Proverbios 9:1-12
Invitación de la sabiduría y de la necedad
La sabiduría construyó su casa
y labró sus siete pilares.
Preparó la carne, mezcló su vino
y también tendió la mesa.
Envió a sus doncellas y ahora clama
desde lo más alto de la ciudad.
«¡Vengan conmigo los inexpertos!
—dice a los faltos de juicio—.
Vengan, disfruten de mi pan
y beban del vino que he mezclado.
Dejen su insensatez y vivirán;
anden por el camino del discernimiento.
»El que corrige al insolente se gana que lo insulten;
el que reprende al malvado se gana su desprecio.
No reprendas al insolente, no sea que acabe por odiarte;
reprende al sabio y te amará.
Instruye al sabio, y se hará más sabio;
enseña al justo, y aumentará su saber.
»El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor;
conocer al Santo es tener entendimiento.
Por mí aumentarán tus días;
años de vida te serán añadidos.
Si eres sabio, tu premio será tu sabiduría;
si eres insolente, solo tú lo sufrirás».