Jeremías 50 – CST & NVI-PT

Nueva Versión Internacional (Castilian)

Jeremías 50:1-46

Mensaje para Babilonia

51:15-19Jer 10:12-16

1La palabra del Señor acerca de los babilonios y de su país vino al profeta Jeremías:

2«¡Anunciad y proclamad entre las naciones!

¡Proclamadlo, levantad un estandarte!

No ocultéis nada, sino decid:

“¡Babilonia será conquistada!

¡Bel quedará en vergüenza!

¡Marduc quedará aterrado!

¡Sus imágenes quedan humilladas,

y aterrados sus ídolos!”

3Porque la ataca una nación del norte,

que dejará desolada a su tierra.

Hombres y animales saldrán huyendo,

y no habrá nadie que la habite.

4»En aquellos días, en aquel tiempo,

la gente de Israel y de Judá

irá llorando en busca del Señor, su Dios

—afirma el Señor—.

5Preguntarán por el camino de Sión,

y hacia allá se encaminarán.

Vendrán y se aferrarán al Señor

en un pacto eterno, que ya no olvidarán.

6»Mi pueblo ha sido como un rebaño perdido;

sus pastores lo han descarriado,

lo han hecho vagar por las montañas.

Ha ido de colina en colina,

y se ha olvidado de su redil.

7Todos los que lo encuentran lo devoran;

“No somos culpables —decían sus enemigos—,

porque ellos pecaron contra el Señor;

¡él es morada de justicia,

esperanza de sus antepasados!”

8»¡Huid de Babilonia;

abandonad ese país!

Sed como los machos cabríos

que guían a las ovejas.

9Porque yo movilizo contra Babilonia

una alianza de grandes naciones del norte.

Se alistarán contra ella,

y desde el norte será conquistada.

Sus flechas son como expertos guerreros

que no vuelven con las manos vacías.

10Babilonia será saqueada,

y todos sus saqueadores se saciarán

—afirma el Señor—.

11»¡Vosotros, que saqueáis mi heredad,

alegraos y regocijaos!

¡Saltad como terneros en la pradera,

relinchad como sementales!

12Pero vuestra patria

quedará humillada;

la que os dio la vida quedará en vergüenza.

Será la última de las naciones;

se convertirá en sequedal, desierto y estepa.

13Por el enojo del Señor,

no será habitada,

sino que quedará en desolación.

Todo el que pase por Babilonia

quedará pasmado al ver todas sus heridas.

14»¡Tomad posiciones alrededor de Babilonia,

todos los que tensáis el arco!

¡Disparadle, no escatiméis flechas,

porque ha pecado contra el Señor!

15Gritad en torno de ella:

¡Babilonia se rinde!

¡Cayeron sus torres,

se derrumbaron sus muros!

¡Esta es la venganza del Señor!

¡Vengaos de ella!

¡Pagadle con la misma moneda!

16Exterminad al que siembra en Babilonia,

y al que maneja la hoz en la cosecha.

Ante la espada del opresor,

cada uno retorna a su pueblo,

cada cual huye a su país.

17»Israel es como un rebaño descarriado,

acosado por los leones.

Primero lo devoró el rey de Asiria,

y luego Nabucodonosor, rey de Babilonia,

le quebró todos los huesos».

18Por eso, así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel:

«Castigaré al rey de Babilonia y a su país

como castigué al rey de Asiria.

19Haré que Israel vuelva a su prado

y que se alimente en el Carmelo y en Basán.

Su apetito quedará saciado

en las montañas de Efraín y Galaad.

20En aquellos días se buscará la iniquidad de Israel,

pero ya no se encontrará.

En aquel tiempo se buscarán los pecados de Judá,

pero ya no se hallarán,

porque yo perdonaré a los que deje con vida

—afirma el Señor—.

21»¡Ataca el país de Meratayin

y a los que viven en Pecod!

¡Mátalos, destrúyelos por completo!

¡Cumple con todas mis órdenes!

—afirma el Señor—.

22¡En el país hay estruendo de guerra

y de impresionante destrucción!

23¡Cómo ha sido quebrado y derribado

el martillo de toda la tierra!

¡Babilonia ha quedado desolada

en medio de las naciones!

24Te tendí una trampa, y en ella caíste

antes de que te dieras cuenta.

