Miqueas 5:1-15, Miqueas 6:1-16, Miqueas 7:1-20 NVI

Miqueas 5:1-15

Humillación y exaltación de la dinastía davídica

Ahora, reúne tus tropas, ciudad guerrera,

porque nos asedian.

Con vara golpearán en la mejilla

al gobernante de Israel.

Pero tú, Belén Efrata,

pequeña entre los clanes de Judá,

de ti saldrá el que gobernará a Israel;

sus orígenes son de un pasado distante,

desde tiempos antiguos.

Por eso Dios los entregará al enemigo

hasta que tenga su hijo la que va a ser madre

y vuelva junto al pueblo de Israel

el resto de sus hermanos.

Él se establecerá y los pastoreará

con el poder del Señor,

con la majestad del nombre del Señor su Dios.

Vivirán seguros, porque él dominará

hasta los confines de la tierra.

¡Él será nuestra paz!

Si Asiria llegara a invadir nuestro país

para pisotear nuestras fortalezas,

le haremos frente con siete pastores

y aun con ocho príncipes del pueblo.

Ellos pastorearán a Asiria con la espada

y a la tierra de Nimrod con la daga.5:6 con la daga. Alt. en sus puertas.

Si Asiria llegara a invadir nuestro país,

si llegara a cruzar nuestras fronteras,

¡él nos rescatará!

El remanente

El remanente de Jacob será,

en medio de muchos pueblos,

como rocío que viene del Señor,

como abundante lluvia sobre la hierba,

que no depende de los hombres

ni espera nada de ellos.

El remanente de Jacob será,

entre las naciones,

en medio de muchos pueblos,

como un león entre los animales del bosque,

como un leoncillo entre las ovejas del rebaño,

que al pasar las pisotea y las desgarra

sin que nadie pueda rescatarlas.

Levantarás la mano contra tus enemigos

y acabarás con todos tus agresores.

Purificación de un pueblo idólatra y belicoso

«En aquel día», afirma el Señor,

«exterminaré tu caballería

y destruiré tus carros de guerra.

Exterminaré las ciudades de tu país

y derribaré todas tus fortalezas.

Pondré fin a tus hechicerías

y no tendrás más adivinos.

Acabaré con tus ídolos

y con tus piedras sagradas;

nunca más volverás a postrarte

ante las obras de tus manos.

Arrancaré tus imágenes de Aserá

y reduciré a escombros tus ciudades;

con ira y con furor me vengaré

de las naciones que no me obedecieron».

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Miqueas 6:1-16

Querella de Dios contra su pueblo

Escuchen lo que dice el Señor:

«Levántate, presenta tu pleito ante las montañas;

deja que las colinas oigan tu voz».

Montañas, escuchen el pleito del Señor;

presten atención, firmes cimientos de la tierra.

Porque el Señor tiene un pleito contra su pueblo,

presenta una acusación contra Israel:

«Pueblo mío, ¿qué te he hecho?

¿En qué te he ofendido? ¡Respóndeme!

Yo fui quien te sacó de Egipto,

quien te libró de esa tierra de esclavitud.

Yo envié a Moisés, Aarón y Miriam

para que te dirigieran.

Recuerda, pueblo mío,

lo que pidió Balac, rey de Moab,

y lo que le respondió Balán, hijo de Beor.

Recuerda tu paso desde Sitín hasta Guilgal,

y reconoce que el Señor actuó con justicia».

¿Con qué me presentaré ante el Señor

y me postraré ante el Dios Altísimo?

¿Podré presentarme con holocaustos

o con becerros de un año?

¿Se complacerá el Señor con miles de carneros

o con diez mil arroyos de aceite?

¿Ofreceré a mi primogénito por mi delito,

al fruto de mis entrañas por mi pecado?

¡Él te ha mostrado, oh mortal, lo que es bueno!

¿Y qué es lo que espera de ti el Señor?:

Practicar la justicia,

amar la misericordia

y caminar humildemente ante tu Dios.

Castigo por delitos económicos y sociales

La voz del Señor clama a la ciudad

y es de sabios temer a su nombre:

«¡Escuchen, pueblo de Judá y asamblea de la ciudad!6:9 Versículo de difícil traducción.

¡Malvados!

¿Debo tolerar sus tesoros mal habidos

y sus odiosas medidas adulteradas?

