La Biblia cuenta la historia del Creador y su creación. Sigue los cambios y giros que se dan a medida que la creación se rebela y el Creador da pasos cada vez más drásticos para recuperar su amada creación.
La historia comienza con un hermoso relato del trabajo del Creador. Es asombroso comparar el relato Hebreo de la creación (que se encuentra en la Biblia) con otras historias de la creación del mundo antiguo. Los otros cuentan una telenovela de deidades mayores y menores en pequeñas peleas, mirando solo sus propios planes egoístas. Los humanos no eran más que secuaces para hacer un trabajo agotador para estos “dioses”. Pero los hebreos hablan de un Dios que se toma su tiempo para elaborar una hermosa creación solo con sus palabras, con cada nuevo paso más hermoso que el anterior. Los seres humanos son el logro culminante de la obra fantástica de Dios. Los nombra para cuidar de la creación junto con él. ¡Eso es muy diferente de las otras historias!
Sin embargo, las primeras personas traicionaron a Dios al escuchar a su enemigo. Pensaban que el enemigo tenía una oferta mejor y esa oferta tenía consecuencias desastrosas. Se rompió la confianza entre el Creador y su creación. Pero Dios tomó varios pasos para hacer que la relación funcionara nuevamente. Vistió a las personas desobedientes, demostrando que todavía se preocupaba por ellas. Llamó a un hombre y a su familia para restaurar la creación después del juicio de Dios sobre ella, el resultado natural de la rebelión continua de la gente contra el Creador. Entonces Dios llamó a un hombre para que fuera el padre de una nación que mostraría al resto de las naciones cómo vivir bien, de acuerdo con los planes del Creador. Es fácil para nosotros llamar a ese plan un fracaso, ya que esa nación se rebeló contra Dios más que cualquier otra nación.
El plan de Dios siempre esperó que la nación elegida obedeciera, pero también mostró cuán inútiles son los intentos humanos de tomar buenas decisiones y vivir bien. Esta gran historia de Dios y su mundo parecía una tragedia desesperada.
Luego, un giro sorprendente puso la historia al revés, o tal vez al derecho. Dios eligió asumir la carne humana con todas sus debilidades. Jesús nació de una joven humilde en un entorno muy humilde. A medida que crecía, siempre buscaba a los marginados e inadaptados. Tenía buenas noticias: ¡era el rey que se le había prometido al pueblo de Dios! Y no iba a ser rey de la forma violenta y hambrienta de poder que ha sido tan común a lo largo de la historia. De hecho, cuando anunció que era rey a los líderes de su nación, optaron por matarlo para mantener intacto su poder y no alterar el status quo.
Una vez más, esta historia parecía irremediablemente perdida. Pero Jesús resucitó de entre los muertos, conquistando la muerte y la tendencia de la gente a aferrarse siempre egoístamente al poder y al control. Jesús tomó el lugar que le correspondía en su trono sobre toda la creación. Y envió su presencia, conocida como el Espíritu Santo, para renovar el corazón de las personas y crear una sola familia de todas las naciones, ¡lo que Dios pretendía desde el principio!
La Biblia dice que todos los que dicen que Jesús es Rey, el verdadero Gobernante del mundo, se vuelven parte de una nueva creación. Estas nuevas personas toman su lugar como humildes cuidadores de la creación de Dios mientras esperan que Jesús regrese y haga nuevas todas las cosas.
Quizás se pregunte cómo todo esto responde a la pregunta de por qué la Biblia es verdadera. Muchos argumentarán la verificación de declaraciones en la Biblia como hechos hace que la Biblia sea verdadera. Ese es un ejercicio noble, pero los hechos solo pueden capturar nuestras mentes en el mejor de los casos. Una historia tan convincente como la anterior puede capturar nuestras mentes y corazones. Cuando eso sucede y decimos: “¡Jesús es el Rey!” comenzamos a encontrar nuestro lugar en esa misma historia. Comenzamos a amar y servir a los que nos rodean, especialmente a los débiles y rechazados por la sociedad. Nos sacrificamos porque la violencia y el acaparamiento de poder nunca hicieron otra cosa que conducir a más violencia y acaparamiento de poder. La forma de vida que enseña Jesús es verdaderamente humana y muestra que la Biblia es verdadera cuando afirma que Dios está haciendo todo nuevo.
Este es un resumen muy breve de la historia de la Biblia, pero a medida que la lea, observe cómo encaja cada detalle y episodio (positiva o negativamente) con este resumen. A medida que descubra la verdad de la Biblia, únase a la historia de Dios haciendo nuevos corazones, familias, comunidades, naciones y toda la creación.
