Jesús envía a los doce
9:3-5 – Mt 10:9-15; Mr 6:8-11
9:7-9 – Mt 14:1-2; Mr 6:14-16
1Habiendo reunido a los doce, Jesús les dio poder y autoridad para expulsar a todos los demonios y para sanar enfermedades. 2Entonces los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. 3«No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni dos mudas de ropa —les dijo—. 4En cualquier casa que entren, quédense allí hasta que salgan del pueblo. 5Si no los reciben bien, salgan de ese pueblo y sacúdanse el polvo de los pies como un testimonio contra sus habitantes». 6Así que partieron y fueron por todas partes de pueblo en pueblo, predicando las buenas noticias y sanando a la gente.
7Herodes, el tetrarca, se enteró de todo lo que estaba sucediendo. Estaba perplejo porque algunos decían que Juan había resucitado; 8otros, que se había aparecido Elías; y otros, en fin, que había resucitado alguno de los antiguos profetas. 9Pero Herodes dijo: «A Juan mandé que le cortaran la cabeza; ¿quién es, entonces, este de quien oigo tales cosas?». Y procuraba verlo.
Jesús alimenta a los cinco mil
9:10-17 – Mt 14:13-21; Mr 6:32-44; Jn 6:5-13
10Cuando regresaron los apóstoles, contaron a Jesús lo que habían hecho. Él se los llevó consigo y se retiraron solos a un pueblo llamado Betsaida, 11pero la gente se enteró y lo siguió. Él los recibió y les habló del reino de Dios. También sanó a los que lo necesitaban.
12Al atardecer se acercaron los doce y le dijeron:
—Despide a la gente, para que vaya a buscar alojamiento y comida en los campos y pueblos cercanos, pues donde estamos no hay nada.9:12 donde estamos no hay nada. Lit. aquí estamos en un lugar desierto.
13—Denles ustedes mismos de comer —dijo Jesús.
—No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a comprar comida para toda esta gente —objetaron ellos, 14porque había allí unos cinco mil hombres.
Pero Jesús dijo a sus discípulos:
—Hagan que se sienten en grupos como de cincuenta cada uno.
15Así lo hicieron los discípulos y se sentaron todos. 16Entonces Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego los partió y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente. 17Todos comieron hasta quedar satisfechos y de los pedazos que sobraron se recogieron doce canastas.
La confesión de Pedro
9:18-20 – Mt 16:13-16; Mr 8:27-29
9:22-27 – Mt 16:21-28; Mr 8:31–9:1
18Un día Jesús estaba orando a solas; cuando llegaron sus discípulos, preguntó:
—¿Quién dice la gente que soy yo?
19Le respondieron:
—Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías y otros que uno de los antiguos profetas ha resucitado.
20—Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? —preguntó Jesús.
—El Cristo de Dios —afirmó Pedro.
21Jesús ordenó terminantemente que no dijeran esto a nadie. 22Y les dijo:
—El Hijo del hombre tiene que sufrir muchas cosas y ser rechazado por los líderes religiosos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley. Es necesario que lo maten y que resucite al tercer día.
23Dirigiéndose a todos, declaró:
—Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. 24Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. 25¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo? 26Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles. 27Además, les aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto el reino de Dios.
La transfiguración
9:28-36 – Mt 17:1-8; Mr 9:2-8
28Unos ocho días después de decir esto, Jesús, acompañado de Pedro, Juan y Santiago, subió a una montaña a orar. 29Mientras oraba, su rostro se transformó y su ropa se volvió blanca y radiante. 30Y aparecieron dos personajes —Moisés y Elías—, que conversaban con Jesús. 31Tenían un aspecto glorioso, y hablaban de la partida de Jesús, que él iba a cumplir en Jerusalén. 32Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño, pero cuando se despabilaron, vieron su gloria y a los dos personajes que estaban con él. 33Mientras estos se apartaban de Jesús, Pedro, sin saber lo que estaba diciendo, propuso:
—Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Podemos levantar tres albergues: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías.
34Estaba hablando todavía cuando apareció una nube que los envolvió y al entrar en la nube se asustaron. 35Entonces salió de la nube una voz que dijo: «Este es mi Hijo, mi escogido. ¡Escúchenlo!». 36Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Los discípulos guardaron esto en secreto y por algún tiempo a nadie contaron nada de lo que habían visto.
