1 Reyes 22 – NVI & BDS

Nueva Versión Internacional

1 Reyes 22:1-53

Micaías profetiza contra Acab

22:1-282Cr 18:1-27

1Durante tres años no hubo guerra entre Aram e Israel. 2Pero en el tercer año Josafat, rey de Judá, fue a ver al rey de Israel, 3el cual dijo a sus funcionarios: «¿No saben que Ramot de Galaad nos pertenece? ¡Y no hemos hecho nada para obligar al rey de Aram a que nos la devuelva!».

4Así que preguntó a Josafat:

—¿Irías conmigo a pelear contra Ramot de Galaad?

Josafat respondió al rey de Israel:

—Estoy a tu disposición, lo mismo que mi pueblo y mis caballos.

5Pero Josafat también le dijo al rey de Israel:

—Antes que nada, consultemos al Señor.

6Así que el rey de Israel reunió a los profetas, que eran unos cuatrocientos y les preguntó:

—¿Debo ir a la guerra contra Ramot de Galaad o no?

—Vaya usted —contestaron ellos—, porque el Señor la ha entregado en manos de Su Majestad.

7Pero Josafat inquirió:

—¿No hay aquí un profeta del Señor a quien podamos consultar?

8El rey de Israel respondió:

—Todavía hay alguien por medio de quien podemos consultar al Señor, pero me cae muy mal porque nunca me profetiza nada bueno; solo me anuncia desastres. Se trata de Micaías, hijo de Imlá.

—No digas eso —respondió Josafat.

9Entonces el rey de Israel llamó a uno de sus funcionarios y ordenó:

—¡Traigan de inmediato a Micaías, hijo de Imlá!

10El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, vestidos con sus trajes reales y sentados en sus respectivos tronos, estaban en la plaza a la entrada de Samaria con todos los que profetizaban en su presencia. 11Sedequías, hijo de Quenaná, que se había hecho unos cuernos de hierro, anunció: «Así dice el Señor: “Con estos cuernos atacarás a los arameos hasta aniquilarlos”».

12Y los demás profetas vaticinaban lo mismo: «Ataque usted a Ramot de Galaad y vencerá, porque el Señor la entregará en manos de Su Majestad».

13Ahora bien, el mensajero que había ido a llamar a Micaías le advirtió:

—Mira, los demás profetas a una voz predicen el éxito del rey. Habla favorablemente, para que tu mensaje concuerde con el de ellos.

14Pero Micaías repuso:

—Tan cierto como que el Señor vive, anunciaré al rey lo que el Señor me diga.

15Cuando compareció ante el rey, este le preguntó:

—Micaías, ¿debemos ir a la guerra contra Ramot de Galaad o no?

—Ataque y vencerá —contestó él—, porque el Señor la ha entregado en manos de Su Majestad.

16El rey le reclamó:

—¿Cuántas veces debo hacerte jurar que no me digas nada más que la verdad en el nombre del Señor?

17Ante esto, Micaías concedió:

—Vi a todo Israel esparcido por las colinas como ovejas sin pastor. Y el Señor dijo: “Esta gente no tiene amo. ¡Que cada cual se vaya a su casa en paz!”.

18El rey de Israel dijo a Josafat:

—¿No te dije que jamás me profetiza nada bueno y que solo me anuncia desastres?

19Micaías prosiguió:

—Por lo tanto, oiga usted la palabra del Señor: Vi al Señor sentado en su trono con todo el ejército del cielo alrededor de él, a su derecha y a su izquierda. 20Y el Señor dijo: “¿Quién seducirá a Acab para que ataque a Ramot de Galaad y vaya a morir allí?”.

»Uno sugería una cosa y otro sugería otra. 21Por último, un espíritu se adelantó, se puso delante del Señor y dijo: “Yo lo seduciré”. “¿Por qué medios?”, preguntó el Señor.

22»Y aquel espíritu respondió: “Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca de todos sus profetas”. Entonces el Señor ordenó: “Ve y hazlo así, que tendrás éxito en seducirlo”.

