Efesios 4:17-32, Efesios 5:1-7 NVI

Efesios 4:17-32

Una vida diferente

Así que les digo esto de parte del Señor: no vivan como la gente que no cree en Dios, pues esas personas no piensan correctamente. Tienen una mente que no los deja pensar con claridad. Además rechazan la vida que Dios ofrece, pues son ignorantes y tercos. Nada de lo malo que hacen les causa vergüenza. Solo viven para gozar de sus vicios, y no se cansan de cometer toda clase de actos vergonzosos.

Pero eso no fue lo que les enseñamos acerca de Cristo. Pues se les habló y se les enseñó toda la verdad que Jesús compartió. Con respecto a la manera en que antes vivían, se les enseñó que ahora deben vivir diferente. Dejen esa vieja vida, porque los malos deseos los controlan con mentiras. Cambien por completo su manera de pensar. Ahora son personas que Dios ha vuelto a crear. Así que sean como Dios, verdaderamente justos y santos.

Por lo tanto, dejen ya de mentir el uno al otro y hablen con la verdad, porque todos somos parte de un mismo cuerpo que es la iglesia. «Si se enojan, no pequen». No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol. No permitan que el diablo se aproveche de ustedes. El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos, así tendrá suficiente para compartir con los necesitados.

Eviten decir cosas que ofendan a los demás. Por el contrario, que sus palabras sean de utilidad para fortalecer la fe de los que escuchan. No hagan que el Espíritu Santo de Dios se ponga triste por su mala conducta. Pues el Espíritu es como un sello que ustedes llevan en su cuerpo. Con ese sello serán reconocidos como propiedad de Dios cuando llegue el día de su salvación final. Ya dejen la tristeza a un lado, no se enojen ni sean violentos. No griten y ofendan a los demás. Abandonen toda clase de maldad. Más bien, sean buenos y compasivos unos con otros. Perdónense unos a otros, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.

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Efesios 5:1-7

Ustedes son hijos de Dios y él los ama. Por tanto, traten de ser como Dios es. Amen a los demás así como Cristo nos amó y murió por nosotros. Su sacrificio fue para Dios como ofrenda de olor agradable.

Entre ustedes ni siquiera deben hablar acerca de relaciones sexuales prohibidas, ni de ninguna clase de vicio o acto vergonzoso. Así no se comportan los que pertenecen al pueblo santo de Dios. Tampoco deben decir cosas que ofendan a los demás, ni participar de conversaciones tontas o chistes vulgares. Todo eso no va con ustedes. Más bien, usen palabras que den gracias a Dios. Pues pueden estar seguros de que si tienen relaciones sexuales prohibidas o hacen cosas vergonzosas jamás formarán parte del reino de Cristo y de Dios. Tampoco lo serán aquellos que siempre están preocupados por tener más y más. Los que así se comportan adoran a un dios falso. Que nadie los engañe con discursos tontos, porque por esas cosas castiga Dios a los que desobedecen. Así que no tengan nada que ver con ellos.

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