1. Chronik 21 – HOF & NVI

Hoffnung für Alle

1. Chronik 21:1-30

Davids Volkszählung

(2. Samuel 24)

1Satan wollte Unheil über Israel bringen; deshalb brachte er David auf den Gedanken, eine Volkszählung durchzuführen. 2David befahl Joab und den führenden Männern des Volkes: »Geht und zählt die Israeliten von Beerscheba im Süden bis Dan im Norden, und dann erstattet mir Bericht! Ich möchte wissen, wie viele es sind.«

3Doch Joab wandte ein: »Der Herr möge sein Volk noch hundertmal größer werden lassen! Sie alle sind doch sowieso deine Untertanen, mein König! Warum verlangst du so etwas? Warum willst du Israel diese Schuld aufbürden?«

4Doch der König blieb bei seinem Entschluss, trotz aller Einwände, die Joab vorbrachte. Und so führte Joab die Volkszählung in ganz Israel durch und kam dann nach Jerusalem zurück. 5Dort legte er David das Ergebnis vor: In ganz Israel gab es 1.100.000 wehrfähige Männer, davon kamen 470.000 aus dem Stamm Juda. 6Die Stämme Levi und Benjamin hatte Joab nicht mitgezählt. Denn er hatte den Befehl des Königs ohnehin nur mit Widerwillen befolgt.

7Gott aber missfiel es, dass David das Volk hatte zählen lassen. Darum wollte er Israel bestrafen. 8Da betete David zu Gott: »Meine Schuld ist groß. Bitte vergib mir! Wie dumm bin ich gewesen!« 9Da befahl der Herr dem Seher Gad, der in Davids Dienst stand: 10»Geh zu David und sag ihm: Drei Strafen legt der Herr dir vor. Wähl dir eine davon aus!«

11Gad ging zu David und gab ihm die Botschaft des Herrn weiter. Er fragte ihn: »Was wählst du? 12Drei Jahre Hungersnot? Oder drei Monate, in denen du von deinen Feinden verfolgt und schließlich besiegt wirst? Oder wählst du drei Tage, in denen der Herr das Land bestraft? Dann wütet die Pest in Israel, und der Engel des Herrn bringt Elend über das ganze Land. Überleg dir, was ich dem antworten soll, der mich zu dir geschickt hat!«

13David entgegnete: »Ich habe große Angst. Aber ich will lieber dem Herrn als den Menschen in die Hände fallen, denn er ist sehr barmherzig.«

14Da ließ der Herr in Israel die Pest ausbrechen. 70.000 Menschen kamen dabei um. 15Gott schickte seinen Engel auch nach Jerusalem, um die Stadt zu vernichten.

Doch kaum hatte der Engel sein Werk begonnen, da hatte der Herr Mitleid mit den Menschen in ihrem Elend, und er befahl: »Genug damit! Hör auf, das Volk zu töten!« Der Engel stand gerade auf dem Dreschplatz des Jebusiters Arauna21,15 So nach 2. Samuel 24. Im hebräischen Text steht der Name Ornan.. 16David sah, wie der Engel des Herrn dort zwischen Himmel und Erde stand und das Schwert über Jerusalem erhoben hatte. Da warfen sich David und die führenden Männer der Stadt zu Boden. Sie alle trugen Bußgewänder aus grobem Stoff. 17David betete: »Ich allein trage die Schuld! Habe nicht ich befohlen, die Volkszählung durchzuführen? Ich habe gesündigt, aber das Volk, meine Herde, trifft keine Schuld! Darum, Herr, mein Gott, bestrafe mich und meine Verwandten; doch verschone das Volk vor dieser Plage!«

18Da sagte der Engel des Herrn zum Propheten Gad: »Fordere David auf, zum Dreschplatz des Jebusiters Arauna zu gehen und dort einen Altar für den Herrn zu bauen.«

19David machte sich auf den Weg, um den Befehl auszuführen, den der Herr ihm durch Gad gegeben hatte. 20Arauna drosch gerade Weizen zusammen mit seinen vier Söhnen. Als sie aufschauten, sahen sie den Engel. Die Söhne rannten fort und versteckten sich. 21Da kam der König. Kaum hatte Arauna ihn erblickt, lief er ihm entgegen, warf sich ihm zu Füßen und berührte mit seinem Gesicht den Boden. 22David sagte zu ihm: »Ich möchte deinen Dreschplatz kaufen, um hier einen Altar für den Herrn zu bauen, damit die Pest in Israel nicht länger wütet. Verlang den vollen Preis dafür.« 23Arauna entgegnete: »Nimm ihn umsonst, mein Herr und König, und tu, was du dir vorgenommen hast! Ich gebe dir die Rinder für das Brandopfer und den Weizen für das Speiseopfer. Als Brennholz kannst du meinen Dreschschlitten nehmen. Ich schenke dir alles!« 24Doch der König wandte ein: »Nein, ich will den Dreschplatz kaufen, und zwar zum vollen Preis. Ich möchte dem Herrn nicht ein Opfer darbringen, das eigentlich dir gehört und mich nichts gekostet hat.«

25Und so bezahlte David für den Dreschplatz 600 Goldstücke, insgesamt etwa 7 Kilogramm Gold. 26Er baute dort einen Altar für den Herrn und brachte auf ihm Brand- und Friedensopfer dar. Dabei betete er, und der Herr ließ Feuer vom Himmel auf das Brandopfer fallen. 27Dann befahl der Herr dem Engel, sein Schwert wieder in die Scheide zu stecken.