23»Así que ahora el Señor ha puesto un espíritu mentiroso en la boca de todos estos profetas suyos. El Señor ha decretado para usted la calamidad».

24Al oír esto, Sedequías, hijo de Quenaná, se levantó y le dio una bofetada a Micaías.

—¿Por dónde se fue el espíritu22:24 espíritu. Alt. Espíritu. del Señor cuando salió de mí para hablarte? —preguntó.

25Micaías contestó:

—Lo sabrás el día en que andes de escondite en escondite.

26Entonces el rey de Israel ordenó:

—Tomen a Micaías y llévenselo a Amón, el gobernador de la ciudad, y a Joás, mi hijo. 27Díganles que ordeno que lo echen en la cárcel y solo le den pan y agua, hasta que yo regrese sin contratiempos.

28Micaías manifestó:

—Si regresas en paz, el Señor no ha hablado por medio de mí. ¡Tomen nota todos ustedes de lo que estoy diciendo!

Muerte de Acab en Ramot de Galaad

22:29-362Cr 18:28-34

29El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, marcharon juntos contra Ramot de Galaad. 30Allí el rey de Israel dijo a Josafat: «Yo entraré a la batalla disfrazado, pero tú te pondrás tu traje real». Así que el rey de Israel se disfrazó y entró al combate.

31Pero el rey de Aram había ordenado a sus treinta y dos comandantes de los carros de combate: «No luchen contra nadie, grande o pequeño, salvo contra el rey de Israel». 32Cuando los comandantes de los carros vieron a Josafat, pensaron: «Sin duda, este es el rey de Israel». Así que se volvieron para atacarlo; pero Josafat gritó. 33Entonces los comandantes de los carros vieron que no era el rey de Israel y dejaron de perseguirlo.

34Sin embargo, alguien disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel entre las piezas de su armadura. El rey ordenó al que conducía su carro: «Da la vuelta y sácame del campo de batalla, pues me han herido». 35Todo el día arreció la batalla y al rey se le mantuvo de pie en su carro, frente a los arameos. Pero la sangre de su herida no dejaba de correr por el piso del carro; esa misma tarde Acab murió. 36Ya se ponía el sol cuando por todo el ejército se difundió un clamor: «Cada hombre a su ciudad. ¡Todo el mundo a su tierra!».

37Así que el rey murió y fue llevado a Samaria donde lo sepultaron. 38Lavaron el carro en un estanque de Samaria, donde se bañaban las prostitutas, y los perros lamieron la sangre, tal como lo había declarado la palabra del Señor.

39Los demás acontecimientos del reinado de Acab, incluso todo lo que hizo, el palacio que construyó e incrustó de marfil y las ciudades que fortificó, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel. 40Acab murió y su hijo Ocozías lo sucedió en el trono.

Josafat, rey de Judá

22:41-502Cr 20:31–21:1

41Josafat, hijo de Asá, comenzó a reinar en Judá en el cuarto año de Acab, rey de Israel. 42Josafat tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar y reinó en Jerusalén veinticinco años. El nombre de su madre era Azuba, hija de Siljí. 43Siguió el buen ejemplo de su padre Asá y nunca se desvió de él, sino que hizo lo que agrada al Señor. Sin embargo, no se quitaron los altares paganos, de modo que el pueblo siguió ofreciendo allí sacrificios e incienso quemado. 44Josafat también vivió en paz con el rey de Israel.

45Los demás acontecimientos del reinado de Josafat, lo que llevó a cabo y sus proezas militares, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá. 46Libró la tierra del resto de los hombres que practicaban la prostitución en los santuarios, los cuales se habían quedado allí incluso después del reinado de su padre Asá. 47En aquel tiempo no había rey en Edom, sino que gobernaba un regente.

48Por esos días Josafat construyó una flota mercante22:48 una flota mercante. Lit. unos barcos de Tarsis. para ir a Ofir por oro, pero nunca llegaron a zarpar, pues naufragaron en Ezión Guéber. 49Entonces Ocozías, hijo de Acab, dijo a Josafat: «Deja que mis hombres naveguen con tus hombres». Pero Josafat no se lo permitió.

