y todos los animales que se arrastran por el suelo, según su especie. Y Dios consideró que esto era bueno.

Luego dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes1:26 los animales salvajes (Siríaca); toda la tierra (TM). y sobre todos los animales que se arrastran por el suelo».

Y Dios creó al ser humano a su imagen;

lo creó a imagen de Dios;

hombre y mujer los creó.

Y Dios los bendijo con estas palabras: «¡Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los animales que se arrastran por el suelo!».

También dijo: «Yo les doy de la tierra todas las plantas que producen semilla y todos los árboles que dan fruto con semilla; todo esto les servirá de alimento. Y doy la hierba verde como alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se arrastran por la tierra». Y así sucedió.

Dios miró todo lo que había hecho y consideró que era muy bueno. Vino la noche y llegó la mañana: ese fue el sexto día.

Read More of Génesis 1

Génesis 2:1-17

Así quedaron terminados los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos.2:1 todo lo que hay en ellos. Lit. todo su ejército.

Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado toda la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día y lo santificó porque en ese día descansó de toda su obra creadora.

Adán y Eva

Esta es la historia2:4 Esta es la historia. Lit. Estas son las generaciones; véanse 6:9; 10:1; 11:10,27; 25:12,19; 36:1,9; 37:2; véase también 5:1. de la creación de los cielos y la tierra. Dios el Señor2:4 Esta es … Dios el Señor. Alt. Esta es la historia de la creación de los cielos y la tierra, cuando Dios el Señor. hizo la tierra y los cielos.

No había ningún arbusto del campo sobre la tierra ni había brotado la hierba, porque Dios el Señor todavía no había hecho llover sobre la tierra ni existía el hombre para que la cultivara. No obstante, de la tierra salía un manantial que regaba toda la superficie del suelo. Y Dios el Señor formó al ser humano2:7 El término hebreo que significa hombre (adam) está relacionado con el que significa tierra (adamá). Además, el mismo término adam corresponde al nombre propio Adán (véase 4:25). del polvo del suelo; entonces sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser viviente.

Dios el Señor plantó un jardín al oriente del Edén y allí puso al hombre que había formado. Dios el Señor hizo que creciera toda clase de árboles atractivos a la vista y buenos para comer. En medio del jardín hizo crecer el árbol de la vida y también el árbol del conocimiento del bien y del mal.

Del Edén nacía un río que regaba el jardín y desde allí se dividía en cuatro ríos menores. El primero se llamaba Pisón y recorría toda la región de Javilá, donde había oro. El oro de esa región era fino; también había allí resina muy buena y piedra de ónice. El segundo se llamaba Guijón, que recorría toda la región de Cus.2:13 Cus. Posiblemente la región sudeste de Mesopotamia. El tercero se llamaba Tigris, que corría al este de Asiria. El cuarto era el Éufrates.

Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. Dios el Señor le ordenó al hombre: «Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, sin duda morirás».

Read More of Génesis 2