1 Reyes 11:14-43, 1 Reyes 12:1-24 NVI

1 Reyes 11:14-43

Los adversarios de Salomón

Por lo tanto, el Señor hizo que Hadad el edomita, que pertenecía a la familia real de Edom, surgiera como adversario de Salomón. Ahora bien, durante la guerra entre David y los edomitas, Joab, el comandante del ejército, había ido a enterrar a los muertos de Israel y había aprovechado la ocasión para matar a todos los hombres de Edom. Joab y los israelitas que estaban con él se quedaron allí seis meses, hasta que exterminaron a todos los varones edomitas. Pero Hadad, que entonces era apenas un muchacho, huyó a Egipto con algunos oficiales edomitas que habían estado al servicio de su padre. Partieron de Madián y llegaron a Parán, donde se les unieron unos hombres de ese lugar. De allí siguieron hacia Egipto y se presentaron ante el faraón, rey del país, quien regaló a Hadad una casa y se encargó de darle sustento y tierras.

Hadad agradó tanto al faraón, que este le dio por esposa a su cuñada, una hermana de la reina Tapenés. La hermana de Tapenés dio a luz un hijo al que llamó Guenubat y Tapenés lo educó en el palacio real. De modo que Guenubat creció junto con los hijos del faraón.

Mientras Hadad estaba en Egipto, se enteró de que ya habían muerto David y Joab, comandante del ejército. Entonces Hadad dijo al faraón:

—Déjeme usted regresar a mi país.

—¿Y por qué quieres regresar a tu país? —preguntó el faraón—. ¿Acaso te falta algo aquí?

—No —respondió Hadad—, ¡pero de todos modos déjeme ir!

Dios también incitó a Rezón, hijo de Eliadá, para que fuera adversario de Salomón. Rezón, que había huido de su amo Hadad Ezer, rey de Sobá, formó una banda de rebeldes y se convirtió en su líder. Cuando David destruyó a los arameos, los rebeldes fueron a Damasco y allí establecieron su gobierno. Así fue como Rezón llegó a ser rey de Aram. Mientras vivió Salomón, Rezón aborreció a Israel y fue su adversario, de modo que agravó el daño causado por Hadad.

Jeroboán se rebela contra Salomón

También se rebeló contra el rey Salomón uno de sus funcionarios, llamado Jeroboán, hijo de Nabat. Este Jeroboán era efrateo, oriundo de Seredá; su madre se llamaba Zerúa y era viuda.

La rebelión de Jeroboán tuvo lugar cuando Salomón estaba construyendo los terraplenes11:27 los terraplenes. Alt. el Milo. para cerrar la brecha en el muro de la Ciudad de David, su padre. Jeroboán se había ganado el respeto de todos, de modo que cuando Salomón vio su buen desempeño lo puso a supervisar todo el trabajo forzado que se realizaba entre los descendientes de José.

Un día en que Jeroboán salía de Jerusalén, se encontró en el camino con el profeta Ahías de Siló, quien llevaba puesto un manto nuevo. Los dos estaban solos en el campo. Entonces Ahías tomó el manto nuevo que llevaba puesto y, rasgándolo en doce pedazos, dijo a Jeroboán: «Toma diez pedazos para ti, porque así dice el Señor, Dios de Israel: “Ahora voy a arrancarle de la mano a Salomón el reino y a ti te voy a dar diez tribus. A él le dejaré una sola tribu, y esto por consideración a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que he escogido entre todas las tribus de Israel. Voy a hacerlo así porque me han abandonado y adoran a Astarté, diosa de los sidonios, a Quemós, dios de los moabitas, y a Moloc, dios de los amonitas. No han seguido mis caminos, no han hecho lo que me agrada ni han cumplido mis estatutos y leyes como lo hizo David, su padre.

»”Sin embargo, no le quitaré todo el reino a Salomón, sino que lo dejaré gobernar todos los días de su vida, por consideración a David mi siervo, a quien escogí y quien cumplió mis mandamientos y estatutos. Le quitaré el reino a su hijo y te daré a ti diez tribus. Pero a su hijo le dejaré una sola tribu para que en Jerusalén, la ciudad donde decidí poner mi Nombre, la lámpara de mi siervo David se mantenga siempre encendida delante de mí. En lo que a ti atañe, yo te haré rey de Israel y extenderás tu reino a tu gusto. Si haces todo lo que te ordeno, sigues mis caminos y haces lo que me agrada, cumpliendo mis estatutos y mandamientos como lo hizo David mi siervo, estaré contigo. Estableceré para ti una dinastía tan firme como la que establecí para David,11:38 Estableceré … David. Lit. Te construiré una casa firme como le construí a David. y te daré Israel. Así que haré sufrir a la descendencia de David, aunque no para siempre”».

