Primero, es una imagen increíblemente detallada y bien conservada de una cultura antigua. La Biblia puede ayudarnos a comprender quiénes somos basándose en las descripciones e historias de personas que vivieron hace dos o cuatro milenios. Muestra el desarrollo de la cultura hebrea durante un largo período de tiempo, ayudándonos a comprender cómo surgen y caen las culturas.
La Biblia también ha motivado a eruditos y arqueólogos a buscar con diligencia lugares y grupos de personas. Ha proporcionado una estructura para encajar hallazgos arqueológicos aparentemente aleatorios en un contexto.
Una de las cosas más importantes de la Biblia es que cuenta la historia del Creador y su creación. Comparte cómo los humanos son capaces de grandes cosas, pero también cosas terribles. Nos muestra cuánto se preocupa el Creador por su descarriada creación y qué ha hecho para rescatarla.
La Biblia comparte cómo Jesús, el Rey largamente esperado de Israel, nació humildemente, cómo amó y sirvió a los inadaptados y marginados del mundo. Nos dice cómo se enfrentó a los poderosos y llamó a todas las personas al arrepentimiento, a alejarse del pecado (nuestra desobediencia y nuestros intentos autosuficientes de controlar y manipular para aferrarnos al poder).
La Biblia cuenta la historia de la vida, muerte, resurrección y ascensión de Jesús, cómo vino a salvar a la humanidad de una eternidad separada de Dios. En la Biblia, aprendemos que Jesús prometió: todos los que se aparten de sus caminos malos y egoístas y estén de acuerdo en que él es Señor y Salvador tendrán vida eterna.
