Isaías 27:1-13, Isaías 28:1-29 NVI

Isaías 27:1-13

Liberación de Israel

En aquel día

el Señor castigará a Leviatán, la serpiente escurridiza,

a Leviatán, la serpiente tortuosa.

Con su espada violenta, grande y poderosa,

matará al monstruo marino.

«Canten en aquel día a la viña escogida:

Yo, el Señor, soy su guardián;

todo el tiempo riego mi viña.

Día y noche cuido de ella

para que nadie le haga daño.

No estoy enojado.

Si me enfrentan zarzas y espinos,

pelearía contra ellos

y los quemaría totalmente,

a menos que ella acudiera a mi refugio

e hiciera las paces conmigo,

sí, que hiciera las paces conmigo».

Días vendrán en que Jacob echará raíces,

en que Israel retoñará, florecerá

y llenará el mundo con sus frutos.

¿Acaso el Señor lo ha golpeado

como hizo con quien lo golpeaba?

¿Acaso le dio muerte

como mueren los que matan?

Contendió con él con guerra27:8 guerra. Palabra de difícil traducción. y destierro;

lo expulsó con su soplo violento

al soplar el viento del este.

Así quedará perdonada la iniquidad de Jacob;

este será el fruto del perdón de su pecado:

reducirá a polvo todas las piedras del altar

como si moliera piedra caliza

y no dejará en pie ninguna imagen de Aserá

ni altar de incienso alguno.

En ruinas está la ciudad fortificada;

es un sitio sin habitantes, abandonado como el desierto.

Allí se echa el ternero,

allí pace y deshoja las ramas.

Una vez secas, las ramas se quiebran;

vienen luego las mujeres y con ellas hacen fuego.

Porque este es un pueblo sin entendimiento;

por eso su Hacedor no le tiene compasión

ni de él se apiada quien lo formó.

En aquel día el Señor trillará desde las corrientes del Éufrates hasta el torrente de Egipto y ustedes, israelitas, serán recogidos uno por uno. En aquel día sonará una gran trompeta. Los que fueron llevados a Asiria y los que fueron desterrados a Egipto vendrán y adorarán al Señor sobre el monte santo en Jerusalén.

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Isaías 28:1-29

Ay de Efraín

¡Ay de la altiva corona de los borrachos de Efraín,

de la flor marchita de su gloriosa hermosura,

que está sobre la cumbre de un valle fértil!

¡Ay de los abatidos por el vino!

Miren, el Señor cuenta con alguien

que es fuerte y poderoso:

Este echará todo por tierra con violencia,

como tormenta de granizo,

como tempestad destructora,

como tormenta de aguas torrenciales,

como torrente desbordado.

La altiva corona de los borrachos de Efraín

será pisoteada.

Esa flor marchita de su gloriosa hermosura,

sobre la cumbre de un valle fértil,

será como higo maduro antes de la cosecha:

apenas alguien lo ve y lo tiene en la mano,

se lo traga.

En aquel día el Señor de los Ejércitos

será una hermosa corona,

una diadema gloriosa

para el remanente de su pueblo.

Él infundirá espíritu de justicia

al que se sienta en el tribunal,

y fortaleza a los que rechazan

los asaltos a la puerta.

También sacerdotes y profetas

se tambalean por causa del vino,

trastabillan por causa del licor;

quedan aturdidos con el vino,

tropiezan a causa del licor.

Cuando tienen visiones, titubean;

cuando toman decisiones, vacilan.

¡Sí, regadas de vómito están todas las mesas,

y no queda limpio ni un solo lugar!

«¿A quién cree el Señor que enseña? —se preguntan—,

¿a quién está explicando su mensaje?

¿Cree que somos niños recién destetados,

que acaban de dejar el pecho?

¿Por qué nos repite todo,

línea por línea,

palabra por palabra,

un poquito aquí, un poquito allá?».28:10 Versículo de difícil traducción (posiblemente imitación burlona de una lección del abecedario); también en v. 13.

Pues bien, Dios hablará a este pueblo

con labios extranjeros y lenguas extrañas,

pueblo al que dijo:

«Este es el lugar de descanso;

que descanse el fatigado»;

y también:

«Este es el lugar de reposo».

¡Pero no quisieron escuchar!

Por eso el Señor les explicará con detalles,

línea por línea,

palabra por palabra,

un poquito aquí, un poquito allá.

Les hablará para que caigan de espaldas,

queden heridos, enredados y atrapados.

Por tanto, gobernantes insolentes de este pueblo de Jerusalén,

escuchen la palabra del Señor:

Ustedes dicen: «Hemos hecho un convenio con la muerte;

hemos hecho una alianza con el sepulcro.28:15 sepulcro. Lit. Seol.

Cuando venga una calamidad abrumadora,

no nos podrá alcanzar,

porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio

y del engaño nuestro escondite».

Por eso dice el Señor y Dios:

«Miren, yo pongo en Sión una piedra probada,

piedra angular y preciosa para un cimiento firme;

el que crea no se tambaleará.

Pondré como nivel la justicia

y la rectitud como plomada.

El granizo arrasará con el refugio de la mentira

y las aguas inundarán el escondite.

Se anulará el convenio que hicieron con la muerte;

quedará sin efecto su alianza con el sepulcro.28:18 sepulcro. Lit. Seol.

Cuando venga la calamidad abrumadora,

a ustedes los aplastará.

Cada vez que pase, los arrebatará;

pasará mañana tras mañana, de día y de noche».

La comprensión de este mensaje

causará terror absoluto.

La cama es demasiado estrecha para estirarse en ella;

la manta es demasiado corta para envolverse en ella.

Sí, el Señor se levantará como en el monte Perasín,

se moverá como en el valle de Gabaón;

para llevar a cabo su extraña obra,

para realizar su insólita tarea.

Ahora bien, dejen de burlarse,

no sea que se aprieten más sus cadenas;

porque me ha hecho saber el Señor, el Señor de los Ejércitos,

acerca de la destrucción decretada contra todo el país.

Escuchen, oigan mi voz;

presten atención, oigan mi palabra:

Cuando un agricultor ara para sembrar,

¿lo hace sin descanso?

¿Se pasa todo el día abriendo surcos y removiendo el terreno?

Después de que ha emparejado la superficie,

¿no siembra eneldo y esparce comino?

¿No siembra trigo en hileras,28:25 hileras. Palabra de difícil traducción.

cebada en el lugar debido

y centeno en las orillas?

Es Dios quien lo instruye

y le enseña cómo hacerlo.

Porque no se trilla el eneldo con rastrillo

ni sobre el comino se pasa una rueda de carreta,

sino que el eneldo se golpea con una vara

y el comino con un palo.

El grano se tritura, pero no demasiado

ni tampoco se trilla sin descanso.

Se le pasan las ruedas de la carreta,

pero los caballos no lo trituran.

También esto viene del Señor de los Ejércitos,

admirable por su consejo

y magnífico por su sabiduría.

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