Marcos 6 – NVI & NVI-PT

Nueva Versión Internacional

Marcos 6:1-56

Un profeta sin honra

6:1-6Mt 13:54-58

1Salió Jesús de allí y fue a su tierra, en compañía de sus discípulos. 2Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga.

—¿De dónde sacó este tales cosas? —decían maravillados muchos de los que lo escuchaban—. ¿Qué sabiduría es esta que se le ha dado? ¿Cómo se explican estos milagros que vienen de sus manos? 3¿No es este el carpintero, el hijo de María? ¿Acaso no es el hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros?

Y se escandalizaban a causa de él. 4Por tanto, Jesús les dijo:

—En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra, entre sus familiares y en su propia casa.

5En efecto, no pudo hacer allí ningún milagro, excepto sanar a unos pocos enfermos al imponerles las manos. 6Y él se quedó asombrado por la falta de fe de ellos.

Jesús envía a los doce

6:7-11Mt 10:1,9-14; Lc 9:1,3-5

Jesús recorría los alrededores, enseñando de pueblo en pueblo. 7Reunió a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus malignos.

8Les ordenó que no llevaran nada para el camino: ni pan, ni bolsa, ni dinero en el cinturón, sino solo un bastón. 9«Lleven sandalias —dijo—, pero no dos mudas de ropa». 10Y añadió: «Cuando entren en una casa, quédense allí hasta que salgan del pueblo. 11Si en algún lugar no los reciben bien o no los escuchan, salgan de allí y sacúdanse el polvo de los pies, como un testimonio contra ellos».

12Los doce salieron y exhortaban a la gente a que se arrepintiera. 13También expulsaban a muchos demonios y sanaban a muchos enfermos, ungiéndolos con aceite.

Decapitación de Juan el Bautista

6:14-29Mt 14:1-12

6:14-16Lc 9:7-9

14El rey Herodes se enteró de esto, pues el nombre de Jesús se había hecho famoso. Algunos decían6:14 Algunos decían. Var. Él decía. que Juan el Bautista había resucitado y por eso tenía poder para realizar milagros. 15Otros decían que era Elías; y otros, en fin, afirmaban que era un profeta, como los de antes. 16Pero cuando Herodes oyó esto, exclamó: «¡Juan, al que yo mandé que le cortaran la cabeza, ha resucitado!».

17En efecto, Herodes mismo había mandado que arrestaran a Juan y que lo encadenaran en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Felipe, 18y Juan había dicho a Herodes: «No te es lícito tener a la mujer de tu hermano». 19Por eso Herodías le guardaba rencor a Juan y deseaba matarlo. Pero no había logrado hacerlo, 20ya que Herodes temía a Juan y lo protegía, pues sabía que era un hombre justo y santo. Cuando Herodes oía a Juan, se quedaba muy desconcertado, pero lo escuchaba con gusto.

21Por fin se presentó la oportunidad. En su cumpleaños Herodes dio un banquete a sus altos oficiales, a los comandantes militares y a los notables de Galilea. 22La hija de Herodías entró en el banquete y bailó, y esto agradó a Herodes y a los invitados.

—Pídeme lo que quieras y te lo daré —dijo el rey a la muchacha.

23Y prometió bajo juramento:

—Te daré cualquier cosa que me pidas, aun cuando sea la mitad de mi reino.

24Ella salió a preguntarle a su madre:

—¿Qué debo pedir?

—La cabeza de Juan el Bautista —contestó.

25Enseguida se fue corriendo la muchacha a presentarle al rey su petición:

—Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.

26El rey se quedó angustiado, pero no quiso desairarla a causa de sus juramentos y en atención a los invitados. 27Así que enseguida envió a un verdugo con la orden de llevarle la cabeza de Juan. El hombre fue, decapitó a Juan en la cárcel 28y volvió con la cabeza en una bandeja. Se la entregó a la muchacha y ella se la dio a su madre. 29Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cuerpo y le dieron sepultura.

Jesús alimenta a los cinco mil

6:32-44Mt 14:13-21; Lc 9:10-17; Jn 6:5-13

30Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.

31Y como no tenían tiempo ni para comer, pues era tanta la gente que iba y venía, Jesús dijo:

—Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco.

32Así que se fueron solos en la barca a un lugar solitario. 33Pero muchos que los vieron salir los reconocieron y desde todos los poblados corrieron por tierra hasta allá y llegaron antes que ellos. 34Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas.

35Cuando ya se hizo tarde, se le acercaron sus discípulos y dijeron:

—Este es un lugar apartado y ya es muy tarde. 36Despide a la gente, para que vayan a los campos y pueblos cercanos y se compren algo de comer.

37—Denles ustedes mismos de comer —contestó Jesús.

—¡Eso costaría más de seis meses de trabajo!6:37 más de seis meses de trabajo. Lit. doscientos denarios. —objetaron—. ¿Quieres que vayamos y gastemos todo ese dinero en pan para darles de comer?