50Josafat murió y fue sepultado con sus antepasados en la ciudad de su padre David; su hijo Jorán lo sucedió en el trono.

Ocozías, rey de Israel

51Ocozías, hijo de Acab, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria en el año diecisiete de Josafat, rey de Judá, y reinó dos años en Israel. 52Pero hizo lo malo ante los ojos del Señor, porque siguió el ejemplo de su padre y de su madre, y de Jeroboán, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. 53Sirvió y adoró a Baal, y provocó a ira al Señor, Dios de Israel, tal como lo había hecho su padre.

La Bible du Semeur

1 Rois 22:1-54

Achab veut reprendre une ville israélite

(2 Ch 18.1-27)

1Trois années s’écoulèrent sans qu’il y ait de guerre entre la Syrie et Israël. 2Dans le courant de la troisième année, Josaphat, le roi de Juda, rendit visite à Achab, le roi d’Israël.

3Or, celui-ci avait dit à ses ministres : Savez-vous que Ramoth en Galaad22.3 Ville à l’est du lac de Galilée en Transjordanie. Elle appartenait aux Israélites depuis l’époque de Moïse (voir 4.13 ; Dt 4.43 ; Jos 20.8). Les Syriens s’en étaient emparés, mais Ben-Hadad avait promis de la rendre (20.34). Il n’a apparemment pas tenu parole. est à nous ? Et pourtant nous ne faisons rien pour la reprendre au roi de Syrie !

4Quand Josaphat vint le voir, Achab lui demanda donc : Viendras-tu attaquer avec moi Ramoth en Galaad ?

Josaphat lui répondit : J’irai avec toi, mes troupes iront avec les tiennes, et mes chevaux avec les tiens.

5Mais il ajouta : Consulte d’abord l’Eternel, je te prie.

Le prophète Michée face aux faux prophètes

6Le roi d’Israël rassembla les prophètes, qui étaient environ quatre cents, et leur demanda : Dois-je aller combattre pour reprendre Ramoth en Galaad, ou dois-je y renoncer ?

Ils répondirent : Vas-y ! Le Seigneur la livrera au roi.

7Mais Josaphat insista : N’y a-t-il plus ici aucun prophète de l’Eternel, par qui nous puissions le consulter ?

8Le roi d’Israël lui répondit : Il y a encore un homme par qui l’on pourrait consulter l’Eternel ; mais je le déteste, car il ne m’annonce jamais rien de bon ; il ne m’annonce que du mal. Il s’agit de Michée22.8 A ne pas confondre avec le prophète qui est l’auteur du livre de Michée et qui a vécu un siècle et demi plus tard., fils de Yimla.

Josaphat s’écria : Que le roi ne parle pas ainsi !

9Alors le roi d’Israël appela un chambellan et lui ordonna de faire venir au plus vite Michée, fils de Yimla. 10Le roi d’Israël et Josaphat, roi de Juda, revêtus de leurs costumes royaux, siégeaient chacun sur un trône, sur l’esplanade qui s’étend devant la porte de Samarie, tandis que tous les prophètes étaient devant eux dans un état d’exaltation. 11L’un d’eux, Sédécias, fils de Kenaana, s’était fabriqué des cornes de fer et affirmait : Voici ce que déclare l’Eternel : « Avec ces cornes, tu frapperas les Syriens jusqu’à leur extermination. »

12Tous les autres prophètes confirmaient ce message et disaient : Va attaquer Ramoth en Galaad ! Tu seras vainqueur, et l’Eternel livrera la ville au roi.

13Pendant ce temps, le messager qui était allé chercher Michée lui dit : Les prophètes sont unanimes pour prédire du bien au roi. Tu ferais bien de parler comme eux et de lui prédire aussi le succès !

14Michée lui répondit : Aussi vrai que l’Eternel est vivant, je transmettrai ce que l’Eternel me dira.

