Salmo 102:1-11 NVI

Salmo 102:1-11

Salmo 102Sal 102 En el texto hebreo 102:1-28 se numera 102:2-29.

Oración de un afligido que, a punto de desfallecer, da rienda suelta a su lamento ante el Señor.

Escucha, Señor, mi oración;

llegue a ti mi clamor.

No escondas de mí tu rostro

cuando me encuentro angustiado.

Inclina a mí tu oído;

respóndeme pronto cuando te llame.

Pues mis días se desvanecen como el humo;

los huesos me arden como brasas.

Mi corazón decae y se marchita como la hierba;

¡hasta he perdido el apetito!

Por causa de mis fuertes quejidos

se pueden contar mis huesos.102:5 se pueden contar mis huesos. Lit. se me pegan los huesos a la carne.

Parezco un búho del desierto;

soy como un búho entre las ruinas.

No logro conciliar el sueño;

parezco ave solitaria sobre el techo.

A todas horas me insultan mis enemigos,

y hasta usan mi nombre para maldecir.

Las cenizas son todo mi alimento;

mis lágrimas se mezclan con mi bebida.

Por tu enojo, por tu indignación

me levantaste para luego arrojarme.

Mis días son como sombras nocturnas;

me voy marchitando como la hierba.

Read More of Salmo 102