Salomón, por su parte, intentó matar a Jeroboán, pero este huyó a Egipto y se quedó allí, bajo la protección del rey Sisac, hasta la muerte de Salomón.

Muerte de Salomón

11:41-432Cr 9:29-31

Los demás acontecimientos del reinado de Salomón, y su sabiduría y todo lo que hizo, están escritos en el libro de las crónicas de Salomón, quien durante cuarenta años reinó en Jerusalén sobre todo Israel. Cuando murió, fue sepultado en la Ciudad de David, su padre, y su hijo Roboán lo sucedió en el trono.

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1 Reyes 12:1-24

División del reino

12:1-242Cr 10:1–11:4

Roboán fue a Siquén porque todos los israelitas se habían reunido allí para proclamarlo rey. De esto se enteró Jeroboán, hijo de Nabat, quien al huir del rey Salomón se había establecido en Egipto y aún vivía allí. Cuando lo mandaron a buscar, él y toda la asamblea de Israel fueron a ver a Roboán y le dijeron:

—Su padre nos impuso un yugo pesado. Alívienos usted ahora el duro trabajo y el pesado yugo que él nos echó encima; así le serviremos a usted.

—Váyanse por ahora —respondió Roboán—, pero vuelvan a verme dentro de tres días.

Cuando el pueblo se fue, el rey Roboán consultó con los jefes que en vida de su padre Salomón habían estado a su servicio.

—¿Qué me aconsejan ustedes que responda a este pueblo? —preguntó.

Ellos respondieron:

—Si usted se pone hoy al servicio de este pueblo, es condescendiente con ellos y les responde con amabilidad, ellos le servirán para siempre.

Pero Roboán rechazó el consejo que le dieron los jefes y consultó más bien con los jóvenes que se habían criado con él y que estaban a su servicio.

—¿Ustedes qué me aconsejan? —preguntó—. ¿Cómo debo responderle a este pueblo que me dice: “Alívienos el yugo que su padre nos echó encima”?

Aquellos jóvenes, que se habían criado con él, contestaron:

—Este pueblo le ha dicho a usted: “Su padre nos impuso un yugo pesado; hágalo usted más ligero”. Pues bien, respóndales de este modo: “Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre. Si él les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Y, si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!”.12:11 con una vara … con un látigo. Lit. con azotes … con escorpiones; también en v. 14.

Al tercer día, en la fecha que el rey Roboán había indicado, Jeroboán regresó con todo el pueblo para presentarse ante él. Pero el rey Roboán respondió con brusquedad: rechazó el consejo que le habían dado los jefes y siguió más bien el de los jóvenes. Entonces dijo: «Si mi padre les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!». Y, como el rey no escuchó al pueblo, las cosas tomaron este rumbo por voluntad del Señor. Así se cumplió la palabra que el Señor había comunicado a Jeroboán, hijo de Nabat, por medio de Ahías el silonita.

Cuando se dieron cuenta de que el rey no iba a hacerles caso, todos los israelitas exclamaron a una:

«¡Pueblo de Israel, todos a sus casas!

¡Y tú, David, ocúpate de los tuyos!

¿Qué parte tenemos con David?

¿Qué herencia tenemos con el hijo de Isaí?».

Así que se fueron cada uno a su casa. Sin embargo, Roboán siguió reinando sobre los israelitas que vivían en las ciudades de Judá.

Más tarde, el rey Roboán envió a Adonirán12:18 Adonirán (mss. de LXX y Siríaca; véanse también 1R 4:6 y 5:14); Adorán (TM). para que supervisara el trabajo forzado, pero todos los israelitas lo mataron a pedradas. ¡A duras penas logró el rey subir a su carro y escapar a Jerusalén! Desde entonces Israel ha estado en rebelión contra la dinastía de David.

Cuando los israelitas se enteraron de que Jeroboán había regresado, mandaron a llamarlo para que se presentara ante la asamblea y lo proclamaron rey de todo Israel. No hubo quien se mantuviera leal a la familia de David, con la sola excepción de la tribu de Judá.

Roboán llegó a Jerusalén y movilizó a todas las familias de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil guerreros selectos en total, para hacer la guerra contra Israel y así recuperar el reino.

Pero la palabra de Dios vino a Semaías, hombre de Dios, y le dio este mensaje: «Diles a Roboán, hijo de Salomón y rey de Judá, a todas las familias de Judá y de Benjamín, y al resto del pueblo que así dice el Señor: “No vayan a luchar contra sus hermanos, los israelitas. Regrese cada uno a su casa, porque es mi voluntad que esto haya sucedido”». Y ellos obedecieron la palabra del Señor y regresaron, tal como el Señor lo había ordenado.

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