Fuiste sorprendida y apresada,

porque te opusiste al Señor.

25El Señor ha abierto su arsenal,

y ha sacado las armas de su ira;

el Señor omnipotente, el Todopoderoso,

tiene una tarea que cumplir

en el país de los babilonios.

26¡Atacadla desde los confines de la tierra!

¡Abrid sus graneros!

¡Amontonadla como las gavillas!

¡Destruidla por completo!

¡Que no quede nada de ella!

27¡Matad a todos sus novillos!

¡Llevadlos al matadero!

¡Ay de ellos, pues les ha llegado el día,

el día de su castigo!

28Se oye la voz de los fugitivos,

de los que escaparon de Babilonia;

vienen a anunciar en Sión

la venganza del Señor, nuestro Dios,

la venganza por su templo.

29»Reclutad contra Babilonia a los arqueros,

a todos los que tensan el arco;

acampad a su alrededor,

y que no escape ninguno.

Retribuidle según sus obras,

pagadle con la misma moneda.

Porque ella ha desafiado al Señor,

al Santo de Israel.

30Por eso en aquel día

caerán sus jóvenes en las calles

y perecerán todos sus soldados

—afirma el Señor—.

31»Estoy contra ti, nación arrogante

—afirma el Señor, el Señor Todopoderoso—;

al fin ha llegado el día,

el día de tu castigo.

32El arrogante tropezará y caerá,

y no habrá quien lo ayude a levantarse.

Prenderé fuego a todas sus ciudades,

fuego que consumirá cuanto le rodea».

33Así dice el Señor Todopoderoso:

«Israel y Judá son pueblos oprimidos;

sus enemigos los tienen apresados,

no los dejan en libertad.

34Pero su redentor es fuerte,

su nombre es el Señor Todopoderoso.

Con vigor defenderá su causa;

traerá la paz a la tierra,

pero a Babilonia, el terror.

35»¡Muerte a50:35 Muerte a. Lit. Espada contra; también en vv. 36 y 37. los babilonios!

¡Muerte a sus jefes y sabios!

—afirma el Señor—.

36¡Muerte a sus falsos profetas!

¡Que pierdan la razón!

¡Muerte a sus guerreros!

¡Que queden aterrorizados!

37¡Muerte a sus caballos y carros!

¡Muerte a todos sus mercenarios!

¡Que se vuelvan como mujeres!

¡Muerte a sus tesoros!

¡Que sean saqueados!

38¡Muerte a sus aguas!

¡Que queden secas!

Porque Babilonia es un país de ídolos,

de ídolos terribles que provocan la locura.

39»Por eso las fieras del desierto

vivirán allí con las hienas;

también los avestruces harán allí su morada.

Nunca más volverá a ser habitada;

quedará despoblada para siempre.

40Será como cuando Dios destruyó a Sodoma y Gomorra,

y a sus ciudades vecinas;

allí nadie volverá a vivir,

ni la habitará ningún ser humano

—afirma el Señor—.

41»Del norte viene un ejército;

desde los confines de la tierra

se preparan una gran nación y muchos reyes.

42Vienen armados con arcos y lanzas;

son crueles y desalmados.

Vienen montados a caballo;

su estruendo es como el bramido del mar.

Contra ti, bella Babilonia, contra ti

marchan en formación de combate,

alineados como un solo hombre.

43El rey de Babilonia ha escuchado la noticia,

y sus brazos flaquean;

de él se apodera la angustia

y le vienen dolores de parto.

44Como león que sale de los matorrales del Jordán

hacia praderas de verdes pastos,

en un instante espantaré de su tierra a los de Babilonia,

y sobre ellos nombraré a mi elegido.

Porque, ¿quién como yo?

¿Quién me puede desafiar?

¿Qué pastor se me puede oponer?»

45Por eso, escuchad el plan que el Señor

ha diseñado contra Babilonia,

escuchad lo que tiene proyectado

en contra del país de los babilonios:

Serán arrastrados

los más pequeños del rebaño;

por causa de ellos,

sus praderas quedarán asoladas.

46Tiembla la tierra

por la estruendosa caída de Babilonia;

resuenan sus gritos

en medio de las naciones.

