Natán reprende a David
11:1; 12:29-31 – 1Cr 20:1-3
1El Señor envió a Natán para que hablara con David. Cuando se presentó ante David, dijo:
—Dos hombres vivían en un pueblo. El uno era rico y el otro, pobre. 2El rico tenía muchísimas ovejas y vacas; 3en cambio, el pobre no tenía más que una sola ovejita que él mismo había comprado y criado. La ovejita creció con él y con sus hijos: comía de su plato, bebía de su vaso y dormía en su regazo. Era para ese hombre como su propia hija. 4Pero sucedió que un viajero llegó de visita a casa del hombre rico y, como este no quería matar ninguna de sus propias ovejas o vacas para darle de comer al huésped, le quitó al hombre pobre su única ovejita.
5Tan grande fue el enojo de David contra aquel hombre, que respondió a Natán:
—¡Tan cierto como que el Señor vive, quien hizo esto merece la muerte! 6¿Cómo pudo hacer algo tan ruin? ¡Ahora pagará cuatro veces el valor de la oveja!
7Entonces Natán dijo a David:
—¡Tú eres ese hombre! Así dice el Señor, Dios de Israel: “Yo te ungí como rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl. 8Te di el palacio de tu amo y puse sus mujeres en tus brazos. También te permití gobernar a Israel y a Judá. Y por si esto hubiera sido poco, te habría dado mucho más. 9¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra del Señor haciendo lo que le desagrada? ¡Asesinaste a Urías el hitita para apoderarte de su esposa! ¡Lo mataste con la espada de los amonitas! 10Por eso la espada jamás se apartará de tu familia, pues me despreciaste al tomar la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer”.
11»Pues bien, así dice el Señor: “Yo haré que el desastre que mereces surja de tu propia familia, y ante tus propios ojos tomaré a tus mujeres y se las daré a otro, el cual se acostará con ellas en pleno día. 12Lo que tú hiciste a escondidas, yo lo haré a plena luz, a la vista de todo Israel”».
13—¡He pecado contra el Señor! —reconoció David ante Natán.
—El Señor ha perdonado ya tu pecado y no morirás —contestó Natán—. 14Sin embargo, tu hijo sí morirá, pues con tus acciones has mostrado desprecio al12:14 al. TM: a los enemigos del. Señor.
15Dicho esto, Natán volvió a su casa. Y el Señor hirió al hijo que la esposa de Urías había dado a David, de modo que el niño cayó gravemente enfermo. 16David se puso a rogar a Dios por él; ayunaba y pasaba las noches tirado en el suelo. 17Los oficiales de su corte iban a verlo y le rogaban que se levantara, pero él se resistía y aun se negaba a comer con ellos.
18Siete días después, el niño murió. Los oficiales de David tenían miedo de darle la noticia, pues decían: «Si cuando el niño estaba vivo hablábamos al rey y no nos hacía caso, ¿qué locura no hará ahora si le decimos que el niño ha muerto?». 19Pero David, al ver que sus oficiales estaban cuchicheando, se dio cuenta de lo que había pasado y preguntó:
—¿Ha muerto el niño?
—Sí, ya ha muerto —respondieron.
20Entonces David se levantó del suelo y enseguida se bañó y se perfumó; luego se cambió de ropas y fue a la casa del Señor para adorar. Después regresó al palacio, pidió que le sirvieran alimentos y comió.
21—¿Qué forma de actuar es esta? —preguntaron sus oficiales—. Cuando el niño estaba vivo, usted ayunaba y lloraba; pero ahora que se ha muerto, ¡usted se levanta y se pone a comer!
22David respondió:
—Es verdad que cuando el niño estaba vivo yo ayunaba y lloraba, pues pensaba: “¿Quién sabe? Tal vez el Señor tenga compasión de mí y permita que el niño viva”. 23Pero ahora que ha muerto, ¿qué razón tengo para ayunar? ¿Acaso puedo devolverle la vida? Yo iré adonde él está, aunque él ya no volverá a mí.
24Luego David fue a consolar a su esposa y se unió a ella. Betsabé le dio un hijo, al que llamó Salomón. El Señor amó al niño 25y mandó a decir por medio del profeta Natán que le pusieran por nombre Jedidías,12:25 En hebreo, Jedidías significa amado por el Señor. por disposición del Señor.
26Mientras tanto, Joab había atacado la ciudad amonita de Rabá y capturado la fortaleza12:26 fortaleza. Lit. ciudad. real. 27Entonces envió unos mensajeros a decirle a David: «Acabo de atacar a Rabá y he capturado los depósitos12:27 los depósitos. Lit. la ciudad. de agua. 28Ahora, pues, le pido a usted que movilice el resto de las tropas para sitiar y capturar la ciudad. Si no, lo haré yo mismo y le pondrán mi nombre».
