1 Reyes 7:23-51, 1 Reyes 8:1-21 NVI

1 Reyes 7:23-51

Hizo también una fuente7:23 una fuente. Lit. el mar; así en el resto de este pasaje. circular de metal fundido que medía diez codos de diámetro y cinco codos de alto. Su circunferencia, medida a cordel, era de treinta codos.7:23 Es decir, aprox. 14 m. Debajo del borde hizo dos hileras de figuras de calabazas, diez por cada codo, las cuales estaban fundidas en una sola pieza con la fuente.

La fuente descansaba sobre doce bueyes que tenían sus cuartos traseros hacia adentro. Tres bueyes miraban al norte, tres al oeste, tres al sur y tres al este. El grosor de la fuente era de un palmo7:26 Es decir, aprox. 7.5 cm. y su borde, en forma de copa, se asemejaba a un capullo de azucena. Tenía una capacidad de dos mil batos.7:26 Es decir, aprox. 44 000 l.

También hizo diez bases de bronce, cada una de las cuales medía cuatro codos de largo, cuatro codos de ancho y tres codos de alto.7:27 Es decir, aprox. 1.8 m de largo, 1.8 m de ancho y 1.4 m de alto. Estaban revestidas con paneles entre los bordes. En los paneles había figuras de leones, bueyes y querubines, mientras que en los bordes, por encima y por debajo de los leones y los bueyes, había guirnaldas repujadas. Cada base tenía cuatro ruedas de bronce con ejes también de bronce y tenía un recipiente que se apoyaba sobre cuatro soportes fundidos que tenían guirnaldas en cada lado. La boca del recipiente era circular y sobresalía un codo;7:31 Es decir, aprox. 45 cm. con su pedestal medía un codo y medio.7:31 Es decir, aprox. 68 cm; también en v. 32. Alrededor de la boca había entalladuras, pero los paneles de la base eran cuadrados, no redondos. Las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles y los ejes de las ruedas estaban unidos a la base. Cada rueda medía un codo y medio de diámetro y estaba hecha de metal fundido, como las ruedas de los carros, con sus ejes, aros, rayos y cubos.

Cada base tenía cuatro soportes unidos a ella, uno en cada esquina. En la parte superior de la base había un marco circular de medio codo.7:35 Es decir, aprox. 23 cm. Los soportes y paneles formaban una misma pieza con la parte superior de la base. Sobre las superficies de los soportes y sobre los paneles Hiram grabó querubines, leones y palmeras, con guirnaldas alrededor, según el espacio disponible. De esa manera hizo las diez bases, las cuales fueron fundidas en los mismos moldes y eran idénticas en forma y tamaño.

Hiram hizo también diez recipientes de bronce, uno para cada base. Cada uno de ellos medía cuatro codos y tenía capacidad para cuarenta batos.7:38 Es decir, aprox. 880 l. Colocó cinco de las bases al lado derecho del templo y cinco al lado izquierdo. La fuente de metal la colocó en la esquina del lado derecho, al sureste del templo. También hizo las ollas,7:40 las ollas (muchos mss., LXX, Siríaca y Vulgata; véase v. 45); los lavabos (TM). las tenazas y los tazones.

Así Hiram terminó todo el trabajo que había emprendido para el rey Salomón en el templo del Señor, es decir:

las dos columnas;

los dos capiteles en forma de tazón que coronaban las columnas;

las dos redes que decoraban los capiteles;

las cuatrocientas granadas, dispuestas en dos hileras para cada red que cubrían los tazones que estaban en lo alto de las columnas;

las diez bases con sus diez recipientes de bronce;

la fuente de metal y los doce bueyes que la sostenían;

las ollas, las tenazas y los tazones.

Todos esos utensilios que Hiram hizo para el templo del Señor por orden del rey Salomón eran de bronce pulido. El rey los hizo fundir en moldes de arcilla en la llanura del Jordán, entre Sucot y Saretán. Eran tantos los utensilios que Salomón ni los pesó, así que no fue posible determinar el peso del bronce.