Nova Versão Internacional

Jeremias 50:1-46

Mensagem acerca da Babilônia

1Esta é a palavra que o Senhor falou pelo profeta Jeremias acerca da Babilônia e da terra dos babilônios:

2“Anunciem e proclamem entre as nações,

ergam um sinal e proclamem; não escondam nada.

Digam: ‘A Babilônia foi conquistada;

Bel foi humilhado,

Marduque está apavorado.

As imagens da Babilônia estão humilhadas

e seus ídolos apavorados’.

3Uma nação vinda do norte a atacará,

arrasará a sua terra

e não deixará nela nenhum habitante;

tanto homens como animais fugirão.

4“Naqueles dias e naquela época”, declara o Senhor,

“o povo de Israel e o povo de Judá virão juntos,

chorando e buscando o Senhor, o seu Deus.

5Perguntarão pelo caminho para Sião

e voltarão o rosto na direção dela.

Virão e se apegarão ao Senhor

numa aliança permanente

que não será esquecida.

6“Meu povo tem sido ovelhas perdidas;

seus pastores as desencaminharam

e as fizeram perambular pelos montes.

Elas vaguearam por montanhas e colinas

e se esqueceram de seu próprio curral.

7Todos que as encontram as devoram.

Os seus adversários disseram: ‘Não somos culpados,

pois elas pecaram contra o Senhor,

sua verdadeira pastagem,

o Senhor, a esperança de seus antepassados’.

8“Fujam da Babilônia;

saiam da terra dos babilônios

e sejam como os bodes que lideram o rebanho.

9Vejam! Eu mobilizarei e trarei contra a Babilônia uma coalizão

de grandes nações do norte.

Elas tomarão posição de combate

contra ela e a conquistarão.

Suas flechas serão como guerreiros bem treinados,

que não voltam de mãos vazias.

10Assim a Babilônia50.10 Ou Caldeia será saqueada;

todos os que a saquearem se fartarão”,

declara o Senhor.

11“Ainda que você esteja alegre e exultante,

você que saqueia a minha herança;

ainda que você seja brincalhão

como uma novilha solta no pasto,

e relinche como os garanhões,

12sua mãe se envergonhará profundamente;

aquela que a deu à luz ficará constrangida.

Ela se tornará a menor das nações,

um deserto, uma terra seca e árida.

13Por causa da ira do Senhor ela não será habitada,

mas estará completamente desolada.

Todos os que passarem pela Babilônia

ficarão chocados e zombarão por causa de todas as suas feridas.

14“Tomem posição de combate em volta da Babilônia,

todos vocês que empunham o arco.

Atirem nela! Não poupem flechas,

pois ela pecou contra o Senhor.

15Soem contra ela um grito de guerra de todos os lados!

Ela se rende, suas torres caem

e suas muralhas são derrubadas.

Esta é a vingança do Senhor;

vinguem-se dela!

Façam a ela o que ela fez aos outros!

16Eliminem da Babilônia o semeador

e o ceifeiro, com a sua foice na colheita.

Por causa da espada do opressor,

que cada um volte para o seu próprio povo,

e cada um fuja para a sua própria terra.

17“Israel é um rebanho disperso,

afugentado por leões.

O primeiro a devorá-lo

foi o rei da Assíria;

e o último a esmagar os seus ossos

foi Nabucodonosor, rei da Babilônia”.

18Portanto, assim diz o Senhor dos Exércitos, o Deus de Israel:

“Castigarei o rei da Babilônia e a sua terra

assim como castiguei o rei da Assíria.

19Mas trarei Israel de volta a sua própria pastagem

e ele pastará no Carmelo e em Basã;

e saciará o seu apetite nos montes de Efraim e em Gileade.

20Naqueles dias, naquela época”, declara o Senhor,

“procurarão pela iniquidade de Israel,

mas nada será achado,

pelos pecados de Judá,

mas nenhum será encontrado,

pois perdoarei o remanescente que eu poupar.

21“Ataquem a terra de Merataim

e aqueles que moram em Pecode.

Persigam-nos, matem-nos

e destruam-nos totalmente”, declara o Senhor.

“Façam tudo o que ordenei a vocês.

22Há ruído de batalha na terra;

grande destruição!

23Quão quebrado e destroçado

está o martelo de toda a terra!

Quão arrasada está a Babilônia

entre as nações!