29Por tanto, David, movilizando todas las tropas, marchó contra Rabá, la atacó y la capturó. 30Al rey de los amonitas12:30 al rey de los amonitas. Alt. a Milcón (es decir, el dios Moloc). le quitó la corona de oro que tenía puesta, la cual pesaba un talento12:30 Es decir, aprox. 34 kg. y estaba adornada con piedras preciosas. Luego se la pusieron a David. Además, David saqueó la ciudad y se llevó un botín inmenso. 31Expulsó de allí a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas de hierro, y también los forzó a trabajar en los hornos de ladrillos. Lo mismo hizo con todos los pueblos amonitas, después de lo cual regresó a Jerusalén con todas sus tropas.
Nathan Tells David He Has Sinned
1The Lord sent the prophet Nathan to David. When Nathan came to him, he said, “Two men lived in the same town. One was rich. The other was poor. 2The rich man had a very large number of sheep and cattle. 3But all the poor man had was one little female lamb. He had bought it. He raised it. It grew up with him and his children. It shared his food. It drank from his cup. It even slept in his arms. It was just like a daughter to him.
4“One day a traveler came to the rich man. The rich man wanted to prepare a meal for him. But he didn’t want to kill one of his own sheep or cattle. Instead, he took the little female lamb that belonged to the poor man. Then the rich man cooked it for the traveler who had come to him.”
5David was very angry with the rich man. He said to Nathan, “The man who did this must die! And that’s just as sure as the Lord is alive. 6The man must pay back four times as much as that lamb was worth. How could he do such a thing? And he wasn’t even sorry he had done it.”
7Then Nathan said to David, “You are the man! The Lord, the God of Israel, says, ‘I anointed you king over Israel. I saved you from Saul. 8I gave you everything that belonged to your master Saul. I even put his wives into your arms. I made you king over all the people of Israel and Judah. And if all of that had not been enough for you, I would have given you even more. 9Why did you turn your back on what I told you to do? You did what is evil in my sight. You made sure that Uriah, the Hittite, would be killed in battle. You took his wife to be your own. You let the men of Ammon kill him with their swords. 10So time after time members of your own royal house will be killed with swords. That’s because you turned your back on me. You took the wife of Uriah, the Hittite, to be your own.’
11“The Lord also says, ‘I am going to bring trouble on you. It will come from your own family. I will take your wives away. Your own eyes will see it. I will give your wives to a man who is close to you. He will sleep with them in the middle of the day. 12You committed your sins in secret. But I will make sure that the man commits his sin in the middle of the day. Everyone in Israel will see it.’ ”
13Then David said to Nathan, “I have sinned against the Lord.”
Nathan replied, “The Lord has taken away your sin. You aren’t going to die. 14But you have dared to show great disrespect for the Lord. So the son who has been born to you will die.”
15Nathan went home. Then the Lord made David’s child very sick. That was the child David had by Uriah’s wife. 16David begged God to heal the child. David didn’t eat anything. He spent his nights lying on the ground. He put on the rough clothes people wear when they’re sad. 17His most trusted servants stood beside him. They wanted him to get up from the ground. But he refused to do it. And he wouldn’t eat any food with them.
18On the seventh day the child died. David’s attendants were afraid to tell him the child was dead. They thought, “While the child was still alive, we spoke to David. But he wouldn’t listen to us. So how can we now tell him the child is dead? He might do something terrible to himself.”
19David saw that his attendants were whispering to one another. Then he realized the child was dead. “Has the child died?” he asked.
“Yes,” they replied. “He’s dead.”
20Then David got up from the ground. After he washed himself, he put on lotions. He changed his clothes. He went into the house of the Lord and worshiped him. Then he went to his own house. He asked for some food. They served it to him. And he ate it.
21His attendants asked him, “Why are you acting like this? While the child was still alive, you wouldn’t eat anything. You cried a lot. But now that the child is dead, you get up and eat!”
22He answered, “While the child was still alive, I didn’t eat anything. And I cried a lot. I thought, ‘Who knows? The Lord might have mercy on me. He might let the child live.’ 23But now he’s dead. So why should I continue to go without food? Can I bring him back to life again? Someday I’ll go to him. But he won’t return to me.”
24Then David comforted his wife Bathsheba. He went to her and slept with her. Some time later she had a son. He was given the name Solomon. The Lord loved him. 25So the Lord sent a message through Nathan the prophet. The Lord said, “Name the boy Jedidiah.”
26During that time, Joab fought against Rabbah. It was the royal city of the Ammonites. It had high walls around it. Joab was about to capture it. 27He sent messengers to David. He told them to say, “I have fought against Rabbah. I’ve taken control of its water supply. 28So bring the rest of the troops together. Surround the city and get ready to attack it. Then capture it. If you don’t, I’ll capture it myself. Then it will be named after me.”
29So David brought together the whole army and went to Rabbah. He attacked it and captured it. 30David took the gold crown off the head of the king of Ammon. Then the crown was placed on David’s head. The crown weighed 75 pounds. It had jewels in it. David took a huge amount of goods from the city. 31He brought out the people who were there. He made them work with saws and iron picks and axes. He forced them to make bricks. David did that to all the towns in Ammon. Then he and his entire army returned to Jerusalem.