Salomón también mandó hacer los otros utensilios que estaban en el templo del Señor, es decir:

el altar de oro;

la mesa de oro sobre la que se ponía el pan de la Presencia;

los candelabros de oro puro, cinco en el lado sur y cinco en el lado norte, en frente del santuario interior;

la obra floral, las lámparas y los cortapabilos, que también eran de oro;

las vasijas, los cortapabilos, los tazones, la vajilla y los incensarios;

y las bisagras de oro para las puertas del Lugar Santísimo, como también para las puertas de la nave central del templo.

Una vez terminada toda la obra que el rey había mandado hacer para el templo del Señor, Salomón hizo traer el oro, la plata y los utensilios que su padre David había consagrado, y los depositó en el tesoro del templo del Señor.

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1 Reyes 8:1-21

Traslado del arca al templo

8:1-212Cr 5:2–6:11

Entonces el rey Salomón mandó que los jefes de Israel, todos los jefes de las tribus y los patriarcas de las familias israelitas se congregaran ante él en Jerusalén para trasladar el arca del pacto del Señor desde Sión, la Ciudad de David. Así que, en el mes de etanim, durante la fiesta del mes séptimo, todos los israelitas se congregaron ante el rey Salomón.

Cuando llegaron todos los jefes de Israel, los sacerdotes alzaron el arca. Entonces los sacerdotes y los levitas trasladaron el arca del Señor junto con la Tienda de reunión y con todos los utensilios sagrados que había en ella. El rey Salomón y toda la asamblea de Israel reunida con él delante del arca sacrificaron ovejas y bueyes en tal cantidad que fue imposible llevar la cuenta.

Luego los sacerdotes llevaron el arca del pacto del Señor a su lugar en el santuario interior del templo, que es el Lugar Santísimo, y la pusieron bajo las alas de los querubines. Con sus alas extendidas sobre ese lugar, los querubines cubrían el arca y sus varas. Las varas eran tan largas que sus extremos se podían ver desde el Lugar Santo, delante del Lugar Santísimo, aunque no desde afuera; y ahí han permanecido hasta hoy. En el arca solo estaban las dos tablas de piedra que Moisés había colocado en ella en Horeb, donde el Señor hizo un pacto con los israelitas cuando salieron de Egipto.

Cuando los sacerdotes se retiraron del Lugar Santo, la nube llenó el Templo del Señor. Por causa de la nube, los sacerdotes no pudieron celebrar el culto, pues la gloria del Señor había llenado el Templo.

Entonces Salomón declaró: «Señor, tú has dicho que habitarías en la densa oscuridad de una nube, pero yo te he construido un excelso templo, un lugar donde habites para siempre».

Luego se puso de frente para bendecir a toda la asamblea de Israel que estaba allí de pie y dijo:

«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que con su mano ha cumplido ahora lo que con su boca había prometido a mi padre David cuando le dijo: “Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, no elegí ninguna ciudad de las tribus de Israel para que en ella se me construyera un templo en honor de mi Nombre, sino que elegí a David para que gobernara a mi pueblo Israel”.

»Pues bien, mi padre David tuvo mucho interés en construir un templo en honor al nombre del Señor, Dios de Israel, pero el Señor le dijo: “Me agrada que te hayas interesado en construir un templo en honor de mi Nombre. Sin embargo, no serás tú quien me lo construya, sino un hijo de tus entrañas; él será quien construya el templo en honor de mi Nombre”.

»Ahora el Señor ha cumplido su promesa: Tal como lo prometió, he sucedido a mi padre David en el trono de Israel y he construido el Templo en honor al nombre del Señor, Dios de Israel. Allí he fijado un lugar para el arca, en la cual está el pacto que el Señor hizo con nuestros antepasados cuando los sacó de Egipto».

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