¿Debo tener por justas la balanza falsa

y la bolsa de pesas alteradas?

Los ricos de la ciudad son gente violenta;

sus habitantes son gente mentirosa;

y sus lenguas hablan con engaño.

Por lo que a mí toca, te demoleré a golpes,

te destruiré por tus pecados.

Comerás, pero no te saciarás,

sino que seguirás padeciendo hambre.6:14 seguirás padeciendo hambre. Texto de difícil traducción.

Almacenarás, pero no salvarás nada,

porque lo que salves lo daré a la espada.

Sembrarás, pero no cosecharás;

prensarás las aceitunas, pero no usarás el aceite;

pisarás las uvas, pero no beberás el vino.

Tú sigues fielmente los decretos de Omrí

y todas las prácticas de la dinastía de Acab;

te conduces según sus consejos.

Por eso voy a entregarte a la destrucción

y a poner en ridículo a tus habitantes.

¡Tendrás que soportar el insulto de los pueblos!».6:16 los pueblos (LXX); mi pueblo (TM).

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Miqueas 7:1-20

Lamento ante una sociedad corrupta

¡Pobre de mí!

Soy como el que recoge frutos de verano

y busca lo que sobre en la viña;

no hay ningún racimo para comer,

ningún higo nuevo que tanto deseo.

La gente piadosa ha sido eliminada del país,

no queda persona recta.

Todos tratan de matar a alguien;

unos a otros se tienden redes.

Ambas manos son hábiles para hacer el mal;

gobernadores y jueces exigen soborno.

Los poderosos imponen lo que quieren;

todos traman en conjunto.

El mejor de ellos es más enmarañado que una zarza;

el más recto, más torcido que un espino.

Pero ya viene el día de su confusión;

¡ya se acerca el día de tu castigo

anunciado por tus centinelas!

No creas en tu prójimo

ni confíes en tus amigos;

cuídate de lo que hablas

con la que duerme en tus brazos.

El hijo ultraja al padre,

la hija se rebela contra la madre,

la nuera contra la suegra

y los enemigos de cada cual

están en su propia familia.

Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor;

yo espero en el Dios de mi salvación.

¡Mi Dios me escuchará!

Esperanza de redención

Enemiga mía, no te alegres de mi mal.

Aunque haya caído me levantaré.

Aunque vivo en tinieblas

el Señor es mi luz.

He pecado contra el Señor,

así que soportaré su furia

hasta que defienda mi causa

y me haga justicia.

Entonces me sacará a la luz

y veré su justicia.

Cuando lo vea mi enemiga,

la que me decía: «¿Dónde está el Señor tu Dios?»,

se llenará de vergüenza.

Mis ojos contemplarán su desgracia,

pues será pisoteada como el lodo de las calles.

El día que tus muros sean reconstruidos

será el momento de extender tus fronteras.

Ese día acudirán a ti los pueblos,

desde Asiria hasta las ciudades de Egipto;

desde Egipto hasta el río Éufrates,

de mar a mar

y de montaña a montaña.

La tierra quedará desolada

por culpa de sus habitantes,

como resultado de su maldad.

Pastorea con tu cayado a tu pueblo,

al rebaño de tu propiedad,

que habita solitario en el bosque,

en medio de un campo fértil.7:14 campo fértil. Podría ser una referencia al monte Carmelo.

Hazlo pastar en Basán y en Galaad

como en los tiempos pasados.

Muéstrale tus maravillas,

como cuando lo sacaste de Egipto.

Las naciones verán tus maravillas

y se avergonzarán de toda su prepotencia;

se llevarán la mano a la boca

y sus oídos se ensordecerán.

Lamerán el polvo como serpientes,

como los reptiles de la tierra.

Saldrán temblando de sus escondrijos

y, temerosos ante tu presencia,

se volverán a ti, Señor y Dios nuestro.

¿Qué Dios hay como tú,

que perdone la maldad

y pase por alto el delito

del remanente de su heredad?

No estarás airado para siempre,

porque tu mayor placer es amar.

Vuelve a compadecerte de nosotros.

Pon tu pie sobre nuestras maldades

y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados.

Muestra tu fidelidad a Jacob

y tu lealtad a Abraham,

como desde tiempos antiguos

se lo juraste a nuestros antepasados.

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