15Lorsqu’il fut arrivé devant le roi, celui-ci lui demanda : Michée, devons-nous aller attaquer Ramoth en Galaad ou devons-nous y renoncer ?

– Bien sûr, vas-y, lui répondit Michée, tu seras vainqueur, et l’Eternel livrera la ville au roi !

16Mais le roi lui rétorqua : Combien de fois faudra-t-il que je t’adjure de me dire seulement la vérité de la part de l’Eternel ?

17Alors Michée déclara :

J’ai vu tous les Israélites

disséminés sur les montagnes ;

ils ressemblaient à des brebis ╵qui n’ont pas de berger22.17 Voir Nb 27.17 ; Ez 34.5 ; Mt 9.36 ; Mc 6.34..

Et l’Eternel a dit :

« Ces gens n’ont plus de souverain.

Que chacun d’eux retourne ╵tranquillement chez soi ! »

18Le roi d’Israël dit alors à Josaphat : Je te l’avais bien dit : « Cet homme-là ne me prophétise jamais rien de bon, c’est toujours du mal. »

19Mais Michée continua : Eh bien, oui. Ecoute ce que dit l’Eternel ! J’ai vu l’Eternel siégeant sur son trône, tandis que toute l’armée des êtres célestes se tenait près de lui, à sa droite et à sa gauche. 20L’Eternel demanda : « Qui trompera Achab pour qu’il aille attaquer Ramoth en Galaad et qu’il tombe sur le champ de bataille ? » L’un proposait ceci, l’autre cela. 21Finalement, un esprit s’avança, se plaça devant l’Eternel et dit : « Moi, je le tromperai. » L’Eternel lui demanda : « Et comment t’y prendras-tu ? » 22« J’irai, répondit-il, inspirer des mensonges à tous ses prophètes. » L’Eternel dit : « Pour sûr, tu le tromperas, tu y réussiras. Va donc et fais comme tu l’as dit ! » 23Et maintenant, conclut Michée, c’est ce qui est arrivé : l’Eternel a fait qu’un esprit de mensonge inspire tous tes prophètes ici présents, car l’Eternel a résolu ta perte.

24Alors Sédécias, fils de Kenaana, l’un des prophètes, s’approcha, gifla Michée et lui demanda : Par où l’esprit qui vient de l’Eternel22.24 Autre traduction : l’Esprit de l’Eternel. est-il sorti de moi pour te parler ?

25Michée répondit : Tu le sauras le jour où tu fuiras en passant de chambre en chambre pour te cacher.

26Aussitôt le roi d’Israël ordonna à l’un de ses officiers : Arrête Michée et emmène-le à Amôn, le gouverneur de la ville, et à Joas, le fils du roi22.26 L’expression fils du roi désigne peut-être ici un haut fonctionnaire du roi.. 27Tu leur ordonneras de ma part de jeter cet individu en prison et de ne lui donner qu’une ration réduite de pain et d’eau jusqu’à ce que je revienne sain et sauf de cette expédition.

28Michée s’écria : Si vraiment tu reviens sain et sauf, ce sera la preuve que l’Eternel n’a pas parlé par moi.

Puis il ajouta : Ecoutez, vous tous les peuples !

La mort d’Achab

(2 Ch 18.28-34)

29Alors le roi d’Israël et Josaphat, le roi de Juda, partirent pour Ramoth en Galaad. 30En chemin, Achab dit à Josaphat : Je vais me déguiser pour aller au combat ; mais toi, garde tes habits royaux.

Le roi d’Israël se déguisa donc pour la bataille. 31Le roi de Syrie avait donné cet ordre aux trente-deux chefs de ses chars : Vous ne vous occuperez ni des simples soldats ni des officiers, vous concentrerez votre attaque sur le roi d’Israël uniquement.