28David erkannte, dass der Herr ihm auf sein Opfer antwortete, das er auf dem Dreschplatz des Jebusiters Arauna dargebracht hatte. 29Zu dieser Zeit stand das heilige Zelt, das einst Mose in der Wüste als Wohnung des Herrn errichtet hatte, noch auf dem Hügel bei Gibeon. Auch der Brandopferaltar war dort. 30Doch David wagte es nicht mehr, nach Gibeon zu gehen, um dort Gott um Rat zu fragen, denn er war vor Schreck wie gelähmt über das tödliche Schwert des Engels.

Nueva Versión Internacional

1 Crónicas 21:1-30

David hace un censo militar

21:1-172S 24:1-17

1Satanás conspiró contra Israel e indujo a David a hacer un censo del pueblo. 2Entonces David dijo a Joab y a los comandantes del ejército:

—Vayan y hagan un censo militar que abarque desde Berseba hasta Dan, luego tráiganme el informe para que yo sepa cuántos pueden servir en el ejército.

3Joab respondió:

—¡Que el Señor multiplique cien veces las tropas! Pero ¿acaso no son todos ellos servidores suyos? ¿Para qué quiere hacer esto mi señor el rey? ¿Por qué ha de hacer algo que traiga un castigo sobre Israel?

4Sin embargo, la orden del rey prevaleció sobre la opinión de Joab, de modo que este salió a recorrer todo el territorio de Israel. Después regresó a Jerusalén 5y entregó a David los resultados del censo militar: En todo Israel había un millón cien mil que podían servir en el ejército, y en Judá, cuatrocientos setenta mil.

6Pero Joab no contó a los de las tribus de Leví ni de Benjamín, porque para él era detestable la orden del rey. 7Dios también la consideró como algo malo, por lo cual castigó a Israel.

8Entonces David dijo a Dios: «He cometido un pecado muy grande al hacer este censo. He actuado como un necio. Yo te ruego que perdones la maldad de tu siervo».

9El Señor dijo a Gad, el vidente de David: 10«Ve y dile a David que así dice el Señor: “Te doy a escoger entre estos tres castigos: dime cuál de ellos quieres que te imponga”».

11Entonces Gad fue a ver a David y le dijo:

—Así dice el Señor: “Elige una de estas tres cosas: 12tres años de hambre o tres meses de persecución y derrota por la espada de tus enemigos o tres días en los cuales el Señor castigará con plaga el país, y su ángel traerá destrucción en todos los rincones de Israel”. Piénsalo bien y dime qué debo responderle al que me ha enviado.

13—¡Estoy entre la espada y la pared! —respondió David—. Pero es mejor que yo caiga en las manos del Señor, porque su compasión es muy grande, y no que caiga en las manos de los hombres.

14Por lo tanto, el Señor mandó contra Israel una plaga y murieron setenta mil israelitas. 15Entonces Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla. Y al ver el Señor que el ángel la destruía, se lamentó y dijo al ángel destructor: «¡Basta! ¡Detén tu mano!». En ese momento, el ángel del Señor se hallaba en el lugar donde Arauna21:15 El texto hebreo dice Ornán, una variante de Arauna; también en vv. 18-28. el jebuseo limpiaba el trigo.

16David alzó la vista y vio que el ángel del Señor estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en la mano que apuntaba hacia Jerusalén. Entonces David y los jefes, vestidos de luto, se postraron sobre su rostro.

17Y David dijo a Dios: «Señor y Dios mío, ¿acaso no fui yo el que dio la orden de censar al pueblo? ¿Qué culpa tienen estas ovejas? ¡Soy yo el que ha pecado! ¡He actuado muy mal! ¡Descarga tu mano sobre mí y sobre mi familia, pero no sigas hiriendo a tu pueblo!».

David construye un altar

21:18-262S 24:18-25

18Entonces el ángel del Señor dijo a Gad: «Dile a David que suba y construya un altar para el Señor en el lugar donde Arauna el jebuseo limpia el trigo». 19David se puso en camino, conforme a la palabra que Gad le dio en nombre del Señor.

20Arauna se encontraba trillando y, al mirar hacia atrás, vio al ángel. Los cuatro hijos que estaban con él se escondieron. 21Al ver Arauna que David se acercaba al lugar donde limpiaba el trigo, salió a recibirlo y rostro en tierra se postró delante de él. 22David le dijo:

—Véndeme una parte de este lugar para construirle un altar al Señor, a fin de que se detenga la plaga que está afligiendo al pueblo. Véndemela por su verdadero precio.

23Arauna contestó a David:

—Mi señor y rey, yo se la regalo, para que haga usted en ella lo que mejor le parezca. Yo mismo le daré los bueyes para los holocaustos, los trillos para la leña y el trigo para la ofrenda de cereal. Todo se lo regalo.

24Pero el rey David respondió a Arauna:

—Eso no puede ser. No tomaré lo que es tuyo para dárselo al Señor ni le ofreceré un holocausto que nada me cueste. Te lo compraré todo por su verdadero precio.

25Fue así como David dio a Arauna seiscientos siclos21:25 Es decir, aprox. 7 kg. de oro por aquel lugar. 26Allí construyó un altar al Señor y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Luego oró al Señor y, en respuesta, Dios envió fuego del cielo sobre el altar del holocausto.

27Entonces el Señor ordenó al ángel que envainara su espada. 28Al ver David que el Señor había respondido, le ofreció sacrificios. 29En aquel tiempo, tanto el santuario del Señor que Moisés hizo en el desierto como el altar del holocausto se encontraban en el santuario de Gabaón. 30Pero David no fue allá a consultar a Dios ante su presencia, porque estaba aterrorizado por la espada del ángel del Señor.