24Preparei uma armadilha para você, ó Babilônia,

e você foi apanhada de surpresa;

você foi achada e capturada

porque se opôs ao Senhor.

25O Senhor abriu o seu arsenal

e trouxe para fora as armas da sua ira,

pois o Soberano, o Senhor dos Exércitos,

tem trabalho para fazer na terra dos babilônios.

26Venham contra ela dos confins da terra.

Arrombem os seus celeiros;

empilhem-na como feixes de cereal.

Destruam-na totalmente

e não lhe deixem nenhum remanescente.

27Matem todos os seus jovens guerreiros!

Que eles desçam para o matadouro!

Ai deles! Pois chegou o seu dia,

a hora de serem castigados.

28Escutem os fugitivos e refugiados vindos da Babilônia,

declarando em Sião como o Senhor,

o nosso Deus, se vingou,

como se vingou de seu templo.

29“Convoquem flecheiros contra a Babilônia,

todos aqueles que empunham o arco.

Acampem-se todos ao redor dela;

não deixem ninguém escapar.

Retribuam a ela conforme os seus feitos;

façam com ela tudo o que ela fez.

Porque ela desafiou o Senhor,

o Santo de Israel.

30Por isso, os seus jovens cairão nas ruas

e todos os seus guerreiros se calarão naquele dia”,

declara o Senhor.

31“Veja, estou contra você, ó arrogante”,

declara o Soberano, o Senhor dos Exércitos,

“pois chegou o seu dia,

a sua hora de ser castigada.

32A arrogância tropeçará e cairá,

e ninguém a ajudará a se levantar.

Incendiarei as suas cidades,

e o fogo consumirá tudo ao seu redor”.

33Assim diz o Senhor dos Exércitos:

“O povo de Israel está sendo oprimido

e também o povo de Judá.

Todos os seus captores os prendem à força,

recusando deixá-los ir.

34Contudo, o Redentor deles é forte;

Senhor dos Exércitos é o seu nome.

Ele mesmo defenderá a causa deles

e trará descanso à terra,

mas inquietação aos que vivem na Babilônia.

35“Uma espada contra os babilônios!”, declara o Senhor;

“contra os que vivem na Babilônia

e contra seus líderes e seus sábios!

36Uma espada contra os seus falsos profetas!

Eles se tornarão tolos.

Uma espada contra os seus guerreiros!

Eles ficarão apavorados.

37Uma espada contra os seus cavalos,

contra os seus carros de guerra

e contra todos os estrangeiros em suas fileiras!

Eles serão como mulheres.

Uma espada contra os seus tesouros!

Eles serão saqueados.

38Uma espada contra as suas águas!

Elas secarão.

Porque é uma terra de imagens esculpidas,

e eles enlouquecem por causa de seus ídolos horríveis.

39“Por isso, criaturas do deserto e hienas nela morarão,

e as corujas nela habitarão.

Ela jamais voltará a ser povoada

nem haverá quem nela viva no futuro.

40Como Deus destruiu Sodoma e Gomorra

e as cidades vizinhas”, diz o Senhor,

“ninguém mais habitará ali,

nenhum homem residirá nela.

41“Vejam! Vem vindo um povo do norte;

uma grande nação e muitos reis se mobilizam

desde os confins da terra.

42Eles empunham o arco e a lança;

são cruéis e não têm misericórdia,

e o seu barulho é como o bramido do mar.

Vêm montados em seus cavalos, em formação de batalha,

para atacá-la, ó cidade50.42 Hebraico: filha. de Babilônia.

43Quando o rei da Babilônia ouviu relatos sobre eles,

as suas mãos amoleceram.

A angústia tomou conta dele,

dores como as de uma mulher que está dando à luz.

44Como um leão que sobe da mata do Jordão

em direção aos pastos verdejantes,

subitamente eu caçarei a Babilônia

pondo-a fora de sua terra.

Quem é o escolhido que designarei para isso?

Quem é como eu que possa me desafiar?

E que pastor pode me resistir?”

45Por isso ouçam o que o Senhor planejou contra a Babilônia,

o que ele preparou contra a terra dos babilônios:

os menores do rebanho serão arrastados,

e as pastagens ficarão devastadas por causa deles.

46Ao som da tomada da Babilônia a terra tremerá;

o grito deles ressoará entre as nações.