Jesús sana a un muchacho endemoniado
9:37-42,43-45 – Mt 17:14-18,22-23; Mr 9:14-27,30-32
37Al día siguiente, cuando bajaron de la montaña, le salió al encuentro mucha gente. 38Y un hombre de entre la multitud exclamó:
—Maestro, te ruego que atiendas a mi hijo, pues es el único que tengo. 39Resulta que un espíritu se posesiona de él y de repente el muchacho se pone a gritar; también lo sacude con violencia y hace que eche espumarajos. Cuando lo atormenta, a duras penas lo suelta. 40Ya rogué a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron.
41—¡Ah, generación incrédula y malvada! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes y soportarlos? Trae acá a tu hijo.
42Estaba acercándose el muchacho cuando el demonio lo derribó con una convulsión. Pero Jesús reprendió al espíritu maligno, sanó al muchacho y se lo devolvió al padre. 43Y todos se quedaron asombrados de la grandeza de Dios.
En medio de tanta admiración por todo lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
44—Presten mucha atención a lo que les voy a decir: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.
45Pero ellos no entendían lo que quería decir con esto. Estaba encubierto para que no lo comprendieran y no se atrevían a preguntárselo.
¿Quién va a ser el más importante?
9:46-48 – Mt 18:1-5
9:46-50 – Mr 9:33-40
46Surgió entre los discípulos una discusión sobre quién de ellos sería el más importante. 47Como Jesús sabía bien lo que pensaban, tomó a un niño y lo puso a su lado.
48—El que recibe en mi nombre a este niño —dijo—, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Porque el que es más pequeño entre todos ustedes, ese es el más importante.
49—Maestro —dijo Juan—, vimos a un hombre que expulsaba demonios en tu nombre y se lo impedimos, porque no es de los nuestros.
50—No se lo impidan —respondió Jesús—, porque el que no está contra ustedes está a favor de ustedes.
La oposición de los samaritanos
51Como se acercaba el tiempo de que fuera llevado al cielo, Jesús se hizo el firme propósito de ir a Jerusalén. 52Envió por delante mensajeros, que entraron en un pueblo samaritano para prepararle alojamiento; 53pero allí la gente no quiso recibirlo porque se dirigía a Jerusalén. 54Cuando los discípulos Santiago y Juan vieron esto, preguntaron:
—Señor, ¿quieres que hagamos caer fuego del cielo para9:54 cielo para. Var. cielo, como hizo Elías, para. que los destruya?
55Pero Jesús se volvió a ellos y los reprendió. 56Luego9:55-56 reprendió. 56 Luego. Var. reprendió. / —Ustedes no saben de qué espíritu son —les dijo—, 56 porque el Hijo del hombre no vino para destruir la vida de las personas, sino para salvarla. / Luego. siguieron la jornada a otra aldea.
Lo que cuesta seguir a Jesús
9:57-60 – Mt 8:19-22
57Iban por el camino cuando alguien dijo a Jesús:
—Te seguiré adondequiera que vayas.
58—Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos —respondió Jesús—, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
59A otro le dijo:
—Sígueme.
Él contestó:
—Señor, primero déjame ir a enterrar a mi padre.
60—Deja que los muertos entierren a sus muertos, pero tú ve y proclama el reino de Dios —respondió Jesús.
61Otro afirmó:
—Te seguiré, Señor, pero primero deja despedirme de mi familia.
62Jesús respondió:
—Nadie que mire atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino de Dios.
Gipadala ni Jesus ang 12 Niya ka Apostoles
(Mat. 10:5-15; Mar. 6:7-13)
1Usa ka adlaw niana gitigom ni Jesus ang 12 niya ka apostoles. Gihatagan niya sila sa gahom ug katungod sa paghingilin sa tanang mga daotang espiritu ug sa pag-ayo sa mga sakit. 2Unya, gisugo niya sila sa pagpangwali mahitungod sa paghari sa Dios ug sa pagpang-ayo sa mga masakiton. 3Giingnan niya sila, “Ayaw kamo pagbalon ug bisan unsa sa inyong pagpanglakaw: bisan sungkod, bag, pagkaon, kuwarta o ilisan. 4Kon padayonon kamo sa usa ka balay, diha kamo pagpuyo hangtod nga mopahawa kamo nianang dapita. 5Apan kon ang mga tawo sa usa ka dapit dili modawat kaninyo, biyai ninyo kanang dapita; ug sa inyong pagpahawa, itaktak ang abog sa inyong tiil isip pasidaan batok kanila.” 6Unya nanglakaw ang iyang mga apostoles ug nangadto sa mga kabaryohan; nagsangyaw sila sa Maayong Balita ug giayo nila ang mga masakiton.