38—¿Cuántos panes tienen ustedes? —preguntó—. Vayan a ver.

Después de averiguarlo, dijeron:

—Cinco y dos pescados.

39Entonces les mandó que hicieran que la gente se sentara por grupos sobre la hierba verde. 40Así que ellos se acomodaron en grupos de cien y de cincuenta. 41Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente. También repartió los dos pescados entre todos. 42Comieron hasta quedar satisfechos 43y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos de pan y de pescado. 44Los que comieron fueron cinco mil.

Jesús camina sobre el agua

6:45-51Mt 14:22-32; Jn 6:15-21

6:53-56Mt 14:34-36

45Enseguida Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se adelantaran al otro lado, a Betsaida, mientras él despedía a la multitud. 46Cuando se despidió, fue a la montaña para orar.

47Al anochecer, la barca se hallaba en medio del lago y Jesús estaba en tierra solo. 48En la madrugada,6:48 En la madrugada. Lit. Alrededor de la cuarta vigilia de la noche. Es decir, entre las tres y las seis de la mañana. vio que los discípulos hacían grandes esfuerzos para remar, pues tenían el viento en contra. Se acercó a ellos caminando sobre el lago e iba a pasarlos de largo. 49Los discípulos, al verlo caminar sobre el agua, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, 50llenos de miedo por lo que veían. Pero él habló enseguida con ellos y les dijo: «¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo».

51Subió entonces a la barca con ellos y el viento se calmó. Estaban sumamente asombrados 52porque tenían endurecido el corazón y no habían comprendido lo de los panes.

53Después de cruzar el lago, desembarcaron en Genesaret y atracaron allí. 54Al bajar ellos de la barca, la gente enseguida reconoció a Jesús. 55Lo siguieron por toda aquella región y, adonde oían que él estaba, le llevaban en camillas a los que tenían enfermedades. 56Y dondequiera que iba, en pueblos, ciudades o campos, colocaban a los enfermos en las plazas. Le suplicaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto y quienes lo tocaban quedaban sanos.

Nova Versão Internacional

Marcos 6:1-56

Um Profeta sem Honra

(Mt 13.53-58)

1Jesus saiu dali e foi para a sua cidade, acompanhado dos seus discípulos. 2Quando chegou o sábado, começou a ensinar na sinagoga, e muitos dos que o ouviam ficavam admirados.

“De onde lhe vêm estas coisas?”, perguntavam eles. “Que sabedoria é esta que lhe foi dada? E estes milagres que ele faz? 3Não é este o carpinteiro, filho de Maria e irmão de Tiago, José, Judas e Simão? Não estão aqui conosco as suas irmãs?” E ficavam escandalizados por causa dele.

4Jesus lhes disse: “Só em sua própria terra, entre seus parentes e em sua própria casa, é que um profeta não tem honra”. 5E não pôde fazer ali nenhum milagre, exceto impor as mãos sobre alguns doentes e curá-los. 6E ficou admirado com a incredulidade deles.

Jesus Envia os Doze

(Mt 10.1,5-14; Lc 9.1-6)

Então Jesus passou a percorrer os povoados, ensinando. 7Chamando os Doze para junto de si, enviou-os de dois em dois e deu-lhes autoridade sobre os espíritos imundos.

8Estas foram as suas instruções: “Não levem nada pelo caminho, a não ser um bordão. Não levem pão, nem saco de viagem, nem dinheiro em seus cintos; 9calcem sandálias, mas não levem túnica extra; 10sempre que entrarem numa casa, fiquem ali até partirem; 11e, se algum povoado não os receber nem os ouvir, sacudam a poeira dos seus pés quando saírem de lá, como testemunho contra eles”.

12Eles saíram e pregaram ao povo que se arrependesse. 13Expulsavam muitos demônios e ungiam muitos doentes com óleo e os curavam.

João Batista é Decapitado

(Mt 14.1-12)

14O rei Herodes ouviu falar dessas coisas, pois o nome de Jesus havia se tornado bem conhecido. Algumas pessoas estavam dizendo6.14 Muitos manuscritos dizem E ele dizia.: “João Batista ressuscitou dos mortos! Por isso estão operando nele poderes milagrosos”.

15Outros diziam: “Ele é Elias”.

E ainda outros afirmavam: “Ele é um profeta, como um dos antigos profetas”.

16Mas, quando Herodes ouviu essas coisas, disse: “João, o homem a quem decapitei, ressuscitou dos mortos!”

17Pois o próprio Herodes tinha dado ordens para que prendessem João, o amarrassem e o colocassem na prisão, por causa de Herodias, mulher de Filipe, seu irmão, com a qual se casara. 18Porquanto João dizia a Herodes: “Não te é permitido viver com a mulher do teu irmão”. 19Assim, Herodias o odiava e queria matá-lo. Mas não podia fazê-lo, 20porque Herodes temia João e o protegia, sabendo que ele era um homem justo e santo; e, quando o ouvia, ficava perplexo6.20 Alguns manuscritos antigos dizem fazia muitas coisas.. Mesmo assim gostava de ouvi-lo.