32Quand les chefs des chars aperçurent Josaphat, ils se dirent : « C’est certainement lui le roi d’Israël », et ils se dirigèrent sur lui pour l’attaquer. Mais Josaphat poussa un cri. 33Quand les chefs des chars se rendirent compte que ce n’était pas le roi d’Israël, ils se détournèrent de lui. 34Un soldat syrien tira une flèche de son arc, au hasard ; elle atteignit le roi d’Israël à la jointure entre les pièces de la cuirasse. Alors le roi cria au conducteur de son char : Fais demi-tour et conduis-moi hors du champ de bataille, car je suis blessé.

35Mais, ce jour-là, le combat devint si rude que le roi dut être maintenu debout dans son char face aux Syriens. Finalement, il expira dans la soirée. Le sang de sa blessure s’était répandu à l’intérieur de son char. 36Au coucher du soleil, un cri se répandit dans toute l’armée : Que chacun retourne dans sa ville et dans ses terres !

37Le roi étant mort, on le ramena à Samarie où on l’enterra.

38Lorsqu’on lava son char à l’étang de la ville, les chiens lapèrent le sang d’Achab, et les prostituées s’y lavèrent. Ainsi s’accomplit ce que l’Eternel avait annoncé22.38 Voir 1 R 21.19..

39Les autres faits et gestes d’Achab, toutes ses entreprises, le palais d’ivoire qu’il fit construire et toutes les villes qu’il fortifia, sont cités dans le livre des Annales des rois d’Israël. 40Quand Achab eut rejoint ses ancêtres décédés, son fils Ahazia lui succéda sur le trône.

Le règne de Josaphat sur Juda

(2 Ch 20.31 à 21.1)

41Josaphat, fils d’Asa, devint roi de Juda la quatrième année du règne d’Achab sur Israël. 42Il était âgé de trente-cinq ans à son avènement et il régna vingt-cinq ans à Jérusalem22.42 De 872 à 848 av. J.-C., y compris les trois années de corégence avec son père, de 872 à 869, lorsque celui-ci était malade (15.10, 23 ; 2 Ch 16.12-13).. Sa mère s’appelait Azouba, elle était fille de Shilhi. 43Josaphat suivit en tout l’exemple de son père Asa sans en dévier, faisant ce que l’Eternel considère comme juste. 44Cependant, les hauts lieux ne disparurent pas : le peuple continuait à y offrir des sacrifices et à faire brûler des parfums. 45Josaphat vécut en paix avec le roi d’Israël.

46Ses autres faits et gestes, ses exploits au cours des batailles sont cités dans le livre des Annales des rois de Juda. 47C’est lui qui débarrassa le pays des derniers hommes qui s’adonnaient à la prostitution sacrée et qui avaient subsisté dans les hauts lieux du temps de son père.

48A cette époque, il n’y avait pas de roi dans le pays d’Edom, mais seulement un gouverneur nommé par le roi de Juda.

49Josaphat fit construire des navires au long cours pour aller à Ophir chercher de l’or ; mais l’expédition n’y parvint jamais, car les navires se brisèrent à Etsyôn-Guéber. 50Alors Ahazia, fils d’Achab, proposa à Josaphat : Faisons une expédition commune : mes serviteurs iront avec les tiens sur des navires.

Mais Josaphat refusa.

51Josaphat rejoignit ses ancêtres décédés et il fut enseveli auprès d’eux dans la Cité de David, son ancêtre, et son fils Yoram lui succéda sur le trône.

Le règne d’Ahazia sur Israël

52La dix-septième année du règne de Josaphat, roi de Juda, Ahazia22.52 De 853 à 852 av. J.-C., fils d’Achab, devint roi sur Israël à Samarie. Il régna deux ans. 53Il fit ce que l’Eternel considère comme mal et imita l’exemple de son père, de sa mère22.53 C’est-à-dire d’Achab et de Jézabel. et de Jéroboam, fils de Nebath, qui avait entraîné le peuple d’Israël dans le péché.

54Il rendit un culte à Baal et se prosterna devant lui, irritant ainsi l’Eternel, le Dieu d’Israël, tout comme l’avait fait son père.