Naglibog si Herodes bahin kang Jesus
(Mat. 14:1-12; Mar. 6:14-29)
7Ang balita mahitungod sa gihimo nila ni Jesus nakaabot kang Herodes nga pangulo sa Galilea. Naglibog gayod si Herodes tungod kay may mga tawo nga nagaingon, “Nabanhaw si Juan nga tigbautismo.” 8Ang uban usab nagaingon, “Siya si Elias nga mibalik karon.” Ug ang uban pa gayod nagaingon, “Usa siya sa mga propeta kaniadto nga nabanhaw.” 9Miingon si Herodes, “Gipapunggotan ko na ug ulo si Juan. Apan kinsa man kaha kining tawhana nga kahibulongan man nga mga sugilanon ang akong nadungog mahitungod kaniya?” Ug nagtinguha gayod si Herodes nga makakita kang Jesus.
Gipakaon ni Jesus ang 5,000 ka mga Tawo
(Mat. 14:13-21; Mar. 6:30-44; Juan 6:1-14)
10Pagbalik sa mga apostoles ni Jesus, gisulti nila kaniya kon unsa ang ilang mga nahimo. Unya gidala sila ni Jesus sa lungsod sa Betsaida. Wala niya gipakuyog ang ubang mga tawo. 11Apan pagkahibalo sa mga tawo nga nakagikan na sila si Jesus, misunod sila. Pag-abot nila didto, giabiabi sila ni Jesus ug gisultihan mahitungod sa paghari sa Dios. Ug giayo usab niya ang mga masakiton.
12Sa dihang hapit na mosalop ang adlaw, miduol kaniya ang iyang 12 ka apostoles ug miingon, “Paadtoa na ang mga tawo sa mga baryo ug sa mga sityo sa palibot aron makapangita sila sa ilang pagkaon ug katulgan, tungod kay ania kita dinhi sa awaaw nga dapit.” 13Apan miingon si Jesus, “Kamo mismo ang mohatag kanila ug pagkaon.” Mitubag sila, “Aduna kitay lima lang gayod ka buok pan ug duha ka isda. Dili kini paigo, gawas kon mopalit kita ug dugang pagkaon alang kanilang tanan.” 14(Ang gidaghanon sa mga lalaki didto mga 5,000.) Busa miingon si Jesus sa iyang mga tinun-an, “Pundoka ug palingkora ang mga tawo sa tag-50 kada grupo.” 15Gituman nila ang sugo ni Jesus ug gipalingkod nila ang tanang mga tawo. 16Unya gikuha ni Jesus ang lima ka pan ug duha ka isda, ug mihangad siya sa langit ug nagpasalamat sa Dios. Gipikas-pikas niya kini ug gihatag ngadto sa iyang mga tinun-an aron iapod-apod sa mga tawo. 17Nakakaon silang tanan ug nangabusog. Human makakaon ang tanan, gitigom nila ang mga sobra, ug 12 pa ka bukag ang napuno.
Ang Gipahayag ni Pedro bahin kang Jesus
(Mat. 16:13-19; Mar. 8:27-29)
18Usa ka adlaw niana nagainusara sa pag-ampo si Jesus ug ang iyang mga tinun-an naa sa iyang duol. Nangutana si Jesus kanila, “Kinsa man ako sumala sa mga tawo?” 19Mitubag sila, “May nagaingon nga ikaw si Juan nga Tigbautismo. Ang uban nagaingon nga ikaw si Elias, ug ang uban pa gayod nagaingon nga ikaw usa sa mga propeta kaniadto nga nabanhaw.” 20Miingon si Jesus kanila, “Apan alang kaninyo kinsa man ako?” Mitubag si Pedro, “Ikaw mao ang Cristo nga gisaad sa Dios nga maghari.”
Naghisgot si Jesus bahin sa Iyang Kamatayon ug Pagkabanhaw
(Mat. 16:20-28; Mar. 8:30–9:1)
21Unya gipasidan-an sila ni Jesus nga dili gayod nila isulti kang bisan kinsa nga siya mao ang Cristo. 22Miingon siya, “Ako nga Anak sa Tawo kinahanglan nga mag-antos gayod sa pagahimuon kanako sa mga pangulo sa mga Judio, sa kadagkoan sa mga pari, ug sa mga magtutudlo sa Kasugoan. Isalikway nila ako ug patyon, apan sa ikatulo ka adlaw mabanhaw ako.”