21Finalmente Herodias teve uma ocasião oportuna. No seu aniversário, Herodes ofereceu um banquete aos seus líderes mais importantes, aos comandantes militares e às principais personalidades da Galileia. 22Quando a filha de Herodias entrou e dançou, agradou a Herodes e aos convidados.

O rei disse à jovem: “Peça-me qualquer coisa que você quiser, e eu darei”. 23E prometeu-lhe sob juramento: “Seja o que for que me pedir, eu darei, até a metade do meu reino”.

24Ela saiu e disse à sua mãe: “Que pedirei?”

“A cabeça de João Batista”, respondeu ela.

25Imediatamente a jovem apressou-se em apresentar-se ao rei com o pedido: “Desejo que me dês agora mesmo a cabeça de João Batista num prato”.

26O rei ficou aflito, mas, por causa do seu juramento e dos convidados, não quis negar o pedido à jovem. 27Enviou, pois, imediatamente um carrasco com ordens para trazer a cabeça de João. O homem foi, decapitou João na prisão 28e trouxe sua cabeça num prato. Ele a entregou à jovem, e esta a deu à sua mãe. 29Tendo ouvido isso, os discípulos de João vieram, levaram o seu corpo e o colocaram num túmulo.

A Primeira Multiplicação dos Pães

(Mt 14.13-21; Lc 9.10-17; Jo 6.1-15)

30Os apóstolos reuniram-se a Jesus e lhe relataram tudo o que tinham feito e ensinado. 31Havia muita gente indo e vindo, ao ponto de eles não terem tempo para comer. Jesus lhes disse: “Venham comigo para um lugar deserto e descansem um pouco”.

32Então eles se afastaram num barco para um lugar deserto. 33Mas muitos dos que os viram retirar-se, tendo-os reconhecido, correram a pé de todas as cidades e chegaram lá antes deles. 34Quando Jesus saiu do barco e viu uma grande multidão, teve compaixão deles, porque eram como ovelhas sem pastor. Então começou a ensinar-lhes muitas coisas.

35Já era tarde e, por isso, os seus discípulos aproximaram-se dele e disseram: “Este é um lugar deserto, e já é tarde. 36Manda embora o povo para que possa ir aos campos e povoados vizinhos comprar algo para comer”.

37Ele, porém, respondeu: “Deem-lhes vocês algo para comer”.

Eles lhe disseram: “Isto exigiria duzentos denários6.37 O denário era uma moeda de prata equivalente à diária de um trabalhador braçal.! Devemos gastar tanto dinheiro em pão e dar-lhes de comer?”

38Perguntou ele: “Quantos pães vocês têm? Verifiquem”.

Quando ficaram sabendo, disseram: “Cinco pães e dois peixes”.

39Então Jesus ordenou que fizessem todo o povo assentar-se em grupos na grama verde. 40Assim, eles se assentaram em grupos de cem e de cinquenta. 41Tomando os cinco pães e os dois peixes e, olhando para o céu, deu graças e partiu os pães. Em seguida, entregou-os aos seus discípulos para que os servissem ao povo. E também dividiu os dois peixes entre todos eles. 42Todos comeram e ficaram satisfeitos, 43e os discípulos recolheram doze cestos cheios de pedaços de pão e de peixe. 44Os que comeram foram cinco mil homens.

Jesus Anda sobre as Águas

(Mt 14.22-36; Jo 6.16-24)

45Logo em seguida, Jesus insistiu com os discípulos para que entrassem no barco e fossem adiante dele para Betsaida, enquanto ele despedia a multidão. 46Tendo-a despedido, subiu a um monte para orar.

47Ao anoitecer, o barco estava no meio do mar, e Jesus se achava sozinho em terra. 48Ele viu os discípulos remando com dificuldade, porque o vento soprava contra eles. Alta madrugada6.48 Grego: Por volta da quarta vigília da noite (entre 3 e 6 horas da manhã)., Jesus dirigiu-se a eles, andando sobre o mar; e estava já a ponto de passar por eles. 49Quando o viram andando sobre o mar, pensaram que fosse um fantasma. Então gritaram, 50pois todos o tinham visto e ficaram aterrorizados.

Mas Jesus imediatamente lhes disse: “Coragem! Sou eu! Não tenham medo!” 51Então subiu no barco para junto deles, e o vento se acalmou; e eles ficaram atônitos, 52pois não tinham entendido o milagre dos pães. O coração deles estava endurecido.

53Depois de atravessarem o mar, chegaram a Genesaré e ali amarraram o barco. 54Logo que desembarcaram, o povo reconheceu Jesus. 55Eles percorriam toda aquela região e levavam os doentes em macas para onde ouviam que ele estava. 56E aonde quer que ele fosse, povoados, cidades ou campos, levavam os doentes para as praças. Suplicavam-lhe que pudessem pelo menos tocar na borda do seu manto; e todos os que nele tocavam eram curados.