23Unya miingon si Jesus sa tanan, “Kon may tawo nga buot mosunod kanako, dili niya palabihon ang iyang kaugalingon, kondili mosunod siya kanako adlaw-adlaw bisan pa kon kamatayon ang iyang dangatan. 24Tungod kay si bisan kinsa nga nagtinguha sa pagluwas sa iyang kinabuhi mawad-an hinuon niini. Apan si bisan kinsa nga maghalad sa iyang kinabuhi tungod kanako makaangkon sa kinabuhi nga walay kataposan. 25Unsa man ang makuha sa tawo kon maangkon niya ang tanang butang dinhi sa kalibotan, apan mawala ang iyang kinabuhi? Wala gayod! 26Kon ikaulaw ako ug ang akong mga pagtulon-an ni bisan kinsa, ikaulaw ko usab siya kon ako nga Anak sa Tawo mobalik na dinhi nga nagadan-ag sa akong gahom ug sa gahom sa akong Amahan ug sa balaang mga anghel. 27Sa pagkatinuod, may mga tawo dinhi nga dili mamatay hangtod nga makita nila ang paghari sa Dios.”
Ang Pagkausab sa Panagway ni Jesus
(Mat. 17:1-8; Mar. 9:2-8)
28Mga walo ka adlaw human kadto isulti ni Jesus, gidala niya si Pedro, si Juan, ug si Santiago sa pagtungas sa bukid aron mag-ampo. 29Sa dihang nagaampo si Jesus nausab ang iyang panagway, ug ang iyang bisti miputi ug misidlak. 30Sa kalit may nagpakita nga duha ka tawo nga nakigsulti kaniya. Sila mao si Moises ug si Elias. 31Nagsidlak usab sila ug nakigsulti kang Jesus mahitungod sa iyang kamatayon nga hapit nang matuman diha sa Jerusalem. 32Nahinanok pag-ayo sila si Pedro. Sa dihang nakamata na sila, nakita nila si Jesus nga nagsidlak ug ang duha ka tawo nga nagtindog tapad kaniya. 33Sa dihang mobiya na ang duha ka tawo kang Jesus, miingon si Pedro kaniya, “Ginoo, maayo nga ania kami9:33 kami: o, kita. dinhi. Maghimo kami ug tulo ka payag, ang usa alang kanimo, ang usa alang kang Moises, ug ang usa alang kang Elias.” (Ang tinuod, wala mahibalo si Pedro kon unsa ang iyang gipanulti.) 34Sa wala pa makahuman pagsulti si Pedro natabonan sila sa panganod, ug nangahadlok sila. 35Unya may nadunggan sila nga tingog gikan sa panganod nga nagaingon, “Kini ang akong Anak nga pinili. Paminawa ninyo siya!” 36Sa dihang mihunong na ang tingog, nakita nila nga si Jesus na lang ang nabilin. Sa sunod nga mga adlaw nagpakahilom lang una sila si Pedro sa ilang nakita.
Giayo ni Jesus ang Bata nga Gigamhan sa Daotang Espiritu
(Mat. 17:14-18; Mar. 9:14-27)
37Human niadtong adlawa, milugsong sila gikan sa bukid. Daghang mga tawo ang misugat kang Jesus. 38May usa kanila nga misinggit, “Magtutudlo, kon mahimo tan-awa una ang akong bugtong anak nga lalaki. 39Kanunay siyang gamhan sa daotang espiritu. Kalit lang siya nga mosiyagit, magkirig-kirig ug magbula ang iyang baba. Kanunay siyang pasakitan sa daotang espiritu ug halos dili siya biyaan niini. 40Gihangyo ko ang imong mga tinun-an nga hinginlan kini, apan dili nila mahimo.” 41Unya miingon si Jesus, “Kamo nga mga tawo niining panahona, wala gayoy pagtuo, ug sayop ang inyong panghuna-huna ug binuhatan. Hangtod kanus-a pa ba ang akong pagpailob kaninyo? Dad-a dinhi ang imong anak.” 42Sa dihang miduol kang Jesus ang bata, gibundak siya sa daotang espiritu sa yuta ug gipakirigkirig. Apan giabog ni Jesus ang daotang espiritu ug giayo niya ang bata. Unya gibalik niya kini ngadto sa iyang amahan. 43Natingala gayod ang tanang mga tawo sa kadako sa gahom sa Dios.
Gihisgotan Pag-usab ni Jesus ang bahin sa Iyang Kamatayon
(Mat. 17:22-23; Mar. 9:30-32)
Samtang ang mga tawo natingala sa tanang mga gihimo ni Jesus, miingon siya sa iyang mga tinun-an, 44“Hinumdomi gayod ninyo kini: Ako nga Anak sa Tawo kinahanglan nga itugyan ngadto sa mga tawo nga nasuko kanako.” 45Apan wala sila makasabot niini tungod kay gipugngan ang ilang mga huna-huna aron dili nila kini masabtan. Ug nagpanuko sila sa pagpangutana kaniya mahitungod niini.
Kinsa Gayod ang Labaw sa Tanan?
(Mat. 18:1-5; Mar. 9:33-37)
46May usa ka higayon nga naglalis ang iyang mga tinun-an kon kinsa gayod kanila ang labaw sa tanan. 47Apan nahibalo si Jesus sa ilang gihuna-huna. Busa mikuha siya ug gamay nga bata ug gipatindog sa iyang tapad. 48Unya miingon siya, “Si bisan kinsa nga tungod sa iyang pagsunod kanako modawat sa bata nga sama niini, nagadawat usab kanako. Ug ang modawat kanako nagadawat usab sa nagpadala kanako. Tungod kay ang labing ubos kaninyo mao ang labaw sa tanan.”
Ang Dili Batok Kaninyo Dapig Kaninyo
(Mar. 9:38-40)
49Miingon si Juan kang Jesus, “Ginoo, nakakita kami ug usa ka tawo nga nanghingilin sa mga daotang espiritu ug ang imong ngalan ang iyang gigamit. Gipaundang namo siya tungod kay dili nato siya kauban.” 50Apan miingon si Jesus kaniya, “Pasagdi ninyo siya, kay si bisan kinsa nga wala makigbatok kaninyo dapig kaninyo.”
Wala Dawata si Jesus sa usa ka Baryo sa Samaria
51Sa nagkaduol na ang adlaw nga ikayab si Jesus sa langit, nakahukom siya nga moadto sa Jerusalem. 52Busa may gipauna siya nga mga tawo didto sa usa ka baryo sa Samaria aron sa pag-andam sa iyang kasak-an. 53Apan ang mga tawo niadto nga baryo wala modawat kaniya tungod kay nahibaloan nila nga moadto siya sa Jerusalem. 54Pagkahibalo niini sa iyang mga tinun-an nga si Santiago ug si Juan, miingon sila kang Jesus, “Ginoo, buot ka ba nga mangayo kami ug kalayo gikan sa langit aron sunogon sila?” 55Apan gilingi sila ni Jesus ug gibadlong.9:55 Ang ubang kopya sa Griego aduna pay sumpay sa bersikulo 55 ug 56: Wala kamo masayod kon unsang matang sa espiritu ang anaa kaninyo. Tungod kay mianhi ang Anak sa tawo dili aron sa paglaglag sa mga tawo kondili aron sa pagluwas kanila. 56Ug mipadayon na lang sila sa lain nga baryo.
Ang mga Sumusunod ni Jesus
(Mat. 8:19-22)
57Samtang nagpadayon sila sa ilang pagpanglakaw, may usa ka tawo nga miingon kang Jesus, “Mouban ako kanimo bisan asa ka moadto.” 58Apan miingon si Jesus kaniya, “Ang mga ihalas nga iro may mga lungag nga mapaulian ug ang mga langgam may mga salag, apan ako nga Anak sa Tawo walay kaugalingong balay nga akong kapahulayan.” 59Unya miingon si Jesus sa usa ka tawo, “Uban kanako!” Mitubag ang tawo, “Ginoo, mopauli una ako aron sa paglubong sa akong amahan.”9:59 mopauli una ako aron sa paglubong sa akong amahan: Tingali ang buot ipasabot, mopauli una ako, ug kon patay na ang akong amahan ug gilubong na, mosunod ako kanimo. 60Mitubag si Jesus kaniya, “Pasagdi ang mga patay9:60 mga patay: Tingali ang buot ipasabot, mga patay sa panan-aw sa Dios. sa paglubong sa ilang mga minatay. Apan ikaw, lakaw ug iwali ang mahitungod sa paghari sa Dios.” 61May usa pa gayod nga miingon kang Jesus, “Ginoo, mouban ako kanimo; apan tugoti una ako nga mopauli ug manamilit sa akong pamilya.” 62Mitubag si Jesus kaniya, “Ang tawo nga magdaro nga magsigeg lingi9:62 Ang buot ipasabot, Ang tawo nga magdaro nga magsigeg lingi dili mapuslan ang iyang pagdaro. Sama usab niana ang tawo nga nagsunod kang Jesus nga may gibalikan, dili siya angay nga maapil sa paghari sa Dios. dili angay nga maapil sa paghari